¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Renjun
Caminé por la cocina, haciendo todo lo posible por ignorar el olor asqueroso de los huevos fritos y la grasa de tocino. Seriamente.
¿Estaban estas personas tratando de matarme con estos olores? Después de dos meses de vomitar todas las mañanas, pensarías que ya ha esta altura lo abrían entendido y se abrían percatado de que algunas cosas simplemente no funcionaban conmigo en las mañanas.
Jaemin sonrió y me entregó el batido de color verde vómito que ya había aprendido que era el mejor para nuestro embarazo en el desayuno. Si bien no pude probar la col rizada, todavía se dio a conocer a través del color funky. Las bananas y las fresas que arrojó Jaemin, junto con cualquier otra mierda saludable que él y Seungmin hubieran encontrado, no sabían tan mal como esperaba. Y tuve que admitir que era algo que podía permanecer en mi estómago por estos días.
Todavía no estaba aceptando todo el escenario de embarazado por un maldito dragón, pero incluso tenía que admitir que algo me estaba mareando cada día. Con un largo suspiro, me senté a la mesa y sonreí educadamente a todos. La niña me estaba pateando y arrullando desde su silla alta, mientras Mark hacía todo lo posible por alimentarla. Parecía ser como un ejercicio inútil tratar de alimentar a esa pequeña criatura que se movía, parecía que tenía más comida en ella que dentro suyo, pero tal vez era sólo que yo era criticón. Tomé otro trago del batido helado, aliviado de que en realidad estaba asentando mi estómago.
Lo que no daría por una taza de café: al parecer no se me permitía tomarlo debido a mí supuesto embarazo. Oh bien. El tiempo lo diría, ¿verdad? Pronto verían que la pequeña protuberancia de la barriga que había estado creciendo, era simplemente el resultado de demasiados burritos frente a la computadora y no suficiente ejercicio.
No es que Jaemin no me estuviera manteniendo lo suficientemente activo en la cama. Ese hombre era insaciable, y no podía decirle que no. Cuando estaba cerca, siempre me sentía mejor.
Pero eran los burritos. Definitivamente lo eran. No podría estar embarazado. Eso era algo risible.
—¿Qué te gustaría hacer hoy, Injunnie? —preguntó Jaemin tan dulcemente que quería darle un puñetazo.
—¿Qué quiero hacer? Quiero que me dejen en paz. Quiero hacer mi maldita investigación y tratar de averiguar dónde diablos está tu asesor faltante, ¿o soy el único que incluso se preocupa por eso?—
—Por supuesto, no eres la única persona que se preocupa por eso, pero también tenemos que pensar en nuestro próximo paso. ¿Te gustaría venir con nosotros para ver hoy la nueva finca, hyung? El fideicomiso se está cerrando y tenemos el último recorrido programado —me recordó Jisung con una leve sonrisa.
Contuve un suspiro, mientras me recostaba en mi silla. Mis amigos estaban siendo muy pacientes conmigo, aunque últimamente había sido muy castroso, pero me llevaban al límite cuando eran amables. No sé por qué quería que la gente fuera grosera, pero estaba queriendo una pelea que nadie quería darme. Mierda, a veces era tan estúpido que incluso quería golpear mi propia cara la mitad del tiempo.