POV. HANAE:
Ese mismo día al regresar a casa, no podía ni siquiera imaginar lo que pasaría llegando a esta, pues no se me pasaba por la cabeza que me vería envuelta en un escenario de ese tipo en ese momento.
Mi familia completa esperaba en casa mi llegada, pues habría un gran festín por la dichosa prueba que pronto daría en la escuela, el cual serviría como convocatoria para poder tener un puesto en las universidades más prestigiosas en todo Japón.
Prepararon platos de comida que se veían exquisitos pero, tanto para mi sentido del gusto como de olfato no me apetecían, ni probar el más mínimo pedazo de ella. No obstante, como todos se habían esforzado en preparar la comida, me vi obligada a hacerlo, de todos modos si no lo hacía me sentiría mal y, técnicamente si lo hacía mi estómago tendría que pagar porque puse a mis sentimientos en primera línea antes que él.
Comí ininterrumpidamente todos los platillos, pronto tendría que ir al baño y arrojarlo todo; llegó un momento donde mamá y sus hermanas (sí, mis tías) traían más y más comida, a lo que yo no podía negarme, mi estómago ya estaba al borde de la explosión y sentía un asqueroso sabor en mi boca, y pensaba que en cualquier momento arrojaría toda la comida sobre la mesa y caras de los presentes. Antes de que aquella escena asquerosa ocurriera, pedí urgentemente ir al baño.
Llevaba conmigo un pequeño paquete envuelto en papel dentro del bolsillo derecho, el cual mamá pudo ver que saque antes de ingresar al baño para después adentrarme en este, debido a que el vómito que reprimía era bastante, olvide poner seguro a la puerta.
No me esperaba absolutamente lo que sucedería seguidamente; yo había sacado el pequeño paquete después de expulsar lo que había ingerido, desenvolví desesperadamente lo que se encontraba dentro y empecé a comerlo.
De pronto escuche el rechinar de la puerta, como si alguien hubiera entrado y así fue, era mamá.
No pude hablarle, pues el hambre que traía era incontrolable, así que pude explicarle después de terminar de comer. Para ser una persona a la cual le aterraría encontrarme en una situación así, lo tomo con calma y no grito desesperadamente como yo lo esperaría. Quizá comprendía un poco lo que pasaba, pero no lo hacía completamente.
¿Podrías pedir que todos se fueran ahora? -lavaba mi cara y boca mientras se lo decía, pero no la miraba-
-No podía mirarla-
Tu solo espera en tu habitación yo me encargaré -dijo con una voz dulce y salió del baño-
POV. Narrador:
Segundos después de que la mamá de Hanae saliera del baño, la pelinegra salió en dirección a su habitación como se lo había dicho su sabia madre, todos vieron con rareza su comportamiento, pues no se había despedido de nadie y ahora la tomaban por maleducada.
Su madre explico de manera breve y clara a todos los familiares asistentes que Hanae no se encontraba bien y tenía que descansar, se disculpo por la situación y pidió a todos que regresaran otro día si así lo quisieran.
La casa quedo vacía, solo con la presencia de los padres y con la espera de la pronta llegada de la hermana de Hanae, Kimi.
Ya estando madre e hija reunidas conversaron, Hanae explico de una manera no tan fácil que es lo que le estaba ocurriendo, su madre seguía un poco atónita y desconcertada, pero al final de la conversación ella pudo comprender lo sola que se sentía su hija, por haber cargado con aquel peso, aunque quisiera hacer algo por ella, simplemente no podía, solo tenía que entender que su niña era una persona diferente al resto y para sobrevivir tenía que hacer otras cosas diferentes al resto.
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En un Camino Desconocido
RastgeleNakamura Hanae es una estudiante que reside en Tokio acompañada de su familia y amigos, los cuales siempre protege y aprecia, un día tan normal como todos se verá envuelta en una confesión, la que empezará con los acontecimientos que cambiarían su v...