—Vamos Em, tienes que querer ir aunque sea a UNA MALDITA FIESTA – grita como un maniático y yo cierro los ojos.
Me siento segura entre mi manta polar, con mi té de frutos rojos en las manos y la película más pedorra que encontré. Lo miro asesinamente.
—¿Cuándo vas a entender que NO—ME—GUSTAN—LAS—MALDITAS—FIESTAS? –grito en respuesta.
Luke se revuelve el cabello y me mira resignado.
—Em…—suspira— ¿Cuándo comenzarás a disfrutar de la vida?
—Yo disfruto de la vida, mírame
Él me mira y hace una mueca de disgusto.
—Pareces una anciana, estás para el entierro – exclama y yo me río
—Creo que tenemos visiones diferentes sobre lo que es disfrutar. Lo hemos hablado mil veces, Lolo – digo y él ríe de lado.
—¿Sigues siendo virgen? – pregunta y mis mejillas se tiñen de rojo. Abro la boca indignada.
—Te importa un comino – le digo y él se carcajea
—Ya sé que sigues siendo casta y pura Em, me lo contarías. En realidad me daría cuenta – dice socarronamente.
—Basta – pido
—Me estresa dejarte sola en esta maldita casa de mierda – confiesa.
—Siempre dices la misma estupidez
—Es la verdad
—Luke — suspiro – vete. Estaré bien
—Pero…
—Pero nada, vete – ordeno
—Joder, está bien – refunfuña – No me cansaré de pedirte que me acompañes a alguna. Deberías conocer a una chica
Enarco una ceja.
—Conozco chicas – acuso
—Tú me entiendes princesa, para salir y hablar de mierdas de mujeres y ligar con chicos y eso
Bajo la cabeza.
—Lolo, estoy bien. Y además ¿quién te dijo que no ligo? – pregunto
—Yo lo sabría, créeme
Suspiro. Tiene razón.
—Me siento bien de esta forma, ¿puedes entenderlo de una vez? – pregunto
—Mañana pasaré a verte y me preparas una de esas mierdas que tanto te obsesionan – dice parándose
—No te metas con el té – acuso y lo señalo con mi dedo índice
Él levanta las manos.
—Deberías casarte con el té – sugiere
—Buena idea
Luke rueda los ojos.
—Sólo…tengo la esperanza de ver a mi mejor amiga disfrutar de la vida como una joven normal…no como alguien que tiene 90 años – reclama
—Sigue soñando Lolo, dicen que hace bien
—Te quiero – exclama y me abraza, besando mi coronilla
—Y yo a ti. No dejes embarazada a ninguna zorra, que no quiero sobrinos aún – le pido escondida entre su pecho.
—Yo menos – dice – Supuestamente Rebecka va a la fiesta, creo que ella será la afortunada de hoy.
ESTÁS LEYENDO
Mi mejor amigo (Completa)
ChickLit¿Es realmente posible la amistad entre el hombre y la mujer?