Capítulo 31: Está permitido sentir

908 57 30
                                    

Luke está elevado por encima de mi cuerpo, con ambas palmas apoyadas a un costado de mi rostro y me mira.

Me mira de una forma tan intensa y apabullante que provoca que me estremezca de pies a cabeza. No ha salido de mí y todavía necesito procesar lo que acaba de suceder.

Necesito que hable. Necesito que diga algo de inmediato o entraré en pánico.

—Luke - susurro—¿Estás bien?

El hace un movimiento con la cabeza, como despertando de alguna especie de trance.

—¿Qué? - murmura—Sí, sí lo estoy - dice—¿Tú? ¿Estás bien? ¿Te duele algo? - pregunta.

Luce aterrado y es extraño.

Intento sonreír para no causarle más estrés, aunque me resulta muy raro que él siga...ya saben.

—Voy a salir ahora - dice, leyéndome la mente

Respiro hondo y él con un dócil movimiento se retira de mi interior. Me duele un poco, pero es soportable. Observo cómo se quita el condón y lo hace en un nudo, para luego desaparecer en el baño.

Por un momento creo que no volverá, pero mi duda se disipa en cuanto aparece en bóxer a un lado de la cama.

Sonríe, aunque la sonrisa no le alcanza los ojos.

¿No le gustó?

Por supuesto que no le gustó, si soy una estúpida virgen.

—Em, necesito cambiar las sábanas - susurra

La vergüenza me invade de pronto y me paro con una mueca.

—¿Te duele? - pregunta. De pronto me siento demasiado expuesta y vulnerable, necesito tener algo de ropa. Él parece leer todo lo que pienso, porque coge su sudadera y me la tiende. La acepto con gusto.

—Algo - susurro

Miro las sábanas ensangrentadas y ahogo un grito de sorpresa que él parece ignorar.

—Ya deja que me encargo - digo, pero él niega con la cabeza

—Sólo las pondré a lavar - dice y desaparece de nuevo

Algo no está funcionando aquí, y me empiezo a aterrar.

¿Ha sido demasiado? ¿Esto acabará con nuestra amistad?

Siento el calor de su cuerpo segundos después. Nos encontramos los dos mirando como idiotas la cama deshecha.

—¿Quieres hablar? - él pregunta.

Lo miro.

—¿Tú quieres?

Me mira.

—No sé - dice, algo ido

—¿Estás bien? - pregunto

—No lo sé, Emily - medio que gruñe y mi pecho se cierra

—Oh - exclamo sin saber qué hacer

—Debo salir - dice sin mirarme

No puedo creer que se irá luego de lo que acaba de suceder, pero aun así digo

—Oh, está bien

Me mira y abre la boca para decir algo, pero luego la cierra.

—Vuelvo en un rato - dice

Asiento con la cabeza, tragando el nudo de angustia que se ha formado en mi pecho.

(...)

No sé qué creía o esperaba, pero definitivamente no me imaginaba esto para el después de mi primera vez. Estar en una cama sola, llorando y anhelando no sé qué cuernos.

Mi mejor amigo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora