Capítulo 32: Intentarlo

981 54 29
                                    

Acorta la distancia que se interpone entre ambos y el olor a alcohol inunda mis fosas nasales. Hago una mueca de desagrado, pero intento desechar mis pensamientos sobre su aroma.

Él ha dicho que ha sido perfecto.

Sólo está siendo amable.

Es cierto, sólo lo dice porque está borracho y quiere disculparse por su anterior comportamiento totalmente fuera de lugar.

Me mira intensamente, buscando algún tipo de rastro en mis ojos.

—¿Lo fue para ti? - susurra algo sonrojado

No sé si responderle o no. Me ha lastimado horriblemente hace apenas unos minutos.

—Em - pide—¿Fue especial?

Lo miro.

Suspiro y abro la boca, pero no me salen las palabras. Fue mucho más que perfecto, hasta que salió disparando.

Su mano se eleva para alcanzar mis mejillas, pero me quito de prisa. No puedo aceptar que me toque. No se ha comportado bien y además no me fío de mí.

—Creo que es mejor hablar cuando estés sobrio - sugiero—Estás borracho y no sabes lo que dices

En sus ojos noto la decepción, pero al final accede y con un gesto dice

—Tienes razón. Ve a dormir

Le hago caso, sólo porque no puedo soportar estar en la misma habitación que él sin tirarme encima o gritarle alguna cosa por ser un idiota.

Es demasiado idiota.

Llego a mi dormitorio y tranco con llave. Me desplomo en la cama y cuando quiero recordar, ya he caído rendida nuevamente ante Morfeo.

(...)

—Estoy jodidamente exhausto - exclama Tylor y me provoca un sobresalto. Lo miro y se ríe—Lo siento, no quería asustarte

Sonrío.

—Está bien, soy algo asustadiza - digo, porque es cierto—Yo también estoy agotada

—Carajo, ha sido un día de mierda - dice y no deja de parecerme grosero escuchar a la gente decir tacos. Es decir ¿por qué no pueden hablar normalmente? No es como si fuera tan difícil. Puedo entenderlo cuando uno está enojado o nervioso, pero cuando la vida es normal y calmada no tiene un sentido.

—Sí...-susurro sin saber bien qué agregar

Para mi total sorpresa, Tylor se sienta conmigo en el suelo de la biblioteca y mira mi trabajo. Hoy me ha tocado ordenar los libros de cocina.

—¿Te gusta hacer esto? - pregunta

Mis mejillas se ponen calientes. No deja de intimidarme con su...su...no lo sé...su todo.

—Humm, sí - digo

—Qué aburrimiento - silba

—Es preferible a la caja - murmuro y él carcajea

—Hablas del aparato como si fuese una especie de monstruo - dice y hago una mueca

—Es algo así - exclamo apenas audible, pero lo suficiente como para que él me escuche y se eche a reír de nuevo.

Intento sonreír con él, pero me avergüenza su presencia por alguna razón que ignoro.

—Entonces....-dice y lo miro—¿No tienes novio o algo así?

Mis ojos se abren como dos platos.

¿Luke entraría en la categoría 'algo así'?

No lo creo.

Mi mejor amigo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora