Capítulo 46: Lazos de parentesco

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Estoy despierta hace más de dos horas observando el techo y escuchando cómo mi novio ronca a pata tendida sobre mis pechos. De hecho está babeando.

He ideado una y mil formas de salir de aquí, pero siempre me encuentro con el mismo dilema: Melissa y Mery.

Dios mío, ¿qué voy a hacer cuando tenga que aparecerme allí abajo? Puedo escuchar las voces desde aquí, aunque no distingo lo que dicen. Mery suele despertar muy temprano por las mañanas.

Acaricio el cabello de Lucas mientras pienso en el rumbo que han tomado nuestras vidas en tan poco tiempo. Mi mente divaga hacia mi madre, que en pocos días estará de nuevo en la ciudad, aunque como siempre, por muy poco tiempo.

A veces me cuestiono si su forma de vida es realmente una necesidad o si de alguna forma está escapando de algo. Si yo fuese madre, creo que no soportaría estar alejada de mi hija, y buscaría la forma de sobrevivir sin tener que irme al otro extremo del mundo.

-Buenos días - exclama Luke con la voz ronca.

Levanta la cabeza y me mira con los ojos hinchados de dormir y el cabello enmarañando. Luce adorable.

-Hola - sonrío-¿Dormiste bien?

-Como un bebé - confiesa y me besa un pecho. Ignoro la sensación placentera que presiona entre mis muslos-¿Tú?

-Hasta que tus ronquidos me despertaron, sí, muy bien - reprocho

-¡Oye! - chilla-Este papito no ronca

Ruedo los ojos y me remuevo

-Sí lo haces

Me siento en el respaldo de la cama y me deleito cuando deposita suaves besos en el valle de mis senos. Sus manos sujetan con fuerza mi cintura desnuda y noto cómo todos mis sentidos comienzan a ceder a sus encantos.

Me toma una mano, la besa y se la lleva a su pene. Abro la boca sorprendida por la dureza casi metálica que allí se acumula.

-Seremos silenciosos - murmura con una sonrisa siniestra

Me espanto.

-¡NO! - medio que grito

Sus caricias en mi vientre se acrecientan y cuando quiero recordar, sus dedos incursionan bajo mis bragas.

-Oh carajo - susurra mirándome-¿Esto es por mí?

Me sonrojo y me retuerzo.

-¿Estás empapada por mí, verdad? - me besa el abdomen y sus dedos se deslizan en mi interior. Tomo una almohada y me tapo la cara.

Él la quita.

-Chst. De eso, nada. Quiero ver esa cara de goce - dice

Oh por dios.

En un movimiento muy rápido y preciso se quita los pantalones y rebusca hasta dar con un condón. Observo embelesada cómo se lo coloca y me separa las piernas.

-Será rápido amor - susurra y me penetra con fuerza-Cierra esa boquita o nos pillarán

De veras que intento no gritar cuando su pene me invade, y lo logro aferrándome tanto a las mantas que temo fracturarme un dedo.

-Ay carajo - murmura Lucas. Su tibio aliento me da de lleno en el oído y me provoca un espasmo.

Su virilidad entra y sale, acompasada con el ritmo de mis caderas. Esto es sensacional.

Y es mejor sabiendo que nos pueden descubrir.

-Joder nena, qué bien te siento - dice y sencillamente, estallo a la par que él.

Mi mejor amigo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora