Capítulo 36: Roces

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Estoy muy confundida ahora mismo y no puedo pensar con claridad. Lucas me arrastra literalmente por la acera, hasta que llegamos al auto.

No sé si está enfadado, nervioso o si simplemente es él en un estado frenético.

Acaba de decirle e Tylor que soy su novia, y no sé cómo interpretar eso. Por un lado me emociona pero por el otro, sé que lo dijo para marcar su territorio. Estoy segura que siente a Tylor como una amenaza.

No me habla y arranca a Willy haciendo ronronear el motor. Estoy tentada a poner los ojos en blanco, pero me reprimo.

Decido hablar.

—¿Cómo te ha ido? - pregunto

—Bien - responde cortante

Arrugo la frente y miro hacia afuera.

—¿Estás enfadado conmigo? - pregunto

Me mira por un instante y luego vuelve a concentrarse en el manejo.

—¿Debería estarlo? - me pregunta

—No lo sé, estás siendo borde

—No, no lo estoy - dice

Pongo los ojos.

—Como digas - murmuro y decido no indagar más

(....)

Cuando llegamos a casa, tira todas sus pertenencias encima del sofá y yo voy detrás a ponerlas en su sitio. No entiendo por qué le cuesta tanto ordenar mínimamente la casa. No es difícil llegar y colgar las cosas en el perchero que existe para  eso.

No dice palabra y se tira en el otro sofá a juguetear con el celular.

Decido ignorarlo. Definitivamente no me imaginé esta actitud de su parte, creía que después de esta mañana se mostraría más afectuoso. Sólo me besó delante de Tylor para molestarlo, lo cual me resulta ridículo.

Estoy enfadada ahora mismo y prefiero que no me dirija la palabra por un rato.

Entro en la cocina y pongo la pava a hervir, mientras chequeo los mensajes del día.

"Te echo de menos. ¿En qué estás?"

No había visto el mensaje, que escribió a las 15pm. Por un momento me entra la culpa, pero descarto esas ideas en cuanto entiendo que estaba ocupada ganándome la vida.

Mi mente divaga hacia mamá y tiemblo al pensar en su reacción cuando se entere de mi relación con Luke.

—Tengo que cuidar a Mery esta noche - exclama y me provoca un sobresalto

Jadeo y me giro para enfrentarlo.

—Oh, está bien - es lo que digo, porque no sé qué más decir. Me duele un poco que no me invite, siempre lo hace cuando le toca cuidar a su hermana. Ella y yo nos llevamos estupendamente y hace mucho tiempo que no la veo.

—Bien - ladra y se retira

Aprieto las manos y los labios.

¿Qué cuernos le sucede?

No voy a correr tras él como una idiota desesperada. El problema conmigo es suyo, por lo cual es él el que debe enfrentarme.

(...)

Una hora más tarde todavía no se ha dignado a hablar conmigo. Decidí encerrarme en la habitación a leer la segunda parte de la trilogía. Siento una opresión en el pecho al leer lo desolada que se encuentra Anastasia tras sus cinco días sin Cristian.

Mi mejor amigo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora