Snitch

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Despertar con Harry acurrucado a su lado, era en definitiva una de las mejores sensaciones. Su respiración era acompasada, su cuerpo relajado y sus labios demasiado besables, no se contuvo de atraerlo más a su cuerpo y besarlo. De inmediato se dio cuenta que realmente Harry estaba despierto porque le devolvió el beso sin dudarlo.

-Estabas haciéndote el dormido

-No, claro que no- dijo con sarcasmo. Draco pasó su mano por la cintura de Harry atrayéndolo

-Me encanta esto- dijo Harry acariciando la línea de su mandíbula

Draco cerró los ojos -A mi también, como no tienes idea. Pero deberías ir a tu cuarto

-¿Me estás botando?- preguntó divertido

-No quiero causar mala impresión a tus padres. Aún necesito que me den refugio en tu casa

-Sabes que te puedes quedar siempre aquí, a ellos no les importaría

-Realmente son de lo mejor- contestó agradecido y luego de unas caricias y besos Harry tuvo que salir antes que sus papás se den cuenta.

Draco se quedó echado en la cama un buen rato, procesando todo lo que le estaba pasando y luego decidió que era hora de cambiarse. Había escuchado pasos probablemente era la Sra. Potter bajando, así que pensó en que quizá podría ayudarla aunque no tenía ni idea.

Entró a su baño, se dio una ducha rápida, se puso la ropa que le había dejado Harry y se peinó aunque de una manera desordenada como no le hubiera gustado a Lucius.

En el lavamanos seguía el anillo de los Malfoy que se había quitado ayer, así que prefirió guardarlo junto con el anillo de compromiso que se quedó. Se preguntó vagamente si es que los vendería cuanto costaría aunque desechó esa idea de inmediato, después de todo eran reliquias familiares y él aún seguía siendo un Malfoy.

Mientras arreglaba su cama se dio cuenta que encima de la mesita de noche había un pequeño paquete. Curioso lo tomó, estaba escrito su nombre así que rompió el papel. En el interior se encontró con una cajita, y dentro de ella un colgante.

Era una pequeña snitch plateada que brillaba, estaba perfectamente tallada aunque solo tenía un ala. Le sonrió al colgante, estaba claro que era un regalo de Harry, así que se lo puso y terminó de acomodar su cama.

-Buenos días- saludó al ver a Lily

-Oh, hola Draco- le contestó sonriente

Él paseó la vista por la cocina, Harry le había comentado que a su mamá le gustaba encargarse mayormente de las comidas. Parecía tan feliz, él se quedó a su lado viéndola.

-¿Me ayudas a cortar el queso? ya tengo casi todo listo- dijo Lily y luego vio hacia el colgante que traía -Veo que Harry ya te dio tu regalo

-Sí

-Nos demoramos un montón porque Harry no se decidía qué regalarte. Al final se decidió por un colgante, pero como quería que sea único nos demoramos dos días más en lo que pensaba el diseño y los confeccionaban

Draco la vio asombrado -¿Harry también tiene uno?

-Si- respondió -Veo que Harry no te explicó nada de eso

-La verdad que solo lo encontré en la mesa de noche

Lily sonrió divertida -¿Entonces no sabes que refleja tus emociones?- preguntó, Draco negó -Si te sientes bien, alegre, divertido, orgulloso, enamorado. Estará tal como lo está ahora

-¿Y qué pasará cuando me sienta mal, enojado o asustado?

-Ya te darás cuenta cuando ocurra- dijo Lily dejándolo con la intriga

¿Malfoy y Potter? ----- DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora