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Desde esa graciosa escena de celos de el señor Vachirawit y mi almuerzo con Nani, habían pasado unas dos semanas, semanas en las que cuando nos teníamos que ver por trabajo con otras personas alrededor la forma en la que sabíamos que mi oficina sería una vez más fiel testigo de nuestros deseos era verlo a el mordiendo levemente su labio inferior y yo respondía aflojando un poco mi corbata.

Y si, el mordía su labio siempre y yo aflojaba mi corbata siempre también, después de esas señales solo tenía que esperar la hora del almuerzo de todos, o la hora de salida en la tarde, entonces podía verlo entrar en mi oficina nuevamente con una sonrisa, mientras caminaba hacia mi quitándose la ropa, ese hombre de verdad hacia que olvidé mi autocontrol.
Pero la fecha para grabar el comercial se acercaba, y si se había puesto celoso por una sonrisa que le dedique a mi amigo al recordarlo, seria aún peor al ver la forma en la que actuamos cuando estamos juntos, estaba seguro que ese día no iba a pasar rápido.

Habíamos pedido permiso a la ciudad para cerrar una de las calles principales para grabar aquel día, y asi poder hacerlo con tranquilidad.
Me encontré con Bright en la empresa y fuimos juntos al lugar de filmación, cuando bajamos del auto Nani corrió hacia mi.

¡Amigo es bueno verte otra vez! —exclamó abrazándome—. Desde ese almuerzo ya no pudimos vernos más.

Es que eres un hombre muy ocupado Nani, siempre trabajando.

Tienes razón lo siento, lo siento —afirmó sonriendo y pellizco mi mejilla—. No te he podido dedicar tiempo.

¡Oye! —reí—. Pero de verdad agradezco que estés aquí hoy amigo.

Sabes que siempre haré lo que me pidas Metawin.

Sonreí al escuchar eso de mi amigo, pero luego recordé a la persona a mi lado que tragaba saliva con fuerza mientras nos escuchaba.

¡Mira Nani es el Bright! —exclamé acercándolo a nosotros—. Será la imagen principal del comercial, es un piloto de formula uno.

Se quién es Win, sabes muy bien que soy aficionado a la velocidad también —afirmó extendiendo su mano hacia el—. Es un gusto conocerte Bright.

Igualmente Nani —respondió el estrechandola.

Déjame decirte que tu carrera en Italia fue de las mejores que he visto en mi vida —afirmó sonriendo.

Gracias —respondió este aún serio.

Bueno por allá está vestuario y maquillaje —mencionó Nani apuntando una carpa en la calle—. Puedes ir a prepararte allí.

¡OK! —exclamó Bright mirándome—. ¿Vamos?

Necesito discutir detalles del comercial con Nani, puedes ir tú —sonreí—. No te preocupes.

Ese hombre se alejó caminando con fuego en los ojos, aún desde lejos podía sentir su mirada de cazador sobre nosotros, porque no era solo sobre mí, si no también sobre mi amigo.
Lamentablemente para el, entre Nani y yo siempre a habido un juego de coqueteo, desde que descubrí que me atraían los hombres había sido así, pero era solo eso un juego. No podíamos evitarlo estemos dónde estemos hacíamos lo mismo, era como una costumbre entre nosotros.

Oye Win, ¿cuándo me dejarás fotografiarte? —cuestionó mi amigo sonriendo.

Siempre me tomas fotos Nani, ¿¡de que hablas!? —exclamé mirándolo.

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