●◇ 14 ◇●

1.8K 210 39
                                    

Cuando llegamos al autódromo ya habían llevado a un hospital a Bright, le pregunté a su equipo dónde y fuimos hasta allá, entre a emergencias y vi a su tío apoyado contra la pared llorando.

—Señor Kik, señor Kik —corrí hacia el—. Dígame, dígame, ¿cómo esta? ¿Cómo esta Bright? —cuestione desesperado.

—¿Señor Metawin qué hace aquí? —cuestionó ahora el sorprendido.

—¡Por favor solo dígame cómo está Bright! —repetí mirándolo a los ojos.

—Aún no me han dicho nada desde que entro allí —respondió entre sollozos—, pero el golpeo su cabeza, estaba sangrando.

No podía creerlo, no quería creerlo, el tenía que estar bien, tenía que estar bien, rogaba por que este bien.

Me quedé allí con su tío y Nani a esperar noticias, pasaron horas, pero nadie salía a decirnos nada.

—Voy a buscar café Win —dijo Nani levantándose—. ¿Esta bien?

—Esta bien amigo —respondí y cuando el se fue, un doctor salió de la sala.

—Familiares de Chiva-aree —llamó en voz alta.

—¡Yo! —dijo su tío y se apresuró a ir con el doctor—. Yo soy su tío, por favor dígame que está bien doctor.

—Pueden estar tranquilos el va a estar bien, el golpe no daño ninguna parte importante del cerebro, ahora solo tenemos que esperar que la inflamación disminuya y el despertará —afirmó sonriendo—. Pronto lo llevaran a una habitación común y podrán verlo.

—¡Dios! —exclamó el señor Kik estrechando su mano—. Gracias doctor, muchas gracias.

Luego de escuchar eso pude volver a respirar, el estaría bien, y era lo único que necesitaba saber.

Pero cuando lo movieron a una habitación normal el aún seguía inconsciente, así que me quedé allí, a su lado, esperando que despierte.

—Señor Metawin no es necesario que se quede —afirmó su tío acercándose a mi—. Yo estaré aquí con el, no tiene que preocuparse.

—Si no le importa quiero quedarme aquí —dije mirándolo—. Por favor déje que me quede señor Kik.

—Esta bien señor Metawin puede quedarse —respondió un poco sorprendido—. No sabia que se habían vuelto tan cercanos en este tiempo.

—Más de lo que cree —afirmé mirando a Bright—. La verdad es que tenemos muchas cosas en común.

—Entonces aprovecharé su presencia aquí para llamar a su madre y decirle que no tiene de que preocuparse —mencionó caminando hacia la puerta.

—¡Esta bien! —exclame sonriendo.

Luego de ver salir a su tío, me senté a su lado, el se veía tan tranquilo, parecía estar durmiendo y aún así seguía viéndose guapo, tomé su mano apoyándola en mi rostro, y sentí su calor en ella.

—Por favor Bright despierta —suplique—. Tienes que volver a mi, te prometo que seguiré aquí cuando lo hagas —afirmé acariciando su rostro—. No me movere de aquí hasta que lo hagas.

Un día entero paso, pero el no despertó, yo no me había movido de allí en ningún momento, no quería hacerlo.

—Señor Metawin porqué no va a descansar —dijo su tío acercándose a mi—. Si el llega a despertar lo llamaré se lo prometo.

SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora