Secreto

●◇ 13 ◇●

Aquel día volvimos a ver el amanecer sobre el auto a toda velocidad, no quería detenerme, no quería volver, pero teníamos que hacerlo.

—Debemos volver —afirmé mirándolo.

—No, solo sigue conduciendo —dijo sonriendo.

Seguir conduciendo era algo que también yo quería hacer, pero no podía, entonces detuve el auto al costado de la carretera.

—De verdad tenemos que volver —repetí respirando profundo.

—¡No quiero hacerlo! —exclamó haciendo un puchero.

—¿De qué quieres escapar? —cuestioné entonces.

—No estoy escapando de nada, solo quiero que sigas conmigo —respondió—. Se que si volvemos el que escapara eres tú.

—¿Estas tan seguro de ello?

—Lo has hecho desde que nos conocimos.

—Tienes razón, pero...

—Pero —pronunció mirándome.

—¿Qué tengo que hacer para probarte que no volveré a escapar de ti?

—Duerme conmigo.

—Eso también es algo que he hecho desde que nos conocimos —reí.

—No, quiero que duermas conmigo y que cuando despierte estés allí todavía —afirmó mirándome a los ojos.

—No me veo bien en las mañanas —respondí riendo—. ¿Aún así quieres dormir conmigo?

—Mientras sea contigo puedes convertirte en un ogro si quieres, pero debes seguir allí al otro día.

—Esta bien, lo haré.

—¡Eres demasiado fácil de convencer! —exclamó sonriendo.

—Si lo sé, pero si querés puedo hacerlo más difícil para ti.

—Te gusto, no podrás hacerlo.

—Estas demasiado seguro de ti mismo.

—Pero aún así te gusto —sonrío.

Me gustas, si esas palabras habían salido de mi boca, porque cuando lo vi recostado en el asiento con los ojos cerrados mientras el viento despeinada su cabello me di cuenta que eso era verdad, el me gustaba mucho, y era algo que ya no quería seguir negando.

Volvíamos a la ciudad para cumplir mi promesa y Bright recibió una llamada de su tío, surgió un problema con el auto, así que tenía que ir a hablar con sus mecánicos, entonces su idea de dormir y despertar conmigo se arruinó.

—¡Creo que tu plan fracasó! —exclamé riendo.

—¿Estás feliz por eso cierto? —cuestionó serio.

—Claro que no, quería que me hicieras el desayuno.

—Será la próxima —sonrió.

Lo dejé en su departamento porque lo recogerían de allí y yo volví al mío. Al llegar solo me acosté a dormir, desperté casi a las tres de la tarde, revisé mi teléfono por si había algún mensaje de Bright pero nada, no quería molestarlo entonces solo decidí esperar a que el se comunicara conmigo.
Pero mientras comía algo empecé a revisar las redes sociales y se había difundido el rumor de que habían saboteado su auto porque la carrera se acercaba, me preocupó un poco entonces decidí escribirle.