𝘁𝘂́ 𝗰𝘂𝗹𝗽𝗮. (𝖼𝗁𝗋𝗂𝗌 𝖾𝗏𝖺𝗇𝗌 𝗒 𝗍𝗎)

capítulo ocho: la cena.

⚠️advertencia: este capítulo contiene escenas de sexo, léelo bajo tu responsabilidad.

estaba en la puerta de la casa de los padres de chris, mis manos sudaban y mi corazón latía fuerte, tengo a él hombre el cuál me metió en todo esto al lado mío.
me mira antes de tocar la puerta.

— Chris, no puedo hacerlo.

— si puedes, solo respira y actúa normal.

sus palabras no me tranquilizan para nada, pero solo suspiré y miré la puerta, tronando mis dedos por el nerviosismo.

la puerta se abrió, mostrando una figura de una mujer anciana, traía un traje de mayordomo, la miré dudosa y luego a chris el cuál le mostró una sonrisa mostrando sus dientes, su sonrisa se mostraba cálida y feliz, la primera vez que vi una sonrisa así en su hermoso rostro.

— Elizabeth — chris soltó ese nombre para luego solo abrir los brazos y abrazar a la anciana la cuál aceptó el abrazo y dejó pequeñas palmadas en la espalda de chris.

— oh, chris bienvenido de nuevo, cielo — la anciana se separó de él con una sonrisa sincera y que mostraba su felicidad al tener a él muchacho enfrente de ella.

miré esa escena con ternura, sonriendo a la vez que los veía, miré a chris el cuál cuándo me vio, mordió su labio nervioso y carraspeo, poniéndose a mi lado, abrazando mi cintura con su brazo.
me moví un poco, nerviosa por su toque, pero rápidamente retomé mi compostura y miré a Elizabeth sonriendo.

— Elizabeth, ella es ______ — me miró y yo también, una sonrisa comenzaba a salir en sus labios — es mi novia — dejó un beso en mi frente y yo cerré los ojos al sentir sus labios en mi piel, luego miré a la anciana enfrente de mi y extendi mi mano.

— soy ______ es un gusto poder conocerla al fin, señorita Elizabeth, chris habló mucho de usted — mentí, mentí por primera vez en toda la noche y un sentimiento de culpa inundó mi mente, pero tenía que hacerlo y todo por culpa de chris.

la anciana soltó una pequeña carcajada y unió su mano con la mía, mostrándome una cálida sonrisa también a mi

— debes ser especial, chris no habla de su familia con nadie — trage duro, ¿la cague? — pero igualmente, el gusto es mío, señorita ______ y por favor, solo dígame Elizabeth.

asentí leve y luego de unos minutos hablando con ella, entramos y mis nervios lo hicieron conmigo.
chris aún me guiaba con el brazo en mi cintura mientras que Elizabeth iba conversando con él enfrente de nosotros.

llegamos a un salón el cuál parecía ser la sala de estar, miré la decoración y lo que más destacaba era los colores dorados combinados con el blanco de los sillones. mi miraba paseaba fascinada por todos los rincones de la casa, y pensar que mi pequeño departamento con colores grises me parecían lo más lujoso que tuve.

reí leve para mí por mi comentario y Chris me miró, apuntando con su mano libre al sillón delante mío.

— siéntate y siéntete cómoda — al escucharlo asentí leve y me senté, cruzando mis piernas acción la cuál me costó un poco ya que él vestido era apretado y limitaba mis movimientos.

chris se sentó junto a mi y puso su mano en mi muslo, le estaba por reclamar pero la voz de la anciana Elizabeth resonó en la habitación y supe que aún tenía que seguir con mi juego.

— en un momento llegarán tus padres, cielo aún están en una reunión de trabajo, mientras tanto estaré por la casa, limpiando algunas cosas — mostró una dulce sonrisa y chris asintió — ¿quieren algo de tomar antes de que me vaya?