capítulo cuatro: ¿celos?

1.5K 109 5
                                    

habían pasado más o menos unas tres semanas desde lo qué pasó con chris, estos días habían sido algo agitados para mi, me concentraba más en mi trabajo y veía a chris algo distante, lo cuál en algún punto hacía que mi pecho doliera un poco, aún me parecía un poco loco el pensar qué mi jefe podía llegarme a atraer.

bufé mientras acomodaba los papeles de mi trabajo ya terminado, hoy era el último día para entregar éste trabajo y corría con la suerte de que lo terminé rápido, agarré los papeles entre mis brazos y me levanté de la silla, comenzando a caminar hacia el despacho de chris. una vez ahí, estaba por golpear levemente la puerta cuándo escuché leves carcajadas por dentro, contuve mi respiración por unos segundos para poder escuchar mejor pero solo negué y solté un suspiro, golpeando levemente la puerta. una, dos, tres veces lo hice y nada.
rodé los ojos y entré, pude ver a chris en su asiento mirando fijamente a una chica, la cuál estaba sentada arriba de su escritorio.

apreté los dientes, ¿eso me molestaba? tal vez un poco. carraspeo y ellos dos se fijan en mi, chris borra la sonrisa de su cara y la chica me mira de reojo, me acerco con un paso firme y tranquilo.

— ¿sabes lo que es tocar la puerta? — chris por fin habló, con un tono de enojo. yo solo rodé los ojos levemente y dejé los papeles sobre su escritorio — ¿y esto? — él revisó vagamente las palabras y levantó la vista hacia mi.

— es el trabajo que me pidió, venía a entregárselo y sí, si toqué la puerta unas cinco veces, pero usted no escuchó así que entre porqué quiero que sepa que entregué el trabajo temprano — diciendo eso, fije mi mirada en la chica, vestia mi mismo traje, su cabello era rizado y un color anaranjado se hacía presente, las pecas en la parte de su nariz y mejillas se presentaron apenas cruzamos miradas, sus ojos color esmeralda también se hicieron notar. era una chica guapa, no lo puedo negar. luego vi a chris, él cuál se encontraba leyendo mejor mi informe, le presté atención a su traje, estaba un poco desordenado a igual que su pelo, el cuál él siempre mantiene bien peinado.

al mirar su pelo, recordé cómo mis manos recorrieron esos mechones en el baño del bar, tal vez fueron los pensamientos ya que sentí cómo mordí levemente mi labio inferior, el cuál solté apenas me di cuenta. para ya unos minutos de puro silencio, chris habló, cruzando nuestras  miradas.

— bien, está todo correcto, mañana apenas tengas tiempo ven a retirar tus otro papeles. puedes irte — guardó los papeles en un cajón mientras yo asentí y me dispuse a salir de ahí.

me encontraba en mi silla de escritorio con una batalla de pequeños sentimientos en mi interior, ¿es la pareja? o ¿solo es algo por poco tiempo?. las preguntas inundaron mi mente apenas me puse a pensar en eso, tal vez eso de darme el tiempo de conocerlo será difícil, hay muchas cosas por delante y también está en juego mi carrera.

mordí mi labio con nerviosismo, noté cómo unas cálidas manos se posicionaban en mis hombros, haciéndome unos pequeños masajes en estos.

— te noto tensa, ¿mucho trabajo? — la voz de sebastian no tardó en hacerse presente, una vez yo solté una pequeña carcajada y me giré con mi asiento, lo miré, solo logré soltar un suspiro de cansancio y asentí, acariciando mi frente por la frustración — tranquila, ya casi es fin de semana, podrás distraerte esos días —

— distraerme cómo llevarme a un bar y luego dejarme sola para que me lleve chris, ¿verdad? — lo miré desafiante, él solo apretó la mandíbula y yo solté una carcajada — aún no te perdonaré por eso

— lo sé — bufó y se apoyo en mi escritorio — perdón por eso, pero no tienes que recordarme lo siempre, ______ — su tono de voz se notaba un poco triste y yo solo rodé los ojos divertida y me paré, abrazandolo, él correspondió al instante.

pude notar el calor que emanaba su cuerpo y el olor a perfume ya yéndose, inhale y exhale por la nariz, dejándome embriagar por el olor dulce del perfume. estuvimos un tiempo así, solo disfrutando del abrazo hasta qué él dejó un beso en mi cabeza y se separó.

— me gustaría continuar con el abrazo, pero tengo que seguir trabajando, podemos hablar ya en el pequeño break qué tendremos — me mostró sus dientes blancos por una sonrisa y yo hice lo mismo, despidiendo me de él y volviendo a mi trabajo.

las horas habían pasado muy rápido, había salido del trabajo y llegado a mi casa, noté qué tendría que hacer compras, así que rápidamente me vestí con un shot de Jean y una remera de tirantes negra, me coloqué mis zapatillas, para luego salir de mi apartamento.

estaba pensando también pasar por la tienda de ropa, tenía que empezar a renovar mi armario. tampoco tenía que comprar mucho, ya qué no podía gastar todo mi dinero.

una vez compré las cosas necesarias, volví a mi departamento ya qué estaba cerca del supermercado y salí de nuevo, ahora dirijiendome a una tienda de ropa cercana, en el camino le mandé un mensaje a scar por si quería acompañarme a comprar y ayudarme a elegir, dijo que sí y que estaría ahí en más o menos una media hora. por mientras yo me decidiría a solo mirar las prendas por las vitrinas.

entré a una tienda de ropa y le dije a mi amiga cuál era. luego de eso empecé a mirar los conjuntos de ropa y agarré un vestido blanco con pequeños detalles de flores rojas, tenía un volado qué venía de el inicio de los hombros cubriendo toda la zona del pecho, iba a quedar bonito ya qué se estaba acercando el calor.
para no perder la costumbre, agarré una remera floja del cuerpo y un jean color negro.

mientras elegía mi ropa, noté cómo unas tres personas habían entrado al lugar, decidí ver quienes eran y para mi mala suerte, logré ver la cara de chris, el cuál tenía una pequeña sonrisa en la cara. estaba con dos chicas, una conocia bien, era la chica qué hoy vi sentada en su escritorio en el trabajo.

tragué duro, esa imágen me dejaba un sabor raro en la boca, también hacía qué mi corazón latiera un poco más rápido. saqué todas las imágenes de mi cabeza con un suspiro, de verdad chris era un enigma para mi, hace varias semanas estábamos apunto de tener sexo en el baño de un bar, y ahora nisiquiera cruzabamos miradas. ¿eso qué pasó en el baño me dejó algunos sentimientos por Chris? ¿o una simple atracción?

negué levemente y bajé la mirada, para luego suspirar de nuevo y levantar mi cabeza, cruzando mirada por primera vez desde qué entro, con chris. su sonrisa se borró y vi cómo su mandíbula se marcó.

mordí mi labio inferior nerviosa y me di la vuelta, tenía qué escapar de aquí, sería muy incómodo si tenemos que cruzar palabras. me dirigí a paso rápido hacia los probadores, una vez dentro de uno, solté todo el aire qué tenía acumulado en mis pulmones, ver la expresión de Chris hacia mi, una seria y al parecer incómoda, me demostraba qué no quería tenerme cerca, nisiquiera verme.

apoyé mis manos en el espejo de adelante y me miré, negué levemente, comencé a sacar las prendas de mi cuerpo, quedando en ropa interior, miré a mi costado, descolgando el vestido qué había agarrado y mirando sus detalles.

mis acciones se vieron interrumpidas por el ruido de las cortinas abriéndose y cerrándose, no logré girarme del todo qué una mano me tapó la boca y otra agarró mi cintura, acorralando me de espaldas a el espejo, respiré con dificultad y subi mi mirada, notando lo asustada qué estaba, pero mi miedo se transformó en nerviosismo cuándo me encontré con unos ojos celestes qué conocia bien.

— mantente en silencio, por favor — su voz se notaba suplicante entre su susurro, asentí levemente y tragué duro.

ahora me encontraba con chris en un probador, en una pose no muy bien vista para los qué no sepan qué pasa y con sus suaves manos en mi piel.

𝘁𝘂́ 𝗰𝘂𝗹𝗽𝗮. (𝖼𝗁𝗋𝗂𝗌 𝖾𝗏𝖺𝗇𝗌 𝗒 𝗍𝗎)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora