capítulo diecisiete: _____ detective.

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luego de un par de días, chris ya se había mejorado y había salido del hospital, aunque realmente había sido golpeado por henry, no era grave así que no estuvo mucho tiempo.

mientras intentabamos arreglar el problema en que nos metí, algo no dejaba de rondar en mi cabeza los últimos días.

"el mensaje"

ese maldito mensaje no salía de mi cabeza. no había tenido el valor de preguntarle a chris muy bien que era, tampoco quería molestar y aparte no éramos nada, no tenía ese derecho.

pero, la curiosidad mató al gato, así que en vez de preguntarle a él, me puse a investigar, ¿y quién mejor para saber de chris? exacto.

— sebastian, ya dime.

— ¿qué quiere que te diga, loca? —

sebas rondaba de acá para allá, fingiendo hacer tareas del hogar. había llegado hace media hora a su casa y me había dado la tarea de investigar a fondo todo.

— ya te dije, chris, mensaje — hice un movimiento con mi mano, separando las palabras.

— ¿y qué te dice que yo sé sobre eso? — me miró un segundo. noté que mentía, porque cuando lo hace, no puede mantenerte la mirada fija más de unos segundos y sus pupilas tiemblan.

entrecerré los ojos, cruzandome de brazos y al hacerlo, escuché como sebastian pasaba saliva duramente. sonreí de lado al notar cómo su nerviosismo se hacía notar cada vez más.

— déjame en paz y vete, ______ — carraspeó y se fue a la cocina.

obviamente lo seguí, no pensaba rendirme fácil.

— vamos solo quiero saber quién era la del mensaje — protesté.

— ¿la?¿y qué te hace pensar qué es chica? — me miró, con una sonrisa socarrona en sus labios.

pensé unos minutos, sorprendida y mordí mi labio.
suspiré cuando escuché la risa de sebatian, ¿era una broma?, parecía que hablaba enserio.

— ¿osea que no es chica?¿a chris le gustan los hombres?

— no lo sé, no hablamos sobre su sexualidad, aunque estás muy preguntona, ______

me encogí de hombros y él pensó unos minutos, sabía que algo tramaba y escuché su intento de broma.

— ¿y si es henry? tal vez tú eres la metida en la relación perfecta, dejalos ser felices — soltó una carcajada y yo gruñí, soltando una pequeña risita pensándo en su idea.

— no me hagas pensar en eso — negué levemente y reí, suspirando luego — si eso fuera cierto, ¿entonces por qué se golpearon hasta sangrar?

noté como la espalda de sebastian se contrajo por debajo de su camiseta, levantando levemente sus hombros, pensando en que decirme, para luego darse la vuelta y mirarme.

— ¿del odio al amor? o mejor, ¿les gusta eso del sado? — me sonrió y pensó unos momentos negando levemente — en todo caso, ¿de enserió lo pensaste?

frunci el ceño hacia él, al notar mi ceño fruncido se me acercó, besando mi frente para luego darme un golpecito en el entrecejo con su dedo. me quejé y noté como se iba fuera de la cocina, tomé su brazo y lo volví al sitio, estampandolo contra la pared.
su rostro mostraba sorpresa y seguro que el mío también, no sabía como hice para moverlo. negué levemente y fijé mis ojos en los suyos, intentando indigadar entre su mente, como si tuviera poderes.
él corrió la mirada, solía hacer eso cuando estaba nervioso, me molestaba que lo haga así que con una de mis manos tomé su rostro por su barbilla y bruscamente hice que me mire.

— dime todo lo que sepas, sebastian stan —

noté como su cuerpo se tenso al escuchar su nombre completo salir de mi boca.

— no sé nada, ______ — quitó mi mano de su rostro con delicadeza y suspiró — solo te sugiero que no te metas, chris no es alguien que sabe lo que quiere —acarició mi cabello y yo lo aparté —

— yo sé lo que quiero — gruñi.

— no sé nota — me miró, tristeza se notaba en sus ojos y yo solo rodé los míos.

— quiero que me digas solo lo que sepas y prometo.... alejarme de chris —

— no tienes que alejarte de chris por mí, tonta — negó levemente — si no por ti misma, date cuenta que no es alguien bueno ahora

— ¡no lo entiendes, sebastian! —

— lo entiendo mejor que nadie, créeme.

con eso, me apartó con cuidado y salió de la cocina, sin antes decirme algo.

— "jennifer hitman" — rodeaba ese nombre en el papel una y otra vez, pensando en que paso dar con ese nombre que me había soltado sebastian.

— ¿aún nada? — scar se hizo presente, colocando con cuidado una taza de café delante mío.

negué suspirando y tomé un sorbo del café, sintiendo como su sabor fuerte me daba las suficientes energías.

— ¿qué piensas tú?

— que te estas haciendo mucho la cabeza, amor — se sentó enfrente mío, tomando de su taza con decorado de vaquita — ¿para qué necesitabas a esa chica?

me encogí de hombros y luego fijé mi mirada de nuevo en la hoja. automáticamente el foquito arriba mío se prendió y yo miré a scar, sonriendole.

— ¿una idea? aunque me da miedo cuando sonríes con tus ideas.

— ¿tienes los expedientes de las personas que trabajaron en la compañía?

— no, eso lo tiene sebastian que es la mano derecha de chris.

— mierda, él no va a querer darmelos.

— oh...

— ¿oh? — la miré, atenta a sus siguientes palabras.

— el mismo chris, en su computador.

pensé unos minutos y asentí.

— comienza el plan a, entrar ahí y ver que tal con esa tal jennifer.

— ..... aún no entiendo porqué quieres hacer eso — suspiró, rodando los ojos y luego me miró.— ¿cómo planeas entrar ahí?

— tengo mis encantos.... y chris lo sabe — le guiño el ojo, apoyando mi cabeza en la palma de mi mano — hora de ver qué tal con todo ésto.

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⏰ Última actualización: Jun 19, 2022 ⏰

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𝘁𝘂́ 𝗰𝘂𝗹𝗽𝗮. (𝖼𝗁𝗋𝗂𝗌 𝖾𝗏𝖺𝗇𝗌 𝗒 𝗍𝗎)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora