She-Ra And The Nightmare Warrior

Capítulo 2: Nightmare (Parte 1)

—¡Catra, ayuda a Adora! —Gritó Bow mientras esquivaba otro ataque.

—¿Seguro? —preguntó dudosa, a lo que el chico se limitó a asentir concentrado en lanzarle una flecha al animal.

  Catra aun sintiéndose insegura, pero sin pensarlo demasiado, corrió hacia donde estaba She-Ra. Llegando a ver a la distancia como la chica de pelo blanco se asomaba por el agujero por el cual Adora había sido expulsada unos momentos atrás.

—¡Vinimos a ayudar! — Continuaba gritando Adora, sin darse cuenta que el piso comenzaba a agrietarse.

—Si, genial, buen viaje—respondió Eira con una sonrisa, observándola desde la torre.

  De nuevo, She-ra no fue lenta con su reacción, ya que el piso comenzó a colapsar, sin darle tiempo a sujetarse o correrse del lugar.

—¡Adora! —gritó Catra.

  Aceleró, pero aún estaba lejos como para llegar a ayudarla. Aunque para fortuna de ambas, de entre los arbustos salió una figura encapuchada de un chico, quien agarró a Adora del brazo, haciéndola subir antes de que esta colapsara en el enorme vació que se había creado.

  El chico tenía un gran parecido físico con Eira, a excepción de sus ojos, que eran verdes. Vestía un traje bordó con algunos detalles en negro, parecido al de un arquero medieval.

—Mi querido hermano, ¿Por qué siempre arruinas mi diversión? —preguntó Eira, mientras descendía.

—La usas a ella, pero tú no eres mi hermana, Laurel—le respondió con rencor, haciendo que la chica sonriera, y Adora se sintiera confundida al no entender porque estaba refiriéndose a ella con otro nombre.

  El muchacho no medio más palabras, desenfundó su arco y arrojó con gran velocidad una flecha hacia la hechicera. Ella la tomó con una mano, rompiéndola a la mitad, frustrando al chico.

—Demasiado lento y prede...—comenzó a decir Eira en tono jovial, pero de pronto Catra apareció, tomándola por desprevenida y golpeando fuertemente su cara, provocando que esta perdiera la estabilidad y fuera arrojada unos metros.

—¡Eso es por tirar a Adora y por meterte en mis sueños!

  La hechicera se reincorporó lentamente, con una mano apoyada en su mejilla y una mirada de sorpresa a Catra.

—Golpeas fuerte, gatita— Afirmó, para luego teletransportarse detrás de Catra—. Realmente no me esperaba eso de ti—dijo a sus espaldas, con una voz más similar a la que Catra había escuchado en sus pesadillas, provocando que su cuerpo se paralizara.

  Por suerte, antes de que Eira la atacara, She-Ra apareció en escena, impidiendo que cumpliera su cometido y forzándola teletransportarse sobre la construcción enfrente de ellos, para evitar recibir otro golpe.

  Adora ya estaba preparada para lanzarse al ataque una vez más, pero se detuvo al oír a Glimmer y Bow teniendo complicaciones con su contrincante, haciendo que volteé hacia ellos, para luego volver a mirar a la hechicera, sin estar segura de qué hacer.

—Deberías ayudar a tus amigos, She-Ra —le recomendó sonriendo, como si leyera su mente—. Ya podremos encontrarnos nuevamente, pero creo que por ahora esto es todo.

  La chica desapareció tan rápido como había aparecido. Dejando un sabor amargo en Adora, la cual quedó tensa y un tanto frustrada, pero ya no había nada que hacer. Sin pensarlo mucho más, ella, Catra y el misterioso chico, corrieron para ayudar a Glimmer y Bow, listos para una feroz batalla con aquel terrible animal. Sin embargo, su sorpresa fue extrema al observar que la criatura que hacía unos segundos quería devorarlos, se había convertido en un pequeño y adorable felino.