Capítulo 4: Trouble's Coming (Parte 1)

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  Bajo los fuertes rayos de sol, los guardias escoltaron al grupo de cinco hasta donde el pueblo terminaba; siendo este el punto donde tendrían que dividirse e ir a sus misiones correspondientes. La idea de separarse se sentía extraña para ellos, hacía ya tanto tiempo que no se separaban que, en el fondo, nadie quería hacerlo; menos ahora sentían tanta presión, miedo e inseguridad.

  Cuando los guardias se retiraron, Archie tomó un mapa de su mochila y se los entregó a Adora y Catra.

  —Bien, aquí nos separamos—sentenció Archie. Bow y Glimmer, sin poder contener más sus emociones, fueron directo a abrazar a las otras dos.

  —Cuídense mucho—pidió Glimmer emotivamente, mientras se separaban.

  —Si, si, bueno, ustedes también, traten de no morir—respondió Catra fingiendo indiferencia, recibiendo un leve codazo por parte de Adora.

  —¿Por qué siempre tienes que ser tan cortante? —le recriminó Adora, mientras Catra se encogía de hombros vanidosamente.

  —No importa, sé que detrás de esa dura coraza hay un gran corazón—dijo Bow con una sobreactuada emotividad, para luego reír junto con el resto.

  —Buena suerte, nos vemos pronto—les dijo Adora con una sonrisa–. Cuídalos–le pidió a Archie, el cual asintió antes de retirarse con la pareja.

  Paralelamente, en un edificio que parecía estar abandonado, al punto de ya tener plantas creciendo en su interior, se encontraban tres personas: un chico con el cabello muy corto y claro, con un uniforme negro de pies a cabeza en el cual podía verse que traía varios cuchillos y unas espadas en la espalda; y dos chicas, las cuales aparentaban ser gemelas, que se encontraban trenzándose sus largos cabellos rojizos. Parecía que estaban a la espera de que alguien apareciera, el chico lucía un poco más impaciente que el resto. Luego de un par de minutos, Eira entró bufando, un tanto molesta y fastidiada, el chico –que estaba acostado en el suelo– aplaudió irónicamente, enojándola más.

  —Al fin la princesa ha llegado—celebró sarcásticamente, mientras reía, siendo fulminado por mirada de Eira, haciéndolo sonreír desafiante—. Ya veo, hoy no es la princesa—dijo fingiendo tristeza.

  —Sven, por una vez en tu vida, cállate—respondió Laurel de mala gana, siendo su voz la que se escuchaba, aunque fuera el cuerpo de Eira. Sven simplemente soltó una pequeña risa, mientras se sentaba en el suelo.

  —¿Cuál es el plan? —preguntó una de las hermanas, curiosa, levantándose mientras la otra la imitaba.

  —Se dividieron en dos grupos: Archie, brillitos y el intento de arquero irán a la gran cascada, mientras que She-Ra y la gatita se dirigirán a la cueva—les explicó—. Semira y Kaia se encargarán del primer grupo–indicó a las hermanas– y tú, Sven, tú iras a la cueva—sentenció sin mirarlo, sujetando su cabeza ya que comenzaba a sentir un fuerte dolor.

  —No pretenderás que entre ahí, ¿verdad? —preguntó con una sonrisa incrédula, haciendo que Laurel se volteé a verlo, y baje de donde se encontraba, para pararse en frente de él.

  —No habrá mejor momento para eliminarla que cuando esté allí, así que no seas cobarde y haz lo que te digo—le ordenó con enojo, enfrentándolo, generando una tensión que rápidamente se rompió por la risa de Sven—¿Qué? 

  —Lo siento, es que no puedo tomarte en serio si te ves como ella, es tan tierna—le explicó entre risas.

  Laurel, quien ya había perdido la poca paciencia que tenía, usó la magia de Eira para estrellarlo contra una pared cercana. Haciendo que las hermanas observen la escena un tanto incomodas.

She-Ra And The Nightmare WarriorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora