Capítulo 6: No Mercy (Parte 1)

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  El pasillo se llenó de polvo y escombros. She-ra apenas pudo ponerse de rodillas cuando Laurel apareció para atacarla nuevamente, pero los reflejos de Adora le permitieron cubrirse con su escudo a tiempo. Laurel corrió su espada del escudo para patearlo, generando una apertura que aprovechó para tomar el brazo de la otra guerrera.

  —No queremos herir inocentes ¿verdad? —Laurel le sonrió y She-ra la miró desconcertada, pero pronto entendió a qué se refería cuando la primera la teletransportó fuera del castillo.

  Apenas se materializaron, Laurel arrojó a Adora contra la pared de una pequeña casa. El impacto causó bastante dolor en la chica, la cual sabía que, de no haber sido por She-Ra, ya contaría con varios huesos rotos. Adora no tuvo tiempo para recuperarse, ya que tan rápido como abrió los ojos, tuvo que esquivar un puñetazo proveniente de la otra guerrera, el cual chocó contra la pared de la casa provocando que la edificación se terminara de desmoronar. Laurel volvió a la carga con una velocidad y una fuerza que era apenas calculable para She-ra, y eso no eran buenas noticias para una batalla que apenas comenzaba.

  Las guerreras chocaban sus espadas generando grandes estruendos en cada impacto que hacían eco en el abandonado pueblo.

  —¿¡Qué le hiciste a la reina!? —Preguntó Adora mientras forcejeaba con Laurel. Esta última se limitó a soltar una carcajada, alejándose del choque que estaban teniendo, desconcertando a la chica nuevamente y haciéndola enojar un poco más.

  Catra se quedó quieta, cerrando sus ojos, pensando nerviosamente qué hacer en los pocos segundos que tenía antes de que los otros guardias terminaran de llegar. Pero sabía que lo mejor era calmarse primero, por lo que respiró profundo, aclaró su mente, y de pronto abrió sus ojos, mirando al chico con firmeza. Este la observó con nerviosismo, algo de lo que la chica se pudo percatar. Aprovechando esto, con velocidad y delicadeza, apartó la lanza con su mano, para luego sujetarla y empujar al muchacho hacia ella, noqueándolo finalmente con una fuerte patada.

  Mirando a su alrededor, Catra confirmó que los otros ya se encontraban a pocos pasos, por lo que decidió enfrentarlos; después de todo, eran unos cinco soldados jóvenes y llenos de ansiedad. La chica tomó ventaja de esto y ni siquiera les dio tiempo de pararse con propiedad, ya que los empezó a atacar ágil y elegantemente, dejándolos en pocos minutos desarmados e inconscientes en el suelo, mientras ella respiraba agitada y sonreía victoriosa. Había sido más fácil de lo que pensaba, pero su batalla no había terminado ahí: Catra se detuvo a mirar ambos lados del pasillo, dudando en si ir con Bow y Glimmer o con Adora. La chica se tomó unos segundos hasta que decidió qué hacer y, sin bien hubiera querido que aquello fuera su último recurso, agarró el comunicador que Sven les entregó, activándolo. 

  —No sé si ya has encontrado la nave, pero cuando termines puede que mis amigos te necesiten—dijo un tanto molesta por tener que dejar su orgullo de lado y hablarle.

  —¿Dónde están? — respondió Sven sorprendido de que fuese ella quien se comunicaba con él primero y no Adora.

  —En el salón de hechiceros...—aclaró para luego soltar el botón del costado, permitiendo que este le respondiera.

  No le divertía la idea de dejar a Bow y Glimmer a su suerte, pero ellos eran dos y Adora estaba sola y, si su presentimiento era cierto, iba a necesitar de su ayuda con urgencia.

  —Entendido, gatita—le dijo divertido, mientras Catra sentía como su malhumor aumentaba, pero prefirió no seguir, dejando el aparto y yendo en busca de Adora de inmediato.

  Sven y Keira habían podido localizar la nave y se encontraban a unos metros de esta, observando el panorama: dos enormes y armados guardias la vigilaban con recelo. Si bien no parecían rivales muy sencillos de enfrentar, tampoco suponían un desafío enorme para él.

She-Ra And The Nightmare WarriorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora