-!¿PERO TU ESTAS LOCO O QUE?!- dijo Sophie entrando a la casa.
-si estoy loco cara**- dije yo cerrando la puerta de la casa de un fuerte portazo.
¿Qué paso? Esta mañana en la universidad iba todo bien, pero me sentía raro porque Sophie me evitaba, ni una mirada nada.
Entonces paso, que yo la fui a buscar a su clase me la encuentro con el tal Yael, solo me quede mirando pero la rabia que consumía al verla sonrojarse, sonreír y todo, se quedaron solos y él se comenzó a acercar, la iba a besar, y esa fue la gota que rebalsó el vaso.
Con toda la furia del mundo, lo separe, lo golpee aprovechando que estaba aturdido o algo así y luego con rapidez tome a MI ESPOSA de la mano y la arrastre al auto, y así fue como me la traje y estamos en esto.
Estabas jodidamente celoso.
No, ni estaba celoso.
Si te dio rabia ver como la besaba.
Claro que me iba a dar rabia es mi esposa.
Si como no.
-¿me estas escuchando?- me salí de mi transe al verla cerca de mí con el rostro amenazante.
-¿qué?- bufo.
-no te quiero ver cerca de Yael o de mí, en la universidad-
-para que te beses con el- dije irónico. -no lo are preciosa-
-claro que si ese era el trato, ¿qué dirán en la universidad?-
-¿te importa?-
-sí, se supone que nadie sabría de lo nuestro, y será mucha coincidencia lo de los apellidos y ahora esto- estaba enojada.
-eres MI ESPOSA- me acerque a ella, quedando a unís milímetros. -no tienes por qué besarlo, ni el a ti- dije más calmado.
-no lo creo- murmuro. -estas celoso-
-no, pero no me gusta que este contigo- dije aun cerca de ella.
-suenas celoso- puede que lo este.
-no-
-si-
-no-
-entonces no te debería importar que lo bese-
-tú no lo besaras-
-yo no te hago escenitas de celos cuando estas en la cafetería con cualquier per** en tus piernas casi tragándose- Sonreí.
-suenas celosa nena- le tome de la cintura, ni cuenta se dio.
-no lo estoy, pero quedamos en mantener respeto el uno al otro-
-si lose-
-entonces no me fastidies a mí-
-tu eres mía- me aferre a su cintura. -mi esposa-
-no eres justo-
-¿porque?-
-tú me reclamas como tuya, yo no lo puedo a ser porque al niño le molesta, y no quiere perder lo put*- eso dolió.
-¿así que quieres celarme?- Sonreí egocéntrico. Ella se ruborizó.
-n-no me refería a eso-
-oh nena, eres mía- dije antes de juntar sus labios con los míos.
Ansiaba desde la noche anterior besarla, quería probar sus labios de nuevo, son tan suaves, esponjosos, carnosos, simplemente de deliciosos.
Puso sus manos en mi pecho empujándome lejos, pero no me movió ni un centímetro.
-bésame- dije al separarme pero no duro mucho ya que de nuevo pose mis labios sobre los suyos.
Me sorprendí, pero me respondió. Lo hizo.
POV SOPHIE
No me pude resistir, carajo, tengo poca resistencia, pero yo también yo también espere que esto se repitiera, ame ese momento en el que dijo que era suya.
Me sentí rara, Cuando lo dijo.
Te gusta.
No, esa no.
Claro que sí, estuviste molesta casi todo el día porque se besó con esa zor**
Es mi esposo, nos debemos respeto. No?
Si claro, pone escusas, sabes que odias que bese a otra
Salí de mi pelea cuando él se separó de mí. Me sonrió y pego su frente a la mía.
-no quiero verte cerca de él- susurro.
-compartimos muchas clases juntos- dije, la verdad no todas ni muchas, solo algunas, pero me gusta esa faceta celosa.
-me importa una mierda, no te sentaras con él, no lo miraras, ni mucho menos se juntaran o saldrás con él- dijo y sus manos se posaron a mi trasero el cual apretó y me alzó, haciendo que enrollará mis piernas en sus caderas. - eres mía, solo mía, nadie te puede besar solo yo, nadie te puede tocar sólo yo-
-vaya sí que estas celoso-
-no- alce una ceja. - diablos, si lo estoy, estoy jodidamente celoso de que en la universidad sepan que no eres nada mío y se vuelvan locos por ti-
-eso seguirá igual-
-oh no, te juro que si lo vuelvo a ver cerca tuyo, me encargare de que todos sepan que eres mi esposa, toda mía- y ahí esta, me volvió a besar.
Me gusta.
No lo puedo creer.
Tuve sentimientos así por Mariano, nunca pensé en volverlos a tener, y menos por él.
-tu eres mío- dije, me baje de sus caseras y me fui con toda calma a mi cuarto.
Él es mío. Mi celoso esposo. Mío.
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Hasta ahí.