En en el que se rompe la ilusión

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¿¡Por qué haces esto, Lila!? —exclamó Adrien, mirando directo a los ojos de la chica de antifaz naranja.

—¿Hacer qué, Adrien? ¿Divertirme? Te imaginarás la respuesta. Y soy Volpina, no Lila. —Ella miró con altivez a la que estaba detrás de Adrien—. ¿Y tú qué? ¿Te has divertido, Marinette? Ah, no; Princess Heartbreak.

Adrien apretó los dientes y extendió ambos brazos para que Volpina no se acercara. Esto provocó una risotada irritada de la castaña.

—Qué mono. ¿Te haces el héroe igual que Chat Noir? No puedes ayudarla, Adrien. Ni tú ni él.

—No la escuches, Marinette. —Adrien echó un vistazo a su amiga, que permanecía en silencio con su gesto entristecido y sin saber cómo reaccionar.

—Claro que me escuchará. Princess Heartbreak, recuerda lo que te ha hecho. ¿Crees que él va a ayudarte? Ya no te queda nadie... —dijo Volpina, inclinando la cabeza para ver a la chica.

—¡Eso no es cierto! —Adrien dio un paso atrás, protegiendo a Princess Heartbreak—. Marinette, ¡no le hagas caso! ¡Está bajo la influencia de Hawk Moth! ¡Nada de lo que dice es verdad!

—¿De veras piensas eso, Adrien? Vaya manera de infravalorar mi tan ansiada venganza... —Volpina soltó una carcajada espeluznante.

—¿Qué venganza? Lila, detén esto. ¿Qué le has hecho a Marinette? ¿Lo de la impostora también es cosa tuya?

—¡Ah, Impersonnelle! Ha funcionado mucho mejor que Bavard Chanteur, pero no ha sido perfecta. Que estéis aquí demuestra ambos resultados —dijo con malicia, entrecerrando sus ojos verdes.

—¡Estás a tiempo de pararlo, Lila! ¡Por favor! —pidió Adrien, intentando encontrar algo de benevolencia en su expresión. Parecía que sí que la había convencido por un instante, pero el rostro serio de Volpina se rompió con otra risa desalmada.

—¿¡Ahora!? ¡Justo en la mejor parte! De eso nada. —Sacó su flauta de la espalda y se preparó para empuñarla.

Adrien agarró la muñeca de Princess Heartbreak y gritó—: ¡MARINETTE, CORRE!

Ambos salieron a la carrera, huyendo de Volpina. Se quedó atrás con una sonrisa ladina entre dientes.

Adrien tiró de la chica y los dos llegaron hasta la panadería, donde no había nadie. Él cerró la puerta y los dos se refugiaron dentro.

—¿Cómo estás, Marinette? —El muchacho puso su mano sobre el hombro de Marinette. Ella lo miró con una expresión indescifrable. Él negó con la cabeza para sí mismo e hizo una sonrisa triste—. Vaya pregunta, ¿no?

Se apartó un poco de ella para darle espacio, meditando sobre la situación.

—¿Cuándo va a venir Ladybug...? ¿Le habrá pasado algo? Quizás Volpina la haya atrapado, o... No puede ser, aunque no tenga sus recuerdos, ella...

—¿Cómo lo sabes? —dijo de pronto Princess Heartbreak. Adrien saltó sobre sí mismo con sorpresa.

—Aaaah, ¿saber qué? —dijo él con nerviosismo.

—Que Ladybug ha perdido sus recuerdos. —Princess Heartbreak hablaba como si estuviera recuperando el control de sus emociones.

—Ah..., ¡eso! Me... Me lo dijo Chat... Noir —dijo él, recordando en mitad de la frase que la chica parecía estar muy enfadada con el superhéroe.

—Eso también te lo dijo... —murmuró ella, devolviendo a su gesto la amargura de antes.

—¡No! Marinette, él no me contó nada sobre ti; sobre que yo te... —Adrien se detuvo con embarazo, enrojeciendo ligeramente sus mejillas—. Ya te lo he dicho, ese no era yo.

🐞 MLB: La venganza de VolpinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora