En el que Marinette tiene problemas

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—¡Suéltame! —Chat Noir forcejeaba con la cuerda de notas musicales que Volpina había creado para atraparle. Lo tiró al interior de la habitación de Marinette, haciéndole caer al suelo junto a ella. Antes de poder quejarse, la Marinette de mirada maligna le puso una cinta en la boca para impedirle hablar.

—¡Chat Noir! —exclamó trabajosamente la Marinette maniatada, intentando acercarse a él. La impostora la redujo y le tapó también la boca.

—¿Qué hace este aquí? —preguntó la compinche de Volpina.

—La curiosidad mató a ya sabes quién. —Miró a la verdadera Marinette con odio y una sonrisa ciertamente macabra.

—¿Y qué pasa con el plan?

—El plan sigue igual que hasta ahora. Pero más te vale hacer las cosas mejor. —Señaló al héroe en el suelo—. Si no..., ya sabes lo que te espera.

La presencia de la falsa Marinette se desvaneció por unos segundos, convirtiéndola en su verdadera forma.

—¡No! ¡No, por favor! —rogó ésta, agarrándose a Volpina—. No cometeré más errores, lo juro.

La chica de traje de zorro apartó bruscamente a la chica, que ya había vuelto a ser Marinette. Desde el piso de abajo se oyó una voz. La verdadera Marinette trató de gritar para advertir a su madre, pero la cinta en su boca no se lo permitía. Volpina se giró de nuevo a su enviada y señaló la puerta—. Ve abajo. Más te vale no hacer sospechar a nadie más.

—No, descuida. —La chica recuperó la compostura y salió de la habitación con tranquilidad.

Chat Noir en el suelo miraba iracundo a Volpina, aún sin comprender qué estaba ocurriendo exactamente y por qué ella estaba implicada.

—Has metido la nariz donde no debías, gatito. Ahora estás en problemas.

Volpina se paseó por el dormitorio hasta pararse frente al escritorio de Marinette. Se percató de las fotos en la pared y se rió burlándose. Chat Noir miró a su amiga, la cual estaba abatida mirando al suelo sin moverse. Querría consolarla y decirle que él la sacaría de allí, pero lamentablemente no podía hablar y además no tenía ningún plan brillante.

Volpina se había puesto delante de él, mirándolo fijamente a los ojos. Él no apartó la vista, pero sí se echó atrás y apretó los puños apresados para proteger su anillo.

—Sería tan fácil quitarte el miraculous y averiguar quién se esconde detrás de esa máscara... Pero no tendría ninguna gracia hacerlo así. Ni siquiera tenía planeado aparecer todavía en escena..., pero por tu culpa he tenido que hacerlo. Esa estúpida... se ha descubierto... Debí haber adivinado que eras más listo de lo que parecías. —Se rio socarronamente, enojando más aún a Chat Noir—. Pero bueno, esto tiene una solución sencilla.

Chat Noir se arrastró hasta ponerse delante de Marinette como protección. Volpina volvió a reírse con mezquindad. Subió la escalera que conducía a la trampilla de la terraza. Se despidió altiva y burlona justo antes de salir. En cuanto estuvo arriba, fuera de la vista de los dos prisioneros, sacó su flauta y comenzó a tocar una extraña melodía. La mirada de rabia de Chat Noir cambió a una de desconcierto, y el hundimiento de Marinette varió a confusión. Volpina se rio para sus adentros y desapareció.

El héroe forcejeó de nuevo en el sitio, intentando quitarse esa cuerda de su alrededor. No fue capaz, así que acabó desistiendo. Pasó a tratar de quitarse la cinta de la boca. Rozó la cara contra su hombro, consiguiendo despegar el trozo pasado un momento.

🐞 MLB: La venganza de VolpinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora