03. Visita.

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Soobin consiguió que Jin le prometiera llamar cuando 'el extraño' llegara al departamento. Asi que salió apresurado hacia casa de Taehyun para cancelarle el plan que habían compartido, dejando solos a los dos chicos que ahora disfrutaban de sus desayunos en completo silencio.

A pesar de los intentos desesperados de Jin por apartar la vista de Jungkook, no pudo conseguirlo del todo. Y se sentía algo decepcionado al ver que él no le había mirado en ningún momento.

— Jungkook...

— No quiero hablar ahora, Jin. No quiero decir cosas de las que voy a arrepentirme luego -termino su desayuno levantándose y llevando el plato para comenzar a lavarlo.

Seokjin se acercó sigiloso a él llevando sus manos a sus hombros y dando leves caricias que consiguieron un escalofrío en el cuerpo del otro chico.

— ¿Que pasa, Jungkook? -sintio el cuerpo del chico tensarse cuando pasó las manos por su torso, Jin se sentía enormemente atraído hacia Jungkook desde hace años, de alguna forma, esa atracción iba a explotar en algún momento.

— No es nada...

— Estas celoso, eso puedo verlo. No debes sentirte de esta forma con nadie -el mayor solto una risa cansada- Ni siquiera con Soobin, es un niño.

— ¿Yo también, no? -a Jin no le gustaba el tono tosco que antes había tenido su conejito y que ahora volvía a usar cuando se sentía molesto- Aún sigues pensando que soy un niño a pesar de que sabes que no lo soy.

— Estas equivocado...

— No. No lo estoy.

Jin miró como Jungkook mantenía sus manos al frente sin intención de tocarlo, o como mantenía su cabeza viendo al frente con toda la intención de desaparecerlo de su vista. Cada vez, haciéndose más doloroso para Jin estar detrás de Jungkook siendo descaradamente ignorado.

— No creo que seas un niño, pero existe una diferencia de edad considerable entre nosotros, también considera que he cuidado de ti como un padre...

— Ambos sabemos que eso no es verdad. Probablemente hayas sido un padre para Soobin o hasta lo fueras para Nayeon, pero nunca tuviste que cuidar de mí de esa manera, Jin.

— ¿Porque haces las cosas difíciles? -el mayor rodeo la cintura del pelinegro escondiendo su cabeza en la espalda del joven.

— No estoy siendo difícil -suspiro y Jin pudo sentir el movimiento al relajarse el cuerpo del chico.

— Sólo dejemos que esta relación fluya sola, ¿te parece?

— No sé lo que implican las relaciones humanas, o una relación. Nunca he tenido una. Jimin ha dicho que los humanos tienden a ser "posesivos" con lo que es suyo... -la risa de Jin sorprendio a Jungkook e inevitablemente se giró para ver como el mayor le sonreía cálidamente- ¿Dije algo gracioso?

— Sólo eres inexperto, no necesitas eso conmigo. Sólo se tu mismo, voy amarte así tal cual eres -sonrio levantando una mano hacia la mejilla del sonrojado chico.

— E-esta bien. ¿Puedo preguntarte algo?

— Lo que sea -miro a Jungkook que bajaba la vista hacia sus labios.

— ¿Podríamos... puedo...? -el chico había cerrado un poco más la distancia entre ambos y Jin pudo sentir su corazón seguir latiendo fuerte contra su pecho.

— No debes pedir permiso para besarme -rio y se lanzó a besar los labios del chico.

Jungkook rodeó la cintura de Jin con sus manos, Jin podía sentir los nervios del menor y a sus inexpertos labios seguirle un ritmo que no dominaba. Parecía demasiado tierno. Jungkook debía aprender más sobre las relaciones y mucho más... sobre el sexo.

El timbre de la casa los interrumpió cuando Jungkook había decidido bajar sus labios a al cuello de Jin y gruño molesto a la vez que las orejitas visibles hacían cosquillas en la nariz de Jin.

— Debe ser Yoongi... -sintio que era apretado de nuevo por Jungkook- Vamos a abrir, no podemos dejarlo afuera.

— Oh, sí que podemos -la cabeza de Jungkook se mantenía recargada en el pecho de Jin y ahora estaban teniendo un tierno abrazo, del que debían deshacerse lastimosamente.

— Jungkook... -intento quitarse de encima al chico, pero no consigio librarse- Bien, tú ve a abrir, mientras yo llamaré a Soobin...

— ¿Y si seguimos abrazados, le llamo a Soobin y esperamos a que él le abra la puerta? -el mayor golpeó suavemente la cabeza del chico, consiguiendo que esta vez si lo soltara -¡Auchi!

— No seas maleducado con los invitados -el pelinegro fue a buscar su celular dejando a Jungkook en la habitación con un puchero disgustado y obligándolo a ir a abrir al incesante sonido en la puerta.

Pudo ver la imagen de un chico pálido y ojos felinos detrás de la mirilla. Este era, Min Yoongi.

— ¡Al fin abres! ¿Qué estaba...? -miro curioso al chico que abrió la puerta. Abrió la boca para decir algo, pero antes retrocedió unos pasos para comprobar que no se había equivocado de departamento.

Y en efecto, ese era el departamento de su amigo Seokjin.

— Disculpa, creo que me he equivocado...

— ¿Estás buscando a Jin? -le sorprendió que ese chico leyera sus pensamientos, más aún que usara un apodo con su amigo.

— Sí, ¿está aquí?

— Aja. Pasa -se hizo a un lado a duras penas. Jungkook no quería dejar que entrara, pero si le cerraba la puerta en la cara, Jin iba a enfadarse con él.

— Jin nunca me contó que... oh... ¿eres alguno de sus primos? -el chico casi quiso rodar los ojos. Claro, Jungkook un primo.

— No. Yo vivo aquí.

— ¿Tú que? ¿Cómo...? -el pálido recordó las palabras de su amigo por vía telefónica. Volvió a mirar al chico y frunció el ceño levemente viendo las facciones y cuerpo del otro.

Debía darle crédito a Jin, de que al menos lo había reemplazado por alguien superior a él.

— ¡¡Yoonie!! -escucharon la voz feliz del mayor y como su sonrisa los hipnotizo momentáneamente a ambos, siendo Yoongi el primero en reaccionar.

— Tardaste mucho en abrir. Pero ya veo que estabas muy ocupado -le echo una mirada rápida a Jungkook, que se había acercado a Jin cuando él también lo había hecho.

— N-no, ¿qué cosas dices, Yoongi? -rio nerviosamente el mayor- En realidad estaba hablando con alguien por teléfono, alguien que quiero que conozcas.

— ¿Alguien más? -alzo las cejas confundido- ¿A que te refieres? ¿No es este chico, por quién piensas cambiar nuestro acuerdo?

— Bueno sí -miro que el pelinegro dirigía su atención al otro chico- Pero también necesito que como mi amigo, conozcas también lo que sucede conmigo y con él.

— ¿Debería importarme porque...? -el pálido cada vez entendía menos.

— Él es un híbrido. Que ha vivido en mi casa durante varios años, junto a sus dos hermanos.

𝐌𝐲 𝐜𝐮𝐫𝐢𝐨𝐮𝐬 𝐛𝐮𝐧𝐧𝐲. ⁂ 𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora