10. ¿Mamá?

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La tarde cayo rápido trayendo a la luna consigo y al cielo estrellado despejado. Jungkook miraba con detalle acostado boca arriba desde donde estaba, a Jin que dormía pacíficamente con algunos mechones negros tapando su bonita frente. Sonrío mostrando sus dientitos y tomó la mano inmóvil del mayor para llevarla hasta su mejilla y acariciarse contra ella.

Luego de algunos momentos en donde Jin no había dejado de llorar, tuvo que controlarse para no lanzar a sus hermanos fuera de él y llevárselo a su habitación para encerrarle allí. De alguna manera pensaba en como calmar a su pareja pero no supo hacerlo. 

Por lo que la idea de Xiumin hizo a sus orejitas y colita moverse ansiosas.

Ahora en la casa estaban ellos dos solos. Su hermano mayor había hablado con él cuando le llamo acerca de Jin y todo lo que decía era sobre lo muy importante que era abrir su corazón a otra persona y que no debía jugar de ese modo si no sentía su corazón listo para entregárselo a alguien más.

Bromearon sobre no ser enamoradizos como Nayeon dejando a la chica cruzada de brazos y ligeramente molesta con sus hermanos.

Para cuando la pareja de esposos se despidió, Soobin propuso una salida nocturna en familia, Soojin había aceptado encantada de seguir compartiendo con Nayeon historias sobre los niños que cuidaba en su empleo, pero Jin se sintió un poco cansado.

Así que Xiumin le propuso quedarse en casa, sorprendiéndole cuando menciono que haría que sus otros dos hermanos se quedaran a dormir esa noche en su casa dejándole casa sola según sus palabras.

Jungkook habría querido no entender aquello, pero después de los múltiples relatos que Jimin le contaba o las películas que había visto sobre las relaciones humanas, podía saber a que se referían con eso. 

Pero justo ahora, teniendo al chico de cabellera inusual recostado en su cama, sólo causaba que él quisiera ronronear gustoso y enterrara su nariz en ese lacio cabello sedoso. 

— Por fin lo encontré, mami -Jungkook miró hacia arriba de ellos sintiendo una brisa rodearles esa noche.

Nunca había vuelto a ver a su madre y eso le aterró mucho tiempo, saber que ella había muerto por culpa suya le hizo un niño insensible e incapaz de ver por nadie más que sus hermanos y él.

Pero su bella madre alguna vez les dijo que si ella faltaba en sus vidas, debían ser fuertes y seguir adelante hasta encontrar a ese alguien por quien velaran incluso más que por ellos mismos.

— ¿Amor? ¿Qué es eso mami? -el joven conejito con cabellera blanca como la nieve miraba como su madre pelaba una manzana verde con un pequeño cuchillo silbando una melodía desconocida.

— Amor... ¿Estás enamorado, mi pequeño? -sonrió dándole un trozo a su hijo que la tomo en sus manitas. 

— No, no, mami, ¡ese hombre de allá le dijo a la linda mujer que la amaba! -señaló sin cuidado a una pareja que se sonreía mutuamente y se tomaban de las manos comenzando una caminata lenta por e parque- ¿El amor es bueno mami?

— Claro que lo es Kookie. El amor es algo que se siente en tu corazón, sabrás que estás enamorado cuando no puedas conciliar el sueño, porque tu realidad es mejor que tus sueños -golpeó la pequeña naricita del niño haciendo que este riera y diera un mordisco al trozo de fruta en sus manos.

— Binnie siempre esta dormido, ¿él no tiene amor? -su madre rio bajito y acarició los cabellos de su hijo viéndolo con amor en sus ojos.

— Eres pequeño aún para comprenderlo Kookie, pero cuando crezcas lo sabrás -a lo lejos escuchó las risas de sus otros hijos y como su esposo tomaba en brazos al más pequeño.

— ¿Cómo se quieren los grandes, mami? -de nuevo el niño le miraba con esos ojos curiosos llenos de vida, ella esperaba que jamás se apagarán ni extinguieran ese brillo que los distinguía.

— La mejor forma de decirle a alguien que lo amas, es no decirle, el hombre que siente mucho habla poco mi amor, por eso, cuando tu encuentres a alguien que ames, demuéstrale cuento lo quieres...

Debió adivinar que en aquel entonces los motivos que tuvo su padre de dejarlos no habían sido egoístas como siempre había pensado, sino que tras ingenuamente buscar salvar a su familia había caído victima de malhechores que terminaron no solo con su vida, sino con la paz que existía en ese entonces en su familia. 

Pero ahora había encontrado paz como su madre había dicho.

Ahora tenía donde refugiarse, su lugar seguro. Y no lo cambiaría nunca. 


𝐌𝐲 𝐜𝐮𝐫𝐢𝐨𝐮𝐬 𝐛𝐮𝐧𝐧𝐲. ⁂ 𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora