Hold me // Jacob Barber

Capítulo 2

Después del encuentro en el parque seguí mi camino por la acera y unos minutos después llegué al colegio. Ahí me encontré con unas amigas de mi mismo curso y me puse a conversar un rato con ellas. Estaban esperando a Sarah, una buena amiga que siempre llegaba algo más tarde que las demás. Se pusieron a ver la hora y como ya era algo tarde, decidimos caminar a clases. Por el pasillo, escuchamos como Sarah gritaba nuestro nombre mientras llegaba corriendo con la mochila puesta de un solo lado. Se unió a nosotras y continuamos caminando.

A primera hora teníamos clase de química, una de las tres clases que compartía con Jacob. Me senté en una mesa con dos de mis amigas y esperé a que llegase. Era una de las únicas clases en las que nos dejaban elegir sitio, así que le había guardado uno a mi lado.

Jacob: Buenos días, perdón por el retaso.

Profesor: No te preocupes, Jacob. Siéntate.

Jacob asintió y se sentó a mi lado dejando la mochila apoyada en el suelo. No me había saludado al llegar a clase. Lo notaba algo distante, así que decidí hacerle un pregunta para que reaccionara.

T/n: ¿Tan lejos está tu casa?

Jacob: ¿Eh?

T/n: Te estuve esperando en la entrada.

Jacob: Ah, ya... tuve que hacer una cosa de camino.

T/n: ¿Qué cosa?

Jacob: Sacar la basura.

T/n: Ah, vale.

Jacob: ¿Qué hay que hacer?

T/n: Un experimento en la probeta.

Jacob: ¿De que se trata?

Comencé a explicarle el proceso mientras introducía un cuenta gotas dentro de la probeta cuidadosamente.

Profesor: Cuidado al sacarla, no queremos liarla.

Jacob: Eso dijo ella...

Reí a causa del chiste. Sin embargo mi risa desapareció cuando empezó a sonar una alarma y las luces de la clase se apagaron rápidamente dejándonos casi a oscuras. La clase entró en pánico y comenzó a murmurar por lo bajo, uno comenzó a gritar y a hiperventilar, y el profesor tuvo que intervenir para calmarle. Hasta que sonó por los altavoces la voz del director dando un comunicado.

Director: Atención, Acher está en cierre forzoso desde este momento, todos los alumnos deben permanecer en sus clases.

En ese momento la mayoría de los alumnos se encontraban gritando de miedo y comenzaron a sacar los teléfonos de sus mochilas para llamar a sus padres.

Profesor: Ah, vale... chicos, no... no oigo el aviso. Poneos aquí junto a la pared, por favor, sentaos, no hagáis ruido.

Jacob me tomó de la mano, cogió nuestras mochilas y me puso al lado de la pared como había indicado el profesor.

Jacob: Estás bien. Tranquila, ¿vale?

T/n: No entiendo que está pasando.

Jacob: Espero que no sea por... Voy a llamar a mi padre para ver si sabe algo.

Abrió el bolsillo delantero de su mochila y sacó de él su teléfono. Marcó unos cuantos dígitos en el teclado de llamada y en menos de cinco segundos su padre cogió el teléfono. Yo me apoyé contra la pared y abrí los oídos para intentar escuchar algo de su conversación.

Andrew: Jacob, ¿Estás bien?

Jacob: Sí, nos han encerrado pero nadie sabe por qué.

Andrew: Lo sé, es... Mira ahora no puedo hablar ¿Vale? Tú escucha a los profesores y haz lo que ellos te digan.