Hold me // Jacob Barber

Capítulo 34

T/n: No me siento bien... 

El ceño de Jacob se frunció y su mano pasó por su barbilla mientras pensaba. La mano que antes se encontraba en mi espalda subió hasta mi pelo para sujetarlo. Observó sus muñecas en busca de algo con lo que sujetarlo y al encontrar el coletero, manejó mi pelo dentro de él. Tras haber vomitado unas cuantas veces más, se levantó y colocó las manos en sus bolsillos.

Jacob: No creo que estés en condiciones para ir a la fiesta.

T/n: Sí, sí que puedo...

Jacob: No quiero que te sobreexpongas.

T/n: Y yo no quiero qu... -vomita- que te sobre expongas tú. Por lo menos no tú solo.

Jacob: ¿Sabes lo que estoy pensando?

T/n: No leo mentes.

Jacob: Es solo una sospecha. Mi instinto me lo dice...

T/n: Dilo de una vez.

Jacob: Tal vez deberíamos esperar unos días más... Pero creo que deberías hacerte una prueba de embarazo.

T/n: ¿Qué? No creo que los síntomas sean así de rápidos. No creo, no lo sé... Nunca he estado embarazada.

Jacob: Por eso digo lo de esperar unos días más.

T/n: Un segundo... 

Volví a vomitar intentando cerrar los ojos y mantener el aliento para no ver ni oler la textura y los aromas del vómito. Mi camisa esta completamente manchada y mi pelo tenía algunos pequeños fragmentos en sus puntas. Una mujer desconocida entró en el baño y Jacob aprovechó el momento para intentar salir de este. 

Jacob: Ya vuelvo.

Jacob miró hacia la puerta del baño y luego se marchó en una dirección desconocida debido a mi falta de visión en aquellas circunstancias. En parte comencé a estresarme porque como ya no tenía a nadie que me vigilara el cabello, realizaba movimientos bruscos con mi cabeza que producían despistes y estragos de vómitos en el pelo que me había lavado el día anterior. Otra razón por la que me sentía estresada, era el hecho de que me había dejado sola vomitando bajo la vista de todas las posibles mujeres que podían entrar en el baño en cualquier instante. 

Una de esas mujeres era la que había ingresado en el baño segundos antes de que Jacob saliera de él. Cuando acabó de realizar sus necesidades en uno de los aseos contiguos al mío, se acercó disimuladamente a ver mi penosa situación con cara de preocupación y lástima. Sin embargo, no salió ninguna pregunta de su boca relacionada con mi estado de salud y se retiró segundos después de lavarse las manos. A decir verdad, me sentía un poco más calmada. Los vómitos habían dejado de ser tan frecuentes.

Pasaron un par de minutos luego de mi última relación con un ser humano, hasta que vi cómo Jacob entraba por la puerta del baño algo apurado, con una bolsa en la mano. Se volvió a arrodillar junto a mí y me la extendió rigurosamente. La tomo entre mis manos y al abrirla veo dos cajetillas con pastillas.

Jacob: No sé si te la quieres tomar. No tienes que hacerlo, pero por si acaso.

T/n: ¿Qué es esto?

Jacob: Es una pastilla, la del día siguiente. No debemos descartar ninguna posibilidad...

T/n: ¿Me dolerá el estómago? Tengo entendido eso.

Jacob: No lo sé, espero que no. También te traje otra para el estómago. Esa deberías tomártela.  No te quiero ver vomitar, me das pena y me da asco.

T/n: ¡Qué directo!

Jacob: Por favor, no digo que estés embarazada, únicamente me preocupo por tu salud y nuestra seguridad.