~Epílogo~

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Narra Luciana//

¡Ah! -grito la castaña con un gesto de evidente dolor mientras apretaba aún más mi mano-

Tranquila, cariño -dije angustiada- solo aguanta un poco más...

¿¡Es que no puedes ir más rápido!? -grito Serena a mi lado-

¡Hago lo que puedo! -se defendió Nicole quien viene conduciendo el auto-

¿¡Pueden callarse!? ¡Angy no necesita esto! -grito Lizzy-

¡No me griten mientras conduzco! -grito de nuevo Nicky-

¡¡SOLO CIERREN LA MALDITA BOCA!! -grito Angy haciendo que todo se sumiera en un silencio sepulcral- gracias... -dijo en voz baja-

¿Te duele mucho? -pregunto Serena y mi esposa la miro como si fuera estúpida- okey pregunta idiota...

¿Cada cuando son las contracciones, Lucy? -pregunto Lizzy desde el asiendo de copiloto-

La última fue seis minutos después que la anterior -dije rápidamente-

Quién te viera contando minutos entre contracciones -dijo Nicky con diversión-

Cuando tenga a esta bebé voy a matarte, Nicole -afirmo Angy-


No tardamos mucho más en llegar al hospital, la primera en salir del auto fue Serena que salió corriendo a hacer su trabajo en esta misión, osea buscar un médico lo más rápido que pudiera. Baje del auto y le tendi la mano a mi esposa, ella la tomo con decisión y con mi ayuda bajo del auto también, luego empezamos a caminar hacia la puerta del hospital.

Mierda... -se detuvo de golpe y ejerció demasiada presión en mi brazo-

Ya casi llegamos, cariño -dije nerviosa-

Tardamos un poco más de lo esperado, pero finalmente ingresamos al lugar y me alegró que Serena hubiera hecho su trabajo a la perfección pues atendieron a Angy rápidamente; subieron a la castaña a una silla de ruedas y luego no me detuve a ver a las demás, simplemente seguí a la enfermera que llevaba a mis dos mujeres a una habitación. Una vez estuvimos dentro de la habitación, ayude a Angy a subir a la cama y la enfermera empezó a verificar los signos vitales, además de como iba con su trabajo de parto.


¿Son primerizas? -pregunto la mujer rubia-

Eh... si -respondi mientras ella conectaba un sin fin de máquinas-

Deben ser pacientes, el bebé puede tardar en llegar -afirmo con una sonrisa-

La bebé... Es una niña -dijo mi esposa-

¡Una niña! -sonrio aún mas- que hermoso, una nena que llegará a iluminar sus vidas... ¿Ya saben que nombre le pondrán?

Si, se llamará Caroline -respondi ganandome una mirada dulce de Angy-

Si así... -la castaña apretó las sábanas entre sus manos mientras otra contraccion hacia acto de presencia-

Te haremos un último ultrasonido para verificar que todo esté perfecto, linda, regresaré en un momento -dijo la enfermera antes de irse-

Dios... esto es jodidamente doloroso -afirmo la castaña con un par de lágrimas bajando por sus mejillas-

Querías ser mamá -me encogí de hombros y ella sacó fuerzas de algún lado para golpear mi abdomen-

Idiota -dijo con molestia- Caroline y yo vamos a golpearte cuando ella esté afuera, ¿No es así, nena? -pregunto al tiempo que acariciaba su vientre con dulzura- ¡Mira! ¡Se está moviendo! -dijo emocionada-

Lo hace siempre -puse mi mano a un lado de la suya y sentí el ligero movimiento de nuestra hija- es una pequeña muy hiperactiva...

Yo creo que solo es muy feliz de que seamos sus madres -afirmo mi esposa con una sonrisa-

Si, yo creo que si -bese su frente-

Narra Carolina//

Las observó con atención y en realidad no debería estar aquí, pero quería asegurarme persona de que el nacimiento de la pequeña Caroline fuera perfecto... Además, la verdad es que quería ser parte de la felicidad de Angy y Luciana, tal como lo fui cuando ellas se casaron hace más de dos años, un año y medio después de que Angélica casi muere en manos de Zafira... Ése momento, tal como este, son momentos importantes en la vida de mi hermosa Angy y sé que ella es feliz con su nueva vida, también sé que me extraña y me recuerda todos los días, pero no recuerdo dejo de dolerle y ahora lo ve como una parte hermosa en su vida tal y como lo hago yo.

La castaña duro poco más de dos horas en trabajo de parto hasta que su primera hija nació por fin, mi chica se veía totalmente agotada y Lucy parecía ser el ser humano más feliz de todo el universo. Antes de irme, en silencio, les jure que protegería también a su pequeña hija tal como las protejo a ellas.

Narra Angélica//

No habia ni un solo centímetro de mi cuerpo que no doliera, mis músculos parecían estar en protesta por el esfuerzo descomunal que hice para traer a mi hija al mundo y me sentía sumamente sofocada, pero apesar de todo no podía dejar de sentirme feliz desde que salí de la sala de partos y me llevaron de vuelta a mi habitación, Lucy estuvo a mi lado el todo momento diciendo que estaba orgullosa de mí y que me agradecía por lo que le había dado.

Toc toc -dijo la enfermera que me atendió está mañana entrando a la habitación con un pequeño bultito rosa- Caroline esta entrando a ver a sus mamis

Las lágrimas se acumularon en mis ojos; la enfermera me entrego a mi hija con todo el cuidado del mundo y yo la tomé con la mayor delicadeza que pude, me asustó poder romper a un ser tan frágil y perfecto. Llore al verla, es simplemente hermosa... Dueña de una piel blanquecina, con mejillas rosadas, una boquita diminuta que se mueve un poco mientras sus manitas hechas puño se mueven ligeramente.

Es perfecta... -susurro Lucy entre lágrimas-

Lo es, ¿Verdad? -pregunte en el mismo estado y ella solo asintió mientras nuestra hola tomaba uno de sus dedos y lo apretaba con fuerza entre su manita- bienvenida a nuestra familia, Caroline...

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