Entonces... ¿Piensan que todo esto es solo por mi? -pregunte tratando de asimilar la bomba de información que me soltaron-
No encontramos otra explicación, eres la única constante en todo esto... -respondio el chico de rasgos orientales- incluso conmigo, no tenemos nada en común, pero aquí estamos...
¿Y por qué? ¿Para que se tomaría tantas molestías? -dije nerviosa-
No sabemos, Angy... La información parece ser mucha, pero realmente no lo es -afirmo Vincent- faltan muchas piezas para terminar de completar este rompecabezas
Solo saben que todo esto es por mi y que estoy en peligro... -ambos chicos asintieron lentamente-
Lamentamos tener que decirte esto -afirmo Max-
No se preocupen... -suspire- lo superaré...
¿Tienes alguna idea sobre lo que sigue? -pregunto el pelinegro-
Quedarme a esperar su ataque no es una opción -afirme- tengo que terminar con esto de una vez por todas...
Sin más me di la vuelta y entre al edificio donde está mi trabajo con los dos chicos siguiéndome de cerca, tal vez no debería dejar que se metan en esto, pero mi vida no es la única que Zafira ha destruido. Hace un rato, tuve que dejar a Luciana en el hospital con Serena, Lizzy y Nicole cuidando de ella... Claro que a mí novia no le gusto en lo más mínimo está idea que tuve sobre como darle final a esta historia de ángeles y demonios, pero en este punto soy capaz de todo con tal de conseguir la tranquilidad que ambas nos merecemos y si para lograrlo tengo que luchar contra Zafira, lo haré.
Subimos en el ascensor hasta el piso donde trabajo, entramos al lugar y el silencio fue lo único que nos recibió.
Zafira... -pronuncie con tranquilidad-
¿Que estás haciendo? -Vincent se puso frente a mi mirándome con pánico-
Estoy harta de huir de mis problemas -afirme molesta- ¡Vamos, Zafira! ¡Da la cara! -grite-
Ella apareció frente a mi con su cabello rubio, su gesto serio y su aparente pureza habitual; observó a los dos chicos que me acompañan y no hubo sorpresa en sus rasgos, solo hubo reconocimiento.
Max y Vincent -pronuncio con calma- que gusto verlos otra vez...
No vinimos a socializar -dije sin una pizca de miedo-
No, sé que no es así -sonrio un poco- creo que... quieres la verdad, ¿No? -asenti-
Suspiro antes de acercarse a mi con absoluta tranquilidad, su rostro parecía una máscara perfectamente hecha para no demostrar nada que no fuera serenidad y eso me perturbó, retrocedí un poco cuando la tuve a escasos centímetros de mi cuerpo; levantó una mano y al acariciar mi mejilla, su cabello cambio de color de rubio a negro, pero sus rasgos siguieron tranquilos como si no hubiera pasado nada.
Mi verdadero nombre no es Kairi, ni Zafira, ni ninguno de esos nombres... Mi verdadero nombre es Lidia -afirmo- he estado en este mundo desde mucho antes de que está ciudad existiera... o desde antes de que el término ángel se inventara -sonrio- solía ser un ángel guardián muy poderoso... Uno de los mejores en realidad, estuve vigilando a la humanidad durante siglos, siendo una fiel guardiana y poniendo el bienestar de mis protegidos por encima de todo, pero me cansé de siempre cuidar de otros... Así que decidí servir al infierno, mi señor me instruyó sobre como hacer mías las almas de los mortales y hacer que ardieran en el infierno -dijo aún sin demostrar ni un solo sentimiento- me gustó mucho más esa vida y durante años me he dedicado a corromper almas... -se giro hacia Max y Vincent- ustedes han sido mis presas más fáciles, ambos están tan llenos de miedos, frustraciones y desesperanza que se dejaron caer a los brazos de la venganza, los celos y la maldad con demasiada facilidad, casi me aburrí de estar con ustedes... Ambos tienen un lugar en el infierno por sus actos de malicia -sonrio un poco- y cuando estaba empezando mi trabajo con Vincent al llevarme la primera vida de Nicole, me encontré con algo precioso... -de nuevo se enfoco en mi- un alma tan buena y perfecta que quise destrozar en ese segundo, la tuya, dulce Angy, iba a hacerlo... Ya estabas herida por el abandono de tu hermano así que hubiera sido sencillo dar el golpe de gracia y acabar con toda tu bondad... Pero pensé que eso sería demasiado fácil así que yo ayude un poco a Carolina para que te hiciera feliz, para que te diera una vida hermosa y un amor inolvidable... Luego la maté y metí en tu cabeza que la culpa era tuya, pero decidí traer a Luciana... Mi plan era que Isabella la matará -hizo un movimiento extraño con la mano y la chica rizada apareció inconsciente en el suelo-
¿Que cosa es ella? -pregunto Max-
Una ilusión -hizo de nuevo el movimiento y la chica desapareció- no es nadie, solo hice que fuera parte de sus vidas como lo fui yo -afirmo-
Sigue hablando -dije seria-
Pero no contaba con el inmenso amor que te tenía Carolina y las ganas de salvarte que se apoderaron de ella, así que ella murió de nuevo dejando un cascarón vacío en el cuerpo de Luciana, luego pasaron muchas cosas, ¿No, querida? Cada golpe fue perfectamente planeado por mi, desde el ataque de Freddie a Nicole, el reingreso de Serena a tu vida con su relación perfecta mientras tú morías de dolor, hasta la aparición de Charlotte como novia de tu adorada Luciana.... -suspiro- ah, Luciana... Esa chica se ha metido demasiado en mis planes con su ilógico amor, con la insistente idea de quedarse a tu lado y sus idiotas sentimentalismos... Debería estar muerta y no vagando por el mundo... Pero bueno, ella ya no me interesa, yo tengo lo que quería -afirmo-
Claro que no, Angélica no es mala -declaro Vincent-
No necesito que sea mala, solo tiene que estar suficientemente rota... -sonrio- cada cosa que hice dejo una grieta en ella, apesar de que ahora se sienta mejor emocionalmente, sus grietas están ahí... Y es hora de que finalmente me la llevé...
ESTÁS LEYENDO
Más Allá
RomanceLo encontraré aunque deba ir más allá de lo que fui antes. [Tercera parte de Trilogía Otras Vidas] Primera parte: A Tu Lado. Segunda parte: Siempre Tú. Después de perder al amor de mi vida no me quedo más que aprender a vivir sin ella; me rendí dura...