Música【 ItaFushi 】

Spotify

- Itadori. - El nombrado levantó la cabeza mirando a Megumi quién le miraba enojado. - devuélveme mi cuaderno.

- Es que tengo que hacer deberes y se me ha olvidado el mío. - Al moreno le pareció tierna la cara que puso Yuji así que simplemente hizo un gesto con la mano restándole importancia al tema y continuó escribiendo en un folio.

Llevaban minutos en silencio, cada uno a lo suyo, Yuji hacía los deberes de matemáticas y Megumi escribía una carta para su padre, hacía semanas que no lo veía, ya que él vivía en otra ciudad.

- ¿Puedo poner música? - Megumi asintió ante la pregunta que el pequeño había hecho, odiaba el silencio, aunque con el moreno era diferente, se sentía extraño.

- Solo un rato, después debo practicar. - Termino la frase elevando su rostro mirando fijamente al contrario, el último asintió con una sonrisa y continuó copiando los deberes.

Itadori abrió la aplicación de Spotify. - ¿Que tipo de música te gusta? - El moreno simplemente se encogió de hombros. Puso su playlist y le dio a aleatorio, sonando la canción de Positions de Ariana Grande.

A Megumi no se podía quejar de las canciones que sonaban, tampoco les estaba echando cuenta, estaba ocupado en usar las palabras adecuadas para poder hablar con su padre, necesitaba un consejo, un consejo de amor.

En cuanto Fushiguro pudo terminar aquella carta y guardarla en su mochila, que se encontraba en un asiento al lado de Yuji, la melodía de Streets comenzó a sonar del móvil de Itadori. El pequeño no le presto atención por estar intentando hacer una cuenta de matemáticas.

Fushiguro colocó su mano con delicadeza en la barbilla de Itadori y la elevó, chocando miradas. Se inclinó hacia delante, sus respiraciones se mezclaban, Yuji no sabía que pasaba por la cabeza del moreno, pero no se iba a aquejar. A centímetros de distancia, sus narices rozando y sus frentes apoyadas la una a la otra, Megumi simplemente giró la cara y beso la mejilla de Itadori, pensando en el completo perdedor que era.

Se levantó y se volvió a sentar delante de aquel gran piano, mientras que Itadori tenía un sonrojo enorme y sus manos temblaban "¿Por que no le he/me ha besado?" Pensaron a la vez, sintiéndose como un perdedor.