In My Veins.

Capítulo 1.23

—Entonces ¿Qué procede?— Preguntó 5 mientras le daba un sorbo a su jugo de naranja.

—Esperamos a que sigan preguntando, pero también tenemos que tratar de ver qué pasa en este lugar.— 1 dejó su comida para observar a su alrededor, había unos cuantos agentes un poco más mayores que ellas y lo que más le llamó la atención, un par de jóvenes de su edad que las veían con intriga.

—¿Será que esos tontos nunca han visto a más jóvenes de su edad?— Se quejó la de cabellos rojos al sentir la mirada de los chicos en ellas.

—Somos intrusas en su hogar, ¿Qué esperabas?— Hablo 1 volviendo a su comida.

—¿Crees que estemos mucho tiempo?— Pregunto 5, no es que no le guste el lugar, pero preferirá estar en algún lugar del mundo con sus amigas y la pequeña, solo se habían ido un día y ya la extrañaba.

—Espero que a lo mucho solo unos días, solo buscaremos más información y quizás encontramos la manera de librarnos de esta.

Del otro lado del comedor se encontraban aquel par de amigos desayunando, mientras veían a las chicas nuevas.

—¿Por qué se quedaron? Normalmente Everett se lleva a las víctimas y ya está.— Preguntó Jhoana mientras jugaba con su desayuno.

—¿Quien es Everett?— Pregunto Finnick mirando a su amiga.

—Ah, el Agente Ross, me llevo muy bien con él, tiene pláticas muy interesantes, pero nadie le diga a papá, ellos dos tiene una rara relación.— Sentenció la chica con su dedo mientras miraba a sus amigos.

—Creo que alguien está muy al pendiente de las recién llegadas.— Oliver miro a Blake que desde que llegaron y vio que las otras 3 ya estaban ahí, no les sacaba la mirada.

—Déjalo, quizás solo le gustó una.— La castaña llevó un pedazo de fruta a su boca. Al parecer el chico no les ponía atención, pues no le dijo nada ante ese comentario.

—La peliazul.— Dijo Finnick en modo de apuesta, todos voltearon a ver a las tres chicas.

—No, no, no, la castaña.— Dijo Jhoana viendo a Blake.

—Me agrada la castaña.— Comentó su pareja quien seguía mirando a las chicas.

—Si la castaña, ahora dejen de verlas, tiene entrenamiento en media hora.-— Paso Riley a su lado para informar a sus amigos.— Hablen con las chicas, los nuevos vendrán también a entrenar.— Les comento mientras caminan hacia las tres chicas. A su espalda pudo escuchar la queja de sus amigos.

—Hola, buenos días.— Comento quedando frente a las tres chicas.

—¿Que tal?— Comentó 2 mirando al moreno las otras dos solo saludaron con la cabeza.

—Espero que no les moleste pero nos gustaría hacerles una última entrevista, antes de ver en qué manera podemos ayudarlas.— Comentó directo viendo a las 3 chicas.

—Si claro, justo hemos acabado.— 1 comento de una manera tranquila.

—Bien, si gustan acompañarme, el profesor no tarda en llegar.— Las 3 chicas se pusieron de pie.

—Nos van a evaluar ¿Académicamente?— Pregunto 5 algo confusa.

—No, pero él tiene un mejor trato con jóvenes mucho mejor de las personas que están aquí, tiene una escuela y él está a cargo.— Riley no comento otra cosa e iniciaron su camino hacia otro lugar.

Cuando los 4 salieron los otros chicos salieron en búsqueda de los otros jóvenes para trabajar.

Riley dejó a las chicas esperando en un pasillo, al parecer el profesor quería hablar con ellas al aire libre así que las dejó junto a la sala de entrenamiento.