Capítulo 1.8

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Aún seguía en el restaurante llevado pocos minutos desde que llegó la dueña dándole el postre para ella y su hija, cuando vio que una chica de cabellos chinos pero pelirrojos se sentaba dónde estaba el chico.

—¿Alguien te vio?— Aquello preocupó a la chica, aunque el chico trato de hablar bajo pudo escucharlo.

—Por favor, soy la maestra puedo hacer lo que sea.— La plática estaba confundiendo más a la chica, pero la bebé le puso su mano en su cara para llamar la atención mientras balbuceaba algo. Rápido le dió del helado para seguir escuchando.

—Una maestra joven, que hizo para meterse con este bello estudiante.— Rápidamente dejó de preocuparse eran solo unos jóvenes en un amor imposible. Pero siguió escuchando.

—Si eso, creo que tienes que ser más cuidadoso, el rector casi te pilla entre los árboles.— Aunque la chica no pudiera ver la cara de la pelirroja sabía que era pícara, hizo una mueca al escuchar aquello y fijó su vista a la calle otra vez. Viendo que el señor aún seguía ahí parado aunque ahora no le quitaba la vista a la pareja delante de ella.

—Creo que será mejor irnos.— La chica le sugirió al chico, al parecer también se dió cuenta del señor del otro lado de la calle.

—Lleva ahí desde que llegué, ¿Cómo te diste cuenta?— La de chinos claros seguía atenta a la conversación mientras le daba de comer a la bebé y se pudo percatar que los dos sintieron miedo, como si fueran descubiertos de algo.

—¿Nos vamos?— La pelirroja se puso de pie, el chico miró confundido a su pareja y se levantó, pero antes le dirigió una mirada a la que tenía a la bebé.

Ella por su parte solo lo miro seria y pronto regresó su mirada a la bebé.

Escucho como la pareja salía y caminaban en dirección por dónde sus compañeras se fueron.

A los pocos segundos el señor se fue detrás de ellos, aumentando la duda de lo que estaba pasando. Hasta que alguien la sacó de sus pensamientos.

—Clara ¿Nos vamos?— Preguntó la más alta mientras tomaba a la bebé y está reía.

—Si, claro, solo...— Seguía intrigada con aquella pareja algo le daba mala espina.

—Yo pago y nos vamos.— La de puntas rojizas entró al local y pago. Las otras dos chicas salieron del lugar en espera de la otra pero, la de chinos no dejaba de ver hacia donde había ido la pareja y los vio caminar unas calles más con el hombre tras de ellos. Su amiga a su lado se dió cuenta de aquello.

—Tenemos que ir a ver, van hacia el bar.— Dijo mientras arrullaba a la bebé.

—Ya llegué, ¿listas?— Estaba por hablar otra vez pero en su mente escuchó la voz de la mamá de la niña.

Una pareja llegó y al poco rato los dos se dieron cuenta del hombre, la chica le dijo que salieran, él le preguntó que cómo se dió cuenta, ella le insistió en salir.— Las tres ya iban caminando en la misma dirección que los otros 3.— Y el hombre los empezó a seguir, la pareja ya iba muy asustada. 5 si pasa algo llévate a Enyd, 2 y yo nos quedamos a ver qué pasa.

Las otras dos chicas asintieron, la más alta acomodaba de una mejor manera por si tenía que salir huyendo. La de cabellos rojos y la de lentes caminaron un poco más a dónde perdieron a la pareja y el señor.

Pronto los escucharon hablando. Ellas dos se escondieron entre los árboles mientras que la que tenía a la bebé se quedó más atrás cuidando el lugar.

—¿Sabe usted señorita con quién está saliendo? Oh si, ustedes no tienen que estar juntos son solo maestra y alumno.— No veían bien al hombre porque estaba de espaldas pero sí a la pareja que estaba confundida y muy nerviosa a decir verdad.

In My Veins.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora