MI COACH DEL AMOR

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"Eres capaz de realizar cada una de tus metas, dependiendo del esfuerzo que pongas en lograr cada uno de tus objetivos"

El Coach Antonio siempre nos decía eso antes de entrar a la cancha y debo decir que siempre me ha sido de ayuda.

Mi último propósito fue ganar las ligas menores de baseball en los juegos olímpicos con LOS LOBOS mi equipo y lo logramos. Eso sí cómo miembro de un equipo tienes mucha responsabilidad cada entrenamiento es fundamental, el esfuerzo que le pongas marcará la diferencia en los partidos y las finales.

Debes comer bien, para dormir bien y mantenerte saludable lo que casi no fue posible por la cantidad de chuches que me gustaba meter de contrabando.

Además del hecho de salir bien en los exámenes pues si no mantenía un buen promedio mi padre de inmediato me sacaría del equipo, teníamos ese trato.

Pero fue una verdadera sorpresa cuando fuimos ganado cada uno de los partidos en contra de los MANTARRAYAS, TIGRES, DELFINES y de los mismos ganadores pasados los GUERREROS. Aún sigo sin creer que mi batazo final nos diera la victoria, fue de locos.

Aunque de cierta forma había terminado una parte de mi vida ahora sería totalmente diferente estaba por iniciar la preparatoria mañana y bueno estaba nerviosa, no sabía ni cómo peinarme, mi padre me sorprendió con una mochila roja como su regalo de hecho que bien que lo hizo porque la anterior estaba un poco rota.

Recogí el uniforme nuevo de la tintorería no me lo había probado desde que lo encargamos  y aunque sólo era un uniforme no podía parar de acariciarlo tras el plástico, hasta lo puse en un gancho frente a mi cama para verlo a cada rato, mañana definiría una etapa temprana a mi Universidad me podía imaginar las clases todo sería tan nuevo e interesante, ¡no sé si pueda dormir esta noche de la emoción! además no he contado lo mejor podría ser cómo en las películas en las que después de un par de clases conocería al amor de mi vida tras que nuestras miradas se encontraran o tal vez mientras se me cayeran algunos papeles en el suelo y ese chico me ayudaran a recojerlos.

¡Dios no podía esperar!

Al día siguiente...

Preferí dejarme el pelo suelto porque no sabía bien cómo atármelo sin que se me botara de un lado o del otro, mi padre me dejo cerca de la prepa justo antes de irse a trabajar y bueno tenia mariposas en el estómago, mi mochila en la espalda y muchas ganas de llegar.

Sólo que bueno... creo que llegué a pensar que era la escuela equivocada porque bueno todos estaban entrando sin mochila, pero de algo estaba absolutamente segura definitivamente era la única estudiante con el uniforme escolar.

En lo único que podía pensar era "así no debería comenzar mi película" todos viéndome cómo si fuera un arroz en medio de un puñado de garbanzos.

La preparatoria era enorme, tras la puerta doble vi a algunos padres de lejos despidiendo a sus hijos ya adentro había cuerdas en las que guiaban hasta los salones del primer grado, a la única que reconocí fue a Naty nos vimos y ella me devolvió la mirada pero después voltee pues alguien paso justo atrás de mí y cuando voltee de nuevo bueno pues la perdí de vista en el camino pasamos por un edificio enorme el cual me enteré después eran los salones de tercer grado, asomándose por el barandal estaban todos esos chicos ya se veían bastante altos y por alguna razón nos señalaban al pasar mientras se susurraban entre ellos, después sólo debías entrar en el salón donde se encontrara tu nombre. Me tocó en el 1-C mientras que a la única chica que conocía le habrá tocado en el A o el B.

Y no reconocí a nadie más.

No quise ser de las que se sentaban hasta el frente y las heroínas de cada manga o película que había visto se sentaban una banca antes del final de la fila o justo al lado de la ventana, ese asiento estaba libre así que estaba feliz, de inmediato me senté allí.