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ERICK

-Esta es la freidora, - decía el dueño ( acercándose a la que en verdad supuse que sería la estufa), esta es la bomba de cerveza dijo señalandolos y estos son los menu's sé que te costara al principio pero creeme con cada pedido iras viendo los favoritos de la gente.

-Si, lo entiendo-dije para que dejara de tratarme como si fuera mi primer empleo, el cual no lo era pues habia sido de limpia parabrisas con Elisa a los 7 años.

-Si algo se te complica solo tienes que decírmelo de inmediato ahh y como siempre digo "no hay preguntas tontas"-justo con esos comentarios se estaba pareciendo a mi maestro de Cálculo en plan "soy tu amigo".

-Ya llegue Tío, ahh ya le explicaste que cualquier duda que tenga te lo diga de inmediato.

-Ponte el delantal y la malla Lizbeth, siempre se te olvida. -dijo él.

-Si, ya voy-decía ella y ya no podía hacer más que verla pero "que hacia ella aquí" ¿no se supone que sólo sería yo?

Se tardó un rato en dejarme todo claro el tal Roger me decía como operar un pedido grande cuando Liz regresó y yo no pude más que verla pero no sabia si se iba a quedar toda la tarde hasta que la vi salir con un uniforme parecido al mio y bueno a ella le quedaba bien a gorra mientras que mi cabello se encasquetaría aqui.

-¿Y bien tienes alguna duda? -preguntó ella acercándose y poniéndose el delantal.

-Creo que tu tio ya me dijo todo.

Ella se me queda viendo y luego dice:

-Algo que si deberías saber es que obviamente no le podemos vender alcohol a menores así que aunque te digan que están con alguien adulto pídeles que su padre o tutor se acerque por las bebidas o no podrás cobrarlas.

En eso se nos acercó el tio o en mi caso "Jefe" con una bandeja enorme de cebollas y dijo:

-Rebanadas por favor.-dijo pero se devolvió de inmediato a el area de bodega.

-Ok. -respondió ella acercándose un cuchillo y una cebolla.

-Creeme ya me pasó pero hay chicos que quieren intentarlo cada semana. -dijo ella.

-¿Que haces aquí? -pregunté directamente.

-¿Amm cortando cebollas? -repondió ella. -¿es capciosa porque?

-No, crei que solo yo lo ayudaría. -dije señalándolo.

-Ya te lo habia dicho no encuentra meseros o ayudantes y cualquier día de estos mi tia tendrá al bebe y mi tío quiere...

Pero él me interrumpió.

-¿Y ya saben que será? -dije acercándole una cebolla para ser rebanada.

-No, ella quiere esperar al dia de parto, ni siquiera quiso un baby shower creo que porque no tiene tantas amigas. -dijo algo triste.

-¿Porque te pones googles de seguridad?-pregunté al verla colocandoselos.

-Aguanto una o dos pero creeme cuando cortas cien cebollas de junto los vas a necesitar.-dijo ella ajustandoselos.



***Momentos más tarde



-Ahh mira esta es la medida de las cervezas dos dedos de espuma y que llegue al borde ok-dijo ella sirviendola y mostrándome al entregar ese último pedido.

-Ok, creo. -terminé yo.

Habiamos tenido ya varios pedidos y Roger fue a buscar más "salsa especial" para las alitas extra picantes pero ahora era un momento innesperado de calma en la que ella agarraba y limpiaba donde se recargaban los refrescos y limpiaba el desorden que habían déjalo los clientes, asi que sólo le pregunté.

-Así que ya le habías ayudado antes a tu tio. -dije limpiando la zona de pedidos.

-El año pasado en fiestas sabes, es que también hace pedidos a domicilio con el food truck.

-¿Pero no es muy cansado? -dije yo.

-El siempre dice que, "sólo el esfuerzo que hagas hoy valdrá la pena mañana"

-Ahh ya le dijiste mi lema-dijo él muy feliz con dos garrafas grandes que después destapó y poso en un recipiente más pequeño, después le sonó el celular y dijo apresurado:

-Ya vengo he. -dijo saliendo él.

-Es mi tía, seguro. -dijo Liz.

-Si, bueno-dije porque no supe bien que decir.

Nos tardamos al principio y es como si los clientes pensaran que toda esa basura que dejaban en la mesa se limpiaria mágicamente porque la dejaban constantemente pero un par de horas después cuando ya agarramos coordinación entre los pedidos, las ordenes y el servicio la fila se acortó bastante hasta que el lugar quedo completamente solo justo cuando el partido comenzó, momento para el cual ya no había nadie en la fila.

-¿Y que tal? -preguntó ella.

-Es emocionante-dije sin pensarlo.

-Bueno ¿que estarías haciendo en tu casa? -dijo ella en una sonrisa.

-Nada probablemente. -dije yo apoyándome en la barra.-¿Te puedo decir una cosa? -pregunté yo.

-Es por las mesas de allá ya voy a limpiarlas he no me presiones...

-No, es otra cosa -dije.

-Dime, -dijo ella acercándose y quedando cara a cara.

-Recuerdas que me pediste ser tu "esa cosa del amor" ella por completo me entiende de repente baja la cabeza y se agarra las uñas, mientras ve hacia otro lado.

-"Coach del amor" -dice ella; -si, ¿porque? Mi tio no sabe nada así que...

-¿Porqué me lo pediste si se nota que no te cuesta hablar con la gente-digo señalando al estadio- y...

-¿Prometes guardarme el secreto? -dijo interrumpiendome y viendo a todos lados -incluso de mi tio.-a lo que solo pude asentir.

Tardó unos segundos y vió a todas partes antes de decir: -Es que... a lo mejor a niños, adultos y no sé a los abuelos no me cuestan trabajo pero cuando se trata de -ahí me señalo.

-¿Que hombres? ¿Ammm personas? -dije dudoso.

-Si, cuando se trata de chicos, no puedo es como si mi lengua se trabara y mi cerebro dejara de funcionar, sabes.

-No puede ser -dije riendome-mira justo ahora estas hablando conmigo.

-Tu eres diferente obviamente-dijo viéndome fijo.

-¿Porqué? -pregunté de inmediato, pero de la nada apareció ese niño que aún no alcanzaba ni el mostrador diciendo:

-¿Me dá unas palomitas grandes y un refresco por favor?-dijo el niño.

-Claro que si, -contestó Liz, le cobró y al ver que no podía con las dos cosas en las manos le dijo:

- ¿Te puedo ayudar con eso? -dijo al ver que el niño no alcanzaba bien la maquina de refresco.

-Gracias-dijo el niño.

Ella viendo que probablemente tiraría todo, me vió un segundo y acompañó al niño a sus asientos donde según ella al regresar dijo:

-Esta con sus tíos, que pequeñito está.

-¿Y que pasó entonces?

-Ahh es que le ayude porque no alcanzaba la maquina de refresco ¿que no viste su estatura?

-No de eso no, me estabas diciendo porque yo no...

-Ahh es que contigo no va a pasar nada tu eres sólo mi amigo ¿cierto? -preguntó como si no hubiera otra explicación.

-Sí, yo soy yo. -dije simplemente de ahí se siguió limpiando las mesas y yo seguí reponiendo vasos, charolas y todo pero no sé muy bien el por qué no me sentía muy complacido con su respuesta había algo que me punzaba en el pecho.




MI COACH DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora