MI COACH DEL AMOR

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Debí asentirle porque dijo:

-¿Cómo te llamas?

-Amm Soy Lizbeth. -contesté.

-Ahh yo soy Elisa. -dijo tomando mi mano.

-Que bonito nombre-contesté.

-Significa "ayuda divina" idea de mis padres-pero a eso la verdad no supe que decir y ella siguió-vi que estabas hablando con-luego me señalo al tal Salazar.

-Le pedí ayuda pero...-empecé.

-¡Yo te ayudo! -gritó muy alegre- excepto si es para Cálculo diferencial ahí si no puedo ayudarme ni a mí misma, -dijo sonriente luego me sorpendió y dijo:-¿Quieres ir a mi casa? -tenía una sonrisa tan brillante que bueno al menos yo no podía decirle que no.

-Si, claro-dije-sólo déjame avisarle a mi papá.

Por supuesto fui al salón por mi mochila después de la llamada y salí corriendo rumbo a la puerta donde esa chica me estaba esperando, de buenas a primeras ya estaba llendo a su casa y lo primero que noté al llegar era un enorme ventanal que al deja entrar la luz del sol dejaba ver también el sillón, la sala y la tele.

En poco tiempo le explique mi dilema pues ella me preguntó por qué hablaba con el tal Salazar.

Yo misma entendía la locura de mi propio plan al decirlo en público, pero bueno ¿que daño podía hacer decírselo a una persona más? no era como si tuviera a alguien más aparte de Charly para hablar.

Sospeché que a Elisa le gustara o tal vez ya había salido con él pero se me hizo de muy mala educación preguntarle de repente.

Ya dentro de su casa no nos quedamos en la sala o el comedor, me interrogó justo en la cocina tras darme un vaso de jugo.

Además sólo le dije que le pedía ayuda para poder hablar con la gente y en ello pues con chicos.

-¿Así que le pediste más bien que te enseñara a salir con chicos? -enserio no la vi sorprendida sólo curiosa al respecto.

-Pues en resumen si, con chicos y a hacer amigos sabes-contesté.

-¿Pero por qué?

Lo que le diría a continuación tal vez sólo se lo diría a Charly y tal vez no lo entendería pero intente explicarlo lo mejor posible.

-Sabes pertenecí a una escuela de chicas desde el preescolar hasta la secundaria y jamás experimenté algo cómo citas, los bailes de fin de curso, vaya ni hablar con chicos y todo este tiempo he sentido cómo si algo me faltara...

-¿Pero y tu mamá? ella nunca te enseño nada de eso o...

De repente se escuchó la puerta de alguna parte de su casa así que me trajo de vuelta a la realidad, Elisa que estaba apoyada en la mesada fue hacia el marco de la puerta diciendo:

-¡¿Hermano ya llegaste?! -gritó ella al pasillo.

- Si, en unas dos horas comemos. -le contesto igual a gritos.

- Ok, estoy con una amiga ok-dijo volviendo a gritar.

- Ok-respondió, su voz sonaba ya lejos como en otra habitación, ella se sentó de nuevo y seguimos hablando.

-Creo que mejor me voy. -dije.

-No, quédate a comer-dijo ella algo triste.

-No, de todas formas tengo que llegar a comer con papá, pero gracias-le contesté.

-¿Por cierto él a que se dedica?

-Hace piscinas-respondí.

-¿Y tu mamá?