Cuando acabe el mes

Bienvenida

El comienzo de algo nuevo, algo que me va a cambiar completamente, que va a cambiar mi vida y mucho más, todo por un trato, uno que hará que las cosas no vuelvan a ser las mismas.

-¡Au! - le grité a un chico con el que me había chocado al entrar a mi nueva casa - ¡ten más cuidado que no vives solo en el mundo imbécil!

Después entré siguiendo a Sophia hasta donde se suponía que iba a ser mi dormitorio por todo un año.

Es mi primer día en Atlanta y no se cómo actuar, todo me resulta muy extraño, es muy nuevo todo y mi comienzo no ha sido el mejor, me he chocado con un chico que ni me ha pedido perdón, un arrogante. Mis padres, los reyes de Moglesgán, me han a llevado hasta el aeropuerto y luego seguí esta aventura sola, literalmente, sola. Este va ser un largo año y más si me quedo en la casa del director como residente, va a ser algo raro tener que convivir en su casa con su familia. Voy a pasar mi último año de secundaria en Atlanta y con una familia a la que no conozco. El director y su esposa tienen un hijo de mi edad y otro dos años menor, y por lo que me han contado mis padres parece ser una de las familias más respetadas del lugar y no solo por ser el director del mejor colegio del condado, sino por tener un gran poder social y un hijo que resulta ser el más listo del instituto más valorado y privilegiado de Atlanta, se trata de Mason Clark, el chico de mi edad. Pero no solo eso, Tom, el hermano pequeño, no parece dejar a su hermano ser el único listo de la familia, resulta que también tiene un gran coeficiente intelectual, pero va a dos cursos menos por lo que no llega a superar a Mason, aunque a de los de su edad e incluso gente mayor les supera con creces.

Y luego estoy yo, Lys Collins, que a pesar de ser una princesa no soy tan buena en los estudios como la gente cree, si que saco notas más o menos buenas, pero con demasiado esfuerzo, más del que la gente se cree, normalmente las personas suelen pensar que por ser princesa me lo dan todo hecho, pero yo no permito que eso sea así, me gusta hacer las cosas por mí misma.

Hoy es el primer día de verano, he llegado dos meses antes del curso porque según mis padres y el director y su esposa me podré integrar mejor con la gente de mi edad para cuando haya empezado el curso, incluso quieren que conozca y quede con Mason y sus amigos, ¡pero si ni siquiera conozco a Mason!.

- ¡Lys! ¡A desayunar!- Me grita Tom desde detrás de mi puerta. Por ser el primer día que paso con ellos me dijeron que desayunaríamos todos juntos algo especial.

- ¡Ya voy! - le devuelvo el grito.

Cuando llego al salón veo una mesa repleta de comida típica de Atlanta para desayunar. En ella veo que están sentados el director - Chuck - y su esposa - Sophia -, que era realmente amable y dulce. Ella fue la primera en recibirme cuando llegué, y me ayudó a preparar mi cuarto a mi gusto. A demás es muy guapa, y alta, parece una modelo y tiene una gran melena negra cortada a capas.

No puede ser, ese chico, el que estaba sentado en esa mesa era con el que me choqué hace un rato, al que insulté con un grito.

-Ven cariño, siéntate con nosotros- dice Sophia - hemos preparado un desayuno especial por tu primer día con nosotros.

-Soph, déjate de tantas cursiladas - dice el chico resoplando - solo es un desayuno.

Ese era Mason, ni más ni menos que el imbécil que creía que era tan solo con haberme rozado en un golpe, no había tenido ocasión de conocerlo a fondo obviamente pero ya me parece un tanto arrogante, simplemente podría haberse callado ante la emoción de Sophia.

Y yo por replicar a Mason que de primeras ya me parecía un borde le contesté:

-Nada de cursiladas, me encanta, todo tiene muy buena pinta, gracias Sophia.

-Lys, vamos a vivir en la misma casa durante mucho tiempo, puedes llamarme Soph- me sonríe y asiento.

Y con una enorme sonrisa en su cara empezamos a comer y a disfrutar de aquel precioso banquete. A decir verdad todo estaba riquísimo, no se que cosas eran pero estaban espectaculares y no las había probado en mi vida. Punto a favor de Atlanta.