Señales

2.3K 98 16
                                    

Otra resaca.

Solo llevo dos semanas aquí y parece que lo único que hago es emborracharme. Ni siquiera recuerdo como hemos llegado a la casa.

Entra mucha luz en el cuarto. Lo odio. No me gusta despertarme por las mañanas. Simplemente me pone de mal humor.

Cuando voy a levantarme para ir al baño noto una presencia a mi lado. Casi me da un infarto de pensar quién puede ser, pero me relajo al ver a Zoe durmiendo como una princesa, o más bien como una bestia. Tiene todo el maquillaje corrido y el vestido desordenado.

Sonrío al verla y el simple echo de que esté aquí me hace cambiar un poco mi humor a mejor.

-Lyyyyyys. Cierra la puta cortinaaaa - me grita adormecida Zoe - quiero dormiiiiir.

-No. Ve despertándote que tenemos que bajar a desayunar con todos. Te quieren conocer.

-No me quiero levantar - refunfuña como una niña chica.

-Ni yo, pero es lo que hay. Vamos.

Después de un rato consigo que se levante y vamos al baño a arreglarnos el desastre de cara que llevamos. Nos terminamos de arreglar para desayunar. Cuando llegamos ya están todos ahí, incluso Mason.

-Buenos días - nos saluda Sophia alegremente.

-Buenos días - decimos ambas a la vez.

-Parece que anoche os divertisteis, eh - nos dice Tom divertido.

-Sí, bueno - no sé muy bien que decir - salimos un rato para celebrar la visita de Zoe.

-Un buen rato diría yo, vaya ojeras tenéis - se ríe.

-Muy gracioso - le contesta Zoe esta vez.

Al final el desayuno no se hace tan incómodo como me esperaba. Zoe tiene muy buen manejo con la gente y se ha pasado la mayoría del rato hablando.

Cuando Zoe y yo nos íbamos a ir a la habitación nos llama Mason.

-Oye, esta tarde vienen los chicos y Amber a la piscina - hace una pausa, pero no parece incómodo. Solo nos mira con una mirada insignificante -, por si os queréis pasar.

-¡Por supuesto! ¿A qué hora? - Zoe ni siquiera lo duda.

-En una hora.

Zoe se pasa esa hora hablándome de como besa Joan y de que solo lo quiere para un rato. También se la pasa eligiendo un bikini para cada una. Y claro que, no podían ser unos bikinis discretos, si no algo que nos resalte.

-Tía, este te hace unas tetas increíblemente perfectas - hace una pausa mirando las mías y luego las suyas - ojalá pudiera decir lo mismo de las mías. Son como dos bolitas de golf.

-No digas eso, son perfectas también.

-Lo dices porque las tuyas son enormes.

-¡No son enormes! - se que de alguna manera está bromeando, ya que nos reímos por un rato de eso.

Finalmente bajamos al jardín donde vemos que están todos.

Amber corre a nosotras a darnos un abrazo.

-Uf, menos mal que estáis aquí. No sé cuanto tiempo más iba a aguantar a esos tres yo sola.

Nos acercamos a ellos que parece que ni nos ven cuando llegamos. Al menos Joan y Klaus que juegan como niños pequeños en la piscina tirándose agua e intentando ahogarse el uno al otro.

Mason sin embargo me ha mirado en seguida. Es raro, últimamente me mira mucho. Eso me pone de los nervios. Noto que me recorre el cuerpo con los ojos y en estos momento mi inseguridad sube un poco por ir en bikini. Después de eso me mira directamente a los ojos.

Cuando acabe el mesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora