Gustabo se encontraba enfrente de la casa del pelinegro, ya vestido y bastante arreglado.Estaba muy nervioso, como si en cualquier momento sus piernas fueran a fallar por ello.
Tenía miedo, no quería cagarla, esta vez no. Iba a conocer a los padres de Jack Conway, ni más ni menos.
Si ya el hecho de que iba a conocer a los padres del chico que le gusta le ponía nervioso, tenía que añadir que eran grandes empresarios de la ciudad y su padre dirigía su centro de acogida.
Eran las 9 en punto de la noche. Justo la hora acordada.
Con un pequeño temblor, levantó la mano para apretar el botón que anunciaba su llegada. El timbre sonó.
Esperó unos cinco segundos hasta que una mujer mayor, y bastante atractiva para su edad, abrió la puerta.
Miró de arriba a abajo al rubio, cosa que le hizo sentirse demasiado observado, hasta que la mujer giró la cabeza hacia el interior.
- ¿Por qué habéis pedido pizzas? Os dije que no era necesario.- Dijo la mujer hablándole a los que parecían ser el resto de la familia.
- Mamá, no es un repartidor de pizzas.- Dijo Conway rodando a los ojos y poniéndose al lado de la madre.- Aunque pinta si que tiene.- Dijo intentando no reírse.
- ¿Lo conoces?- Dijo la madre interrogante.
- De hecho, él es el invitado mamá.- Dijo soltando una pequeña risa.
La madre abrió los ojos por un momento, estaba claro que Conway no le había expresado que su invitado especial iba a ser un hombre.
La madre se quedó unos segundos procesándolo hasta que finalmente habló.
- Dios, lo siento mucho, pasa pasa.- Dijo la madre inmediatamente dejándole paso.
El rubio sonrió tímidamente y entró seguidos de los dos.
- ¿Ya ha llegado?- Preguntó el padre mirando hacia la entrada, conectando miradas con el rubio. Este era muy parecido a Conway, de hecho era bastante alto al igual que su hijo. Cuando vió al rubio comenzó a mirar alrededor buscando a la supuesta invitada.- ¿Dónd-
- Es él.- Le dijo la madre entre señas, cortando a su marido para que no la cagara.
Este pronunció un suave "Oh" y seguidamente, como si hubiera apretado el piloto automático, se aproximó al rubio tendiéndole la mano en forma de saludo.
- Encantado, ¿Y tú eres..?- Dijo el padre algo nervioso, pero terminaba ocultándolo bien.
- Gustabo.- Dijo con notable nerviosismo estrechando la mano.
- Bueno, Gustabo, espero que te guste la carne en salsa porque mi mujer a preparado grandes cantidades.- Dijo el padre con algo de sarcasmo.
ESTÁS LEYENDO
⚡ʜᴇᴀᴠᴇɴ-ɪɴᴛᴇɴᴀʙᴏ/ᴊᴀᴄᴋꜱᴛᴀʙᴏ⚡
Fanfiction✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰ 🌪️𝓒𝓾𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓮𝓵 𝓪𝓶𝓸𝓻 𝓼𝓮 𝓻𝓮𝓹𝓻𝓲𝓶𝓮 𝓮𝓵 𝓸𝓭𝓲𝓸 𝓸𝓬𝓾𝓹𝓪 𝓼𝓾 𝓵𝓾𝓰𝓪𝓻🌪️ . ✨ . ✨ . ✨ . ✨ ✰ ✰✰✰ ✰✰✰ ✰✰✰ ✰✰✰ ✰✰✰ ...