c a p i t u l o 2.

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La familia de los Min era conocida por sus atributos de dragón además de ser bastante temidos por casi todos, se creía que los híbridos estaban extintos desde hace siglos pero oh sorpresa, en la familia Min eran híbridos y encima, dragones. Había un fuerte debate entre los habitantes sobre si matarlos o dejarlos vivir con ellos, muchos decían que eran malvados y los matarían, muy pocas personas no les temían e inclusive los visitaban a diario. Pero después de una muy injusta decisión los echaron de aquel lugar, fueron obligados a buscar un nuevo hogar y por suerte los dejaron tomar sus cosas antes.

Los Min no estaban nada contentos con eso pero no les quedó de otra más que irse, no querían que su pequeño hijo los viera acabar con esas personas en cuestión de minutos, así que después de unos  días encontraron un castillo del cual se encargaron de reconstruir con ayuda de los bondadosos reyes Jeon, hicieron un acuerdo a cambio de su ayuda. Debían abandonar el castillo en caso de que los Jeon tuvieran que buscar otro lugar donde vivir por sí ocurría una guerra o cualquier otra situación, en este caso fue por el nacimiento del príncipe, cuando la hora de la partida se acercó los Min consiguieron una casa en el pueblo, los Jeon pensaban que su hijo sería rescatado en cuestión de meses o a más tardar un año por lo que dejaron a los Min regresar, aunque solo uno de ellos quiso volver, el único hijo de los híbridos-dragones, Min YoonGi.

El nombrado tomo sus pertenencias y se despidió de sus padres antes de ir a su antiguo hogar, durante todo el camino pensó en comprar pinturas y muebles nuevos para remodelar el lugar pues estaría desgastado por los años, pero grata fue su sorpresa al llegar y observar que todo seguia igual, YoonGi pensaba que la construcción estaría sucia y abandonada como la habían dejado antes de irse, pero vio todo el lugar ordenado y limpio como si nunca se hubieran ido, supuso que había alguien más aparte de él. Mirando todo con una mueca demostrando su confusión el híbrido siguió caminando por los pasillos estando atento a cualquier ruido sospechoso, había un suave aroma a fresas impregnado en todo el lugar cuando normalmente ese lugar olía a madera o a carbón.

Siguió vagando entre los pasillos hasta llegar a su antigua habitación, la puerta anteriormente negra estaba pintada con flores y conejos "infantil" pensó. Tomo la perilla para girarla con lentitud y observar lo que en algún momento fue su habitación, los tonos pasteles inundaban en todo el lugar, los muebles habían sido reemplazados por otros de colores blancos con detalles dorados y había una enorme ventana junto a la cama la cual era más grande que la suya.

El dragón dudó unos segundos si entrar o no, el lugar parecía solo así que decidió entrar y dejar su bolso con sus pertenencias en la silla junto al pequeño escritorio igualmente blanco, se quitó algunas de sus prendas hasta quedar solo con una camisa de manga larga negra y su pantalón del mismo color, tomo asiento en la gigante cama sorprendido por lo suave que se sentía, se recostó con lentitud hasta quedar tendido en las sabanas notando nuevamente el aroma a fresa con un toque de rosas en la tela "Quien sea que viva aquí ama las fresas en verdad" volvió a pensar.

No le tomo tanta importancia y se acomodo mejor apartando los peluches que habían ahí cubriéndose con sus alas negras cayendo en los brazos de morfeo, haber volado por lo menos una hora y caminado otras cinco lo dejó un poco cansado, una siesta no le haría daño a nadie.



(...)



Después de varias horas Jeon despertó de su agradable sueño, tenía hambre y algo de frío pues la noche se acercaba haciendo disminuir la temperatura de forma considerable. El príncipe se estiró un poco soltando un suspiro relajado ante la sensación que le provocó aquella acción, segundos después emprendió camino hacia la cocina para servirse algo de arroz con carne y un trozo de tarta de mora, el había aprendido a cocinar de todo y tenía su propio cultivo así que no tenía que preocuparse por nada de eso, se sirvió algo de jugo y camino hacia su habitación tarareando una de las tantas canciones que conocía, al estar frente a la puerta frunció con suavidad su ceño, según recordaba el había cerrado la puerta después de salir.

─ ¿Porque la puerta está abierta? Yo la había cerrado...─ Susurro Jeon observando la puerta entreabierta, supuso que la había dejado abierta y no se dio cuenta. Entro soltando un pequeño chillido asustado, tuvo que casi abrazar la bandeja donde su alimento reposaba para evitar que acabara en el suelo, observó la cosa, más bien persona que descansaba tranquilamente en su cama ajeno a la presencia del contrario, el príncipe dejó la bandeja a un lado para acercarse con suma lentitud tomando un zapato que estaba tirado por ahí en caso de que el desconocido no fuera amigable y lo quisiera atacar, se armó de valentía antes de tocar con suavidad una de las alas del chico, más no obtuvo respuesta alguna. Volvió a tocarlo dos veces y el híbrido no respondió.

─ D-disculpa pero esta es mi cama.─ Murmuro Jeon con un deje de timidez en su voz, nada. Carraspeo de nuevo hablando más fuerte esta vez

─ Oye, despierta.─ Toco con un poco más de confianza el hombro del otro pensando en que no respondería, tal y como esperaba no recibió ni el más mínimo movimiento, suspiro ya algo cansado antes de subirse a el quedando sentado en su abdomen y empezo a dar pequeños saltitos buscando despertarlo como sea. Aunque no se espero que fuera derribado sin más, tampoco espero escuchar un gruñido bajo proveniente de aquel pálido chico.

─ ¿Q-quien eres? ¿Eres un hombre l-lobo?... ¿Eres una m-mujer?─ Pregunto bastante asustado por la profunda mirada que le dedicaba el hibrido-dragon, este por su parte seguia procesando todo ¿Que hacia ese niño ahí? ¿Porque no le había gritado ya por despertarlo? pero aún más importante ¿Porque lo había llamado mujer?














 ¿Eres una m-mujer?─ Pregunto bastante asustado por la profunda mirada que le dedicaba el hibrido-dragon, este por su parte seguia procesando todo ¿Que hacia ese niño ahí? ¿Porque no le había gritado ya por despertarlo? pero aún más importante ¿Po...

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El principe y... ¿Su dragón? •YoonKook•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora