c a p i t u l o 5.

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Habían pasado ya 3 meses desde que ambos habían empezado a vivir juntos, hubieron pequeñas discusiones y desacuerdos de por medio, si. Pero lo solucionaban con rapidez, el príncipe había dejado de estar al pendiente de si alguien llegaba a rescatarlo, se sentía conforme con la compañía del dragón quien ahora estaba tirado en el sillón junto a el viendo la TV, Jeon sentia bastante curiosidad respecto a la naturaleza híbrida de su acompañante, varias veces había visto sus alas negras, las escamas que empezaban desde el cuello siguiendo por los brazos y acabando en su espalda, solo había podido observar eso.

Hasta una vez juro haber visto dos cuernos sobresaliendo de su cabello al igual que vio sus ojos de un tono violeta, así que aprovechando que estaban juntos hablo.

─ Ahora que lo pienso Hyung, tu eres un híbrido de dragón ¿Puedes transformarte completamente en un dragón?─ Jeon dirigió su mirada al nombrado, este hizo lo mismo y asintió.

─ Suelo cambiar para recorrer grandes distancias o en pocas veces para defenderme ¿Porque?

─ Me gustaría verte como dragón ¿Puedes cambiar? Porfiii.~─ El príncipe hizo un tierno puchero a la par que juntaba sus manos queriendo verlo, Min pareció pensarlo unos momentos antes de contestar.

─ Me transformare para ti a cambio de dos tartas de mora.─ El príncipe rápidamente asintió, sabía de que al mayor le encantaba las cosas hechas de mora, no por nada lo ha encontrado más de una vez comiendo un plato lleno de aquellas bolitas moradas mientras leía o lo observaba en silencio.

─ ¡Hecho! Vamos afuera para que no rompas nada.─ El príncipe jalo del brazo al contrario hasta llegar al patio del castillo donde dejo en el centro al híbrido y se sentó en el pasto impaciente por ver al gran dragón que era Min. Pero se volteó con una impresionante rapidez cuando el mayor retiro sus prendas hasta quedar en ropa interior, se aseguró de que el menor no lo observara y se quitó la fina tela quedando tal como dios lo había traído al mundo. El tronar de los huesos del antes humano le hicieron entender al príncipe que ya había empezado a transformarse por lo que al no escuchar nada más que una pesada respiración se dio la vuelta.

Un majestuoso dragón de gran altura invadió su campo visual, el negro era el color que pintaba su cuerpo mayormente junto a pequeños toques morados en ciertas áreas de las escamas y garras, sus ojos e cuernos morados eran idénticos a los que había visto antes, el dragón movió con suavidad su nariz dejando salir algo de humo tono lila, Jeon sonrió en grande acercándose a tratar de abrazarlo, sus manos apenas pasaban la mitad del cuello de la criatura.

─ Eres un dragón muy bonito Yoon.~─ Canturreo divertido meneandose a los lados, se alejó del cuello de la criatura para seguir observando las demás partes de su cuerpo, quedandose más tiempo en su cola jugueteando con ella, se paró frente al dragón y extendió sus brazos hacia el queriendo tocar su cabeza también.

─ Agacha tu cabeza, quiero tocarla también.─ El dragón hizo lo que le pidió y se agachó hasta quedar a la altura del príncipe quien sonrió y llevo sus manos para tocar los cuernos morados de la criatura, eran lisos al tacto, bajo hasta llegar a lo que pensaba eran sus mejillas empezando a acariciar y rascar, cuidando de no hacer un mal movimiento y lastimarlo. Más no esperaba escuchar un sonido parecido a un ronroneo proveniente del dragón quien tenía sus ojos cerrados e inclinaba la cabeza hacia la mano del menor.

─ Eres una lagartija mimosa.─ Río con suavidad escuchando un pequeño gruñido demostrando su descontento más no temió, sabía que el nunca le haría nada malo, Min empujó con suavidad al humano haciéndolo recostarse en el suelo para después posar su pata en su pecho sin hacer presión y manteniendo sus garras lejos de él.

─ ¡Oh no! El malvado dragón me ha atrapado ¡Que mi apuesto caballero salvador venga y me rescate de esta lagartija mimosa!─ Comento entre carcajadas Jeon contagiando al dragón quien río a su manera, más no se esperaba recibir pequeñas mordidas en uno de sus dedos de parte del jugueteo del príncipe.

─ Jeon Piraña JungKook, príncipe de las pirañas.─Penso el dragón divertido, le hubiera gustado decir eso pero solo salió un gruñido de su hocico, Jeon paró con las mordidas haciendo una mueca disgustado.

─ Sabes salado YoonGi, ya puedes transformarte si quieres.─ Jeon trato de safarse del ligero agarre del dragón pero no se espero que la cabeza del mismo se posara sobre el, suspiro llevando sus manos a la frente y mejilla del dragón para acariciarlos recibiendo nuevamente aquellos ronroneos.

─ Eres un mimoso Yoon, pero... Aún así te quiero.─ Dejo un inocente beso en la nariz del dragón quien abrió sus ojos en demasía sintiendo sus mejillas calentarse aún más de lo que naturalmente estaban, no se esperaba esas palabras de alguien que no fuera su padre o madre y mucho menos el sentir los labios del chico en su nariz. Sonrio y cerró sus ojos sintiendo las manos del menor seguir con su suave y cariñoso tacto, quedándose así sumergidos en un cómodo silencio donde el dragón podría haberse quedado profundamente dormido más no lo hizo gracias a un fuerte grito.

¡Tranquilo mi príncipe! Yo ¡Sir Alejandro! E venido a rescatarte de ese horrendo dragón ¡En guardia horrenda bestia!

... ¿Que?





[Yoongo bongo versión godzilla aparece]

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•No encontré otra imagen que me gustara, digamos que las partes blancas son negras y las de color dorado son moradas(?

•Espero que les haya gustado este capítulo, en el próximo se nos viene una batalla legendaria del frikismo, ah no de eso no. Pero si una pequeña batalla, les agradecería mucho que votaran y apoyaran esta historia. Nos vemos luego -w- /.

El principe y... ¿Su dragón? •YoonKook•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora