–No entiendo esta película.
Huevay llevó una mano al tazón de palomitas para después llevarse un puño entero de estas a la boca.
–¿En serio?– Confi sonrió mientras veía como su novio masticaba con el ceño fruncido– Bueno, pero es que también te la estás pasando todo el rato con el celular ¿Cómo planeas entenderle así?
Huevay movió su rostro de la pantalla al rostro del oji‐azul, aún sin cambiar de expresión.
– Y tu eres un experto ¿no?
–Huevay, no es tan difícil entenderle. Todo es una ilusión de Dorothy, las personas de Oz tienen rostros de gente que conoce en la vida reak y todo es un reflejo de su vida real en un mundo fict– Entonces Huevay lo interrumpió.
–¿Puedes parar? Es que... no me decido a cual ojo verte.
–¿Qué?
–Eh' que estás todo bizco, no me decido a cual ojo verte; ambos van para lados contrarios.
Huevay sonrió burlón mientras paseaba un dedo de un lado a otro, fingiendo jugar "de tín marín de do pingüe" mientras su pareja lo veía estupefacto. No le sorprendió exactamente que Huevay se burlara de su apariencia, total, él era más que consciente de su apariencia física y que en su relación las risas y bromas abundaban; más bien fue la forma en la que lo dijo.
Fue un comentario con malicia, con la clara intención de hacerlo sentir mal.
¿O no? ¿Y si solo estaba confundiendo la situación? Si, seguro solo estaba más alerta de lo normal ya que Huevay ultimamente pasaba poco tiempo en casa, él no paraba de hablarle acerca de un aumento por lo que tenía que trabajar más tiempo que antes.
El resto de la película se la paso callado, con esos pensamientos dandole vueltas en la cabeza en todo momento, esperando a que Huevay volviera a tocar el tema para disculparse.
Nunca lo hizo.