26-Y si lo intentamos?

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Maya


Mi día comenzó con el pie derecho.

Con los chicos nos reunimos a comer en un restaurante de la ciudad, después de comer, convivir, y charlar un poco sobre nuestras vidas, cada uno de nosotros se fue trabajar.

Mientras caminaba en las calles de la ciudad, observaba cómo todas las personas corrían apresuradas de un lado a otro, ya que la navidad estaba muy cerca.

Faltaban un par de días para la navidad.

Era una fecha que yo adoraba, pero con el tiempo fui perdiendo el interés en esas fechas.

La mayoría de personas se reunían en familia.

Y allí estaba yo, a un par de días de navidad, trabajando intentando distraerme, tratando de ignorar los adornos navideños por todas partes.

Después de la muerte de mis padres mis amigos intentaron hacerme pasar las fiestas con sus familias.

Pero claro que yo no podía hacerlo.

Ellos tenían sus familias, ellos tenían que pasar tiempo con sus familias.

A el principio ellos se sentía culpables de que yo pasara las fiestas sola, pero después de muchas charlas ellos accedieron a pasarlas cada uno con sus familias.

Yo nunca pude ir a una de sus cenas familiares de navidad...

Las personas felices abrazándose eufóricamente, diciéndose palabras bonitas, no era algo que me trajera buenos recuerdos.

Podría tener miles de abrazos en toda mi vida, pero jamás tendría uno, de las primeras personas importantes en mi vida.

Así que siempre pasó estas fechas sola, por decisión propia.

Y en otro temas...

La charla con Adam esa noche, era lo que necesitaba para sentirme bien.

Mi humor era bueno.

Curiosamente así era, me sentía libre.

Después de tantas noches de insomnio, pude descansar tranquilamente.

Después de días de tanto estes, pude respirar tranquila.

Me sentía en paz conmigo misma...

~

Me encontraba en la oficina de mi tío, planteándole una idea.

-Estás segura de lo que estás pidiendo Maya?- me pregunto

-Estoy muy segura-

-Ellos no son tú problema, ademas en el mundo hay muchísimos casos más así, ¿vas a resolver todos los casos?- murmuro de mal humor

-Se qué hay muchos y no me alcanzaría la vida para resolverlos, pero puedo empezar haciendo la diferencia- comenté

-A esto me refiero cuando digo que no estás lista para este puesto Maya-

Creo que mi humor se fue tornando un poco turbio.

-Mi forma de pensar jamás será igual a la tuya, lo cual agradezco, con todo respeto- conteste con sarcasmo

Sin algún tipo de respeto quisiera haberlo dicho.

-Maya, no vayas por ahí- advirtió

Inmediatamente recordé los papales que encontré hacía varios días, donde el hospital había dejado de ayudar a las personas, el echo me hizo enfurecer, pero esperaba el momento correcto para comentárselo y este era el momento.

Decisión Culpable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora