Decisión Culpable

20-Imposible

Maya

-Ese color te queda lindo- dijo Adam señalando el atuendo color rojo

-No estoy segura de si quería ir así- le dije indecisa

-Bromeas? tienes una linda figura y me dices que no estás segura de usar ese lindo bikini- dijo el riéndose sarcástico

-Podría ponerme un vestido de playa arriba todo el tiempo- le dije de vuelta

-Supongo que es un avance- contestó derrotado

-Por supuesto que lo es- le dije riendo

-Supongo que está bien, te vez hermosa siempre- dijo él guiñándome uno de sus lindos ojos

Me encontraba indecisa.

Quien iría a la playa?

No soy una persona muy buena entablando conversaciones y por lo regular suelo sentirme incómoda rápidamente donde no conozco muy bien a las personas.

-Supongo que es hora de irnos- dijo Adam sacándome de mis pensamientos

-Supongo- le conteste

Tome mi bolso y puse en el todo lo necesario.

Antes de marcharnos enfundé en un vestido negro de playa encima de el bikini de dos piezas, este era un poco transparente que dejaba ver mi bikini debajo

Me di un último vistazo en el espejo y me gusto mi aspecto, mi cabello estaba suelto sin ser arreglado, dejando ver mis rizos naturales, mi rostro estaba sin una gota de maquillaje, dejando ver todas mis pecas.

-Maya andando, es tarde!- gritó Adam desde la planta baja

Rápidamente baje las escaleras y tome las llaves de mi coche, no sin antes poner en mi bolso unos cigarrillos y un pequeño encendedor.

-Vamos- le dije Adam saliendo de casa

~

El día estaba Perfecto, cuando llegamos inevitablemente los recuerdos llegaron a mi y una sonrisa sin querer pinto mis labios.

Pero mi felicidad desvaneció en cuando vi a la chica que parecía ser la pareja de Axel.

Nada podría salir mal, o eso creías Maya...

En el lugar estaba Nathan, Julián, Axel, la chica y más chicos que no conozco.

-No fue buena idea venir- le dije a Adam quien caminaba a mi lado

Nos encontrábamos caminado hacia el grupo de chicos

-Tonterías, te hará bien salir, creo que esto es mejor que beber, fumar y leer en casa- dijo él encogiéndose de hombros

-Como sabes eso...- le dije con mi voz casi inaudible

-Maya... diablos- habló él quedándose estático en medio de la arena de la playa

-Que pasa?- le pregunté

-No quiero dejarte sola- dijo el

-Sabes que me gusta estarlo- le conteste simple

-No sabes el miedo que tengo, de que vuelvas a atentar contra tu vida, cuando llego por las noches lo primero que hago es ir a revisar la estupida alberca- confeso frustrado

-Adam... eso no pasará nunca más, lo prometo- le dije bajando la mirada

Ni siquiera podía mirarle a los ojos sin sentir vergüenza.

-Me moriría si algo te pasara- habló es

Mis ojos pican y amenazan en dejar que lágrimas abandonen mis ojos.