19-Carta

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Maya

Días libres.

Un fin de semana para descansar, era justo lo necesario para hacerme despertar de buen humor.

Despertar tarde era justo lo que yo necesitaba, lo primero que hice a él despertar fue ver si Adam se encontraba en casa, para después darme cuenta que solo estaba yo, procedí a bajar a la cocina.

Me dediqué el tiempo en hacerme mi desayuno, varios hotcakes con un poco de miel adornaban mi plato tiempo después.

Me dispuse a comer tranquilamente en la barra, mire mi reflejo en el espejo que cubría toda la pared delante de mi, y en realidad mi aspecto era lamentable.

Mi cabello estaba echo un desastre en un moño desordenado que ate hace unos minutos para poder hacer mi desayuno, mis pijamas de Bob esponja eran a mi parecer lo que me hacía lucir más lamentable, pero en realidad amaba esa pijama, consistía en un short y una camisa sin mangas.

Cuando estaba a punto de terminar mi desayuno, el timbre de la reja de seguridad sonó por toda la casa.

Me quede mirando unos segundos a mi último hotcake que me quedaba en el plato.

Sin pensarlo mucho tome ese último hotcake en mi mano y me dispuse a caminar a fuera dándole pequeños mordiscos, me encontraba curiosa por quien podría ser.

Cuando sucedían estos casos solían ser trabajadores de paquetería que necesitaban firmas obligatorias, solo eso.

Conforme mis pies me llevaban a la reja de seguridad no podía visualizar a nadie fuera, pensé en darme media vuelta, hasta que mis ojos miraron una caja blanca fuera de la puerta.

A pasos apresurados me acerque hasta la reja, no quería que alguien de la calle me viera con el aspecto que tenía.

La caja blanca se encontraba en el frente de la reja, esta tenía algunas aperturas redondas y pequeñas por toda la caja, así que salí a tomar la caja, busque algún tipo de indicación de donde venía, pero está solo era una caja blanca y nada más.

Antes de tomar la caja me di a la libertad de observar y asegurarme de si no había alguna persona cerca que pudiera decirme quien dejó la caja, nadie.

Tome la caja y me apresure a encaminarme a la casa, tenía curiosidad de ver el interior de la caja.

Por unos segundos pensé que fue una mala idea tomar algo que en realidad no sabía si me pertenecía.

Cuando me adentré a la casa puse la caja en el piso de el recibidor y me apresuré a arrodillarme a un lado de la caja, para después abrirla con cuidado.

Pensé que era idea mía cuando percibí que algo se movía dentro.

Cuando finalmente abrí la caja por completo me di cuenta que no era una idea mía, lo que se encontraba dentro de esta me dejó totalmente sorprendía.

Un lindo cachorro se encontraba en el interior.

Este tenía un moño celeste, atado en el moño, un papel descansaba en su pequeño cuello.

Sin dudarlo tome en mis manos a el pequeño,y tome curiosa lo que parecía ser una carta que traía acomodada en el medio de el moño.

Deje a el pequeño cachorro en el piso, el inmediatamente se dio a la tarea de husmear por el lugar.

Desenrolle el pequeño papel blanco para encontrarme con una caligrafía perfectamente acomodada en esta.

"Te preguntarás quien soy y cómo me atrevo a tomarme la libertad de tocar tu puerta y dejar un lindo cachorro en ella. Creo que puse demasiada atención cuando dijiste que te encontrabas completamente sola en casa, no es así?. Pues espero que esta sea una linda y perfecta compañía en tus días grises.

Decisión Culpable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora