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Maya

Un suspiro sale de mis labios a el momento que azoto la puerta de mi auto para cerrarla, mi humor no era bueno, después de que mi tío me diera de alta, todos han estado tratándome como un bebé, llaman constantemente y juro que eso fue tierno los primeros dos días, pero ahora solo me siento agobiada.

No estoy acostumbra a recibir tanta atención.

Y fue como si los invocara, ya que mi teléfono comenzó a sonar dentro de mi bolso, rebusque dentro de el y tome el teléfono para contestar.

—Diga?— conteste sin ver quien llamaba

—Tú me quieres matar de un infarto   jovencita?—

Mis ojos se abrieron ante el asombro.

—Abuela...—

—Abuela nada!— se escuchó como resoplo de el otro lado de la línea — Axel me llamo para decir que literalmente huiste de casa, que te pasa por la cabeza chiquilla insolente?—

Enarque una de mis cejas y pregunte:

—Y desde cuando son tan cercanos ustedes dos?— comenté divertida

—El hombre está vuelto loco, y de paso me lo contagia, creí la idea de tu abuelo de venir a la casa de campo era una buena idea para estar tranquilos, pero tú chiquilla necia, lo pones muy difícil—informó mi abuela riendo

—Y por qué no me llamo el mismo?—pregunte fingiendo indignación

Mi abuela soltó una carcajada de el otro lado de la línea

—Teme por su vida, ahora en verdad cree todas tus amenazas telefónicas que le haces cada vez que el té llama—

Fue imposible no reír.

—Se que todos se preocupan por mi abuela, pero eso para alguien como yo llega a ser...asfixiante— intentó explicar —Literalmente Adam ayer por la noche, mi hizo hacer FaceTime mientras estaba yo sentada en el retrete! En el retrete abuela!—me quejé riendo

Mi abuelo se escuchó reír también a su lado.

—Ellos te aman, todos te amamos, y nos diste un gran susto!. Claro que nos vamos preocupar por ti—

Sonreí por inercia

—Dile a tu informante que me llame ahora mismo—Comentó riendo

—De acuerdo, pero dónde estás?—

—Vine a el hospital, tengo que atender algunos pendientes—

—De acuerdo. Come algo, no tengas el estómago vacío, te llamo después cariño—

—Vale, te amo—

—y yo— contestó para después colgar

Guarde mi teléfono en mi bolso nuevamente y me encamine a la cajuela de mi auto para tomar un gran oso de peluche rosa que descansaba ahí, ya con eso me encamine a el interior de el hospital.

Las personas me saludaban y preguntaban por mi salud, para yo simplemente decir "Estoy bien, Gracias".

Me cuesta dialogar con las personas, me cuesta encontrar un tema de conversación, me cuesta estar cómoda, a menos que conozca a la persona, no puedo abrir mis sentimientos.

Me dirigía a visitar a Emma, ya que era su cumpleaños.

Escribía un mensaje a Armando para avisar que estaba en camino, mientras esperaba pacientemente que se abrieran las puertas de el elevador para ir hasta su habitación. Pero cuando estas se abrieron dejaron la vista lo nunca imaginé encontrar ahí.

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⏰ Última actualización: Oct 18, 2021 ⏰

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