Amor Artificial

Extra 1: Como nos conocimos

-Volveré en unas horas Kazuto-kun, diviértete...-le dijo una dulce mujer peli-naranja y ojos violeta a un pequeño peli-naranja de unos 5 o 6 años...era un pequeño Zero pero no habia necesidad alguna de estarlo diciendo en la guardería donde lo dejaron...se despidió de su ''madre'' feliz y siguió a la cuidadora quien lo llevo al patio de juegos con los demás niños en el lugar...miró a su alrededor buscando a alguien con quien poder hablar y jugar hasta que su madre volviera y se fijo de pronto en un chico de mas o menos su edad quien estaba sentado sobre un columpio jugando con lo que parecía una...calculadora?...

Okay...aceptaba que tampoco le era muy interesante jugar a la cuerda como los demás pero, enserio?...sonrió encontrando a su vict...compañero de juegos, y se acerco a el sentándose en el columpio de al lado viendo que no era una calculadora si no un moderno celular...levantó la mirada hacia el chico, viendo su cabello lila brillante, su piel tan clara y sus ojos entrecerrados de color gris con su ceño fruncido tratando de ganar en su juego bajo unas gafas...un leve sonrojo apareció en sus mejillas al darse cuenta de lo lindo que era...no sentia eso por las niñas de su salón, no le gustaban ellas...tenían piojos...asi que suponía que estaba bien sentirse asi por ese niño no?...

Tenia que conocerlo!...

-Como te llamas?...-preguntó de la nada asustando al chico a quien casi se le caia el aparato tecnológico ese...

-C-como?...-murmuró el peli-lila mirando a Minaho, bajando la mirada avergonzado por tener a alguien hablándole con una sonrisa tan grande...

Que rayos debía hacer?! eso no se lo enseñaban en la escuela!...

-J-Ji...Jin...J-Jin...-decia nervioso el pobre niño, tartamudeando hasta por si acaso haciendo que Minaho sonriera y acercara su columpio al otro...

-Jin-kun? es un lindo nombre...yo me llamo Kazuto...que juegas?...-le preguntó, mirando la pantalla del celular mientras el oji-gris estaba que sufria un ataque...5 años y estaba a punto de tener el infarto fulminante que acabaría con su bue...con su lar...con su vida...y todo por ese chico a su lado quien no le estaba dejando ni un poco de espacio personal!...

Mini Minaho lo miró de reojo y sonrió comenzando a hablarle de mas cosas recibiendo algunas respuestas cortas y una que otra sonrisa del chico que le recordaba un timido tejon que vio en un libro de animales una vez...''Jin'' dejó de estar tan nervioso y asi pasaron la tarde hablando y jugando juntos hasta que una joven y hermosa mujer llego a recoger a su nuevo amigo...

-Jin-kun? ya es hora de irnos...-le dijo con una sonrisa llamándolo con la mano desde la entrada, el oji-gris asintió y lo miró planeando despedirse...dandole un rápido beso en la mejilla para luego alejarse con una sonrisa, tomando la mano de la mujer despidiéndose...

-N-nos vemos Kazuto-kun!...-le dijo, sorprendiendo a su madre de verlo tan animado, aunque también alegrandola haciendo que también se despidiera del oji-verde...

Este los despidió con su mano hasta que ya no los vio y sonrió tocando su mejilla soltando un suspiro...ojala algún día pudiera volver a ver a ese chico...

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Un joven de 14 años, peli-azul como todo un Tsurugi...iba entrando a su dulce hogar con una bolsa de compras en una mano caminando rápidamente hacia las escaleras para ir al segundo piso...hace un poco mas de una semana que habia un nuevo integrante en su familia y aunque no le molestara eso, un poco tal vez por que le recordaba a su viejo novio...si se podia decir asi...que ya no estaba...Yuuichi estaba algo incomodo...

No le molestaba su presencia, pero le incomodaba un poco que no quisiera hablar nada mas que un saludo o alguna otra frase corta para luego ir a encerrarse al cuarto que le habían dado...''Furetsu'' pensó el nombre del menor cuando sus padres los presentaron...suspiró y apretó la bolsa en sus manos antes de llegar a la habitación del menor, recriminándose internamente por dejar que su adolescente chismosa le ganara y pegara su oreja a la puerta de la habitación escuchando unos sollozos desde adentro...una mueca triste se formó en su rostro alejándose de la puerta...tal vez no era incomodidad lo que sentía con el menor, si no tristeza...no le gustaba ver a la gente triste, y a pesar de que el peli-naranja lo trataba de ocultar en casa todos hasta su hermano notaban lo deprimido que estaba llorando cuando creía que no habia nadie en casa...