(1/2)
●Tyler●
Hay algo molesto tocando mi rostro que me impide dormir a gusto. Sin abrir los ojos trato de espantarlo con la mano pero penas la bajo, la cosa esa vuelve a posarse en el mismo sitio.
Mi único deseo en este momento es seguir durmiendo, porque me encuentro agotado; la infinita caminata de ayer se llevó toda mi energía y parece que el tiempo que he dormido no fue suficiente como para recuperarla.
Solo pensar que hoy debo volver a ese parque y reunirnos con la familia de Tyler para…
― ¡Tyler!― grito abriendo los ojos y quedando sentado en la cama. Parpadeo tratando de adaptarme a la luz y cuando lo hago me doy cuenta de que el pequeño se encuentra sentado junto a mi mirándome fijamente― ¿Te asusté?
― No― dice para luego empezar a reír, creo que le hizo gracia mi manera de despertar.
Observo atentamente como se acerca y me clava los dedos en las costillas, me remuevo inquieto porque sus pequeños deditos me causan cosquillas pero entiendo que eso es exactamente lo que buscaba cuando empieza a reír otra vez.
― Con que esas tenemos…
Dejo salir un rugido, de esos que suelo hacer con Marcus cuando jugamos juntos y lo persigo gritando “soy el monstruo, voy a alcanzarte”. A mi sobrino suele gustarle ya que empieza a gritar conmigo y reír como loco. Con Tyler parece ser lo mismo ya que chilla y se carcajea mientras gruño y le hago cosquillas.
Y mientras lo observo retorcerse de la risa en la cama, soy consciente de que yo también me estoy divirtiendo casi tanto como él. Me doy cuenta de que es un niño especial, se encuentra tranquilo y hasta contento aunque no vea a nadie conocido para él. Puede llegar a divertirse con alguien como yo: un extraño.
Lo encuentro adorable, pero también es un tema que me preocupa, podría irse con cualquiera y eso es peligroso.
― Eres diferente― le digo mientras intenta recuperar el aire luego de su ataque de risa―. Es hora de levantarse, vamos.
Me bajo de la cama tratando de ignorar las ganas de volver a dormir, según el reloj que hay en la mesita de noche ya son pasadas las ocho y Tyler debe tener hambre. Cuando ya estoy en el marco de la puerta me giro pero veo que aún está sentado en el mismo lugar donde lo dejé.
― ¿Qué sucede?― simplemente estira sus brazos en mi dirección abriendo y cerrando sus puños.
― Riba― pide haciendo la mirada de cachorrito.
― Así que no te gusta caminar― lo acuso pero él sigue con los brazos extendidos esperando ser cargado, por lo que le doy lo que quiere―. Mamá dijo que yo la tuve cargándome a todas partes hasta que me hice muy pesado. Era un niño mimado, incluso…― me detengo al darme cuenta de que estoy hablando con un niño que no debe tener más de dos años, puede que no entienda todo mi parloteo y cuando lo miro compruebo que ni siquiera me está prestando atención por jugar con las puntas de mi cabello.
Cuando llego a la cocina me doy cuenta de que ya todos están despiertos y preparando el desayuno. Llegamos justo a tiempo para unirnos.
― Buenos días― nos hago notar y me siento junto a Marcus poniendo a Tyler en mi regazo.
― Buenos días, hermanito. Te noto diferente― la miro confundido.
― Me viste anoche, ¿qué puedo tener de diferente hoy?
― Yo también te veo distinto― agrega Adam―. Creo que es porque no siento tu mal humor de siempre.
― Que graciosos amanecieron― ruedo mis ojos.
― Papi…― Marcus parece impaciente y deseoso de que le den su desayuno.
― Ya va― masculla y se apresura en poner su plato con cereal frente a él― ¿Tú también quieres, pequeño?― le pregunta a Tyler, quien asiente con entusiasmo.
― Papi― dice y todos nos quedamos mirándolo, repentinamente se muestra tímido y pareciera creer que dijo algo malo. Hasta se sonroja.
― ¿Podemos tomar esto como que mi teoría es correcta?― pregunta Adam mirando a mi hermana.
― ¿Cuál teoría? ¿De qué hablan?― observo a Devon pero él se muestra igual de confundido que yo.
― No hay que apresurarnos, es un niño. Puede estar confundido.
― ¿Podrían explicarnos que sucede?― cuestiona Devon con los brazos cruzados.
― Luego te explico, cariño.
¿Ariadna diciéndole cariño a Devon? Eso es más sospechoso que la conversación que estaba teniendo con Adam.
― ¿A qué hora se supone que debemos ir al parque?― pregunto.
― Como a las once― responde mi amigo con la boca llena.
― Tenemos tiempo de sobra, ¿qué tal si pasamos por el centro comercial?― Devon y yo hacemos una mueca al mismo tiempo, sabemos que ir al centro comercial con mi hermana significa ser sus mulas de carga.
― A mí me parece una buena idea, quiero que mini Tyler tenga un recuerdo de su día con nosotros.
― ¿Quieres darle un regalo?― frunzo el ceño, puede que sus padres no estén de acuerdo.
― Si, y él mismo lo va a elegir. Además, le debo a Marcus una nueva máscara del hombre araña― mi sobrino sonríe con entusiasmo, sabe que hoy conseguirá juguetes nuevos―, rompí la que tenía.
(***)
― ¡Marcus! ¡Marcus, no corras!― aprieto mis labios para no reír, admito que me resulta gracioso ver a Devon persiguiendo a su hijo.
― Le dije que no lo dejara en el suelo― masculla mi hermana.
― Bueno, Marcus no es de peso ligero y sabes que es bastante inquieto; el brazo se le puede cansar.
― Las mancuernas que usa en el gimnasio pesan el doble― bufa.
― Sabes que no debes alejarte de nosotros, Marcus― Devon se acerca con un Marcus molesto en sus brazos, se remueve y hasta empieza a temblarle el labio inferior―. Atrévete a llorar y hoy no conseguirás ni siquiera una calcomanía.
― Papi…― ahora quiere intentar con la mirada de cachorro, esa manipulación la aprendió de Adam.
― No voy a caer, así que cálmate si no quieres ir a casa― la advertencia de Devon parece funcionar porque Marcus no vuelve a quejarse.
― Ya estoy aquí, podemos seguir― anuncia Adam, había ido al baño hace unos minutos.
― Tenemos que estar en el parque en menos de una hora, démonos prisa― y lo dice la que se la más se demora en las tiendas.
Mientras recorremos las tiendas y tratamos de que mi hermana no compre demasiadas cosas, me doy cuenta de que hace mucho tiempo no disfruto de una salida en familia como ésta. Me siento relajado y a gusto, me divierto observando como Adam juega con la paciencia de mi hermana y como Devon intenta evitar que Marcus haga un desastre a cada lugar al que entramos.
También me gusta escuchar la risa de Tyler, quien está sentado sobre mis hombros y se agarra de mi cabello. Al igual que yo, el parece disfrutar simplemente viendo el desastroso grupo que es mi familia. Cada tontería que hacen o dicen logra sacarle una carcajada al pequeño, quien parece estar muy a gusto con nosotros.
Una parte de mí no quiere ir al parque, porque el poco tiempo que éste niño pasó con nosotros, fue suficiente para que nos encariñemos con él. Sospecho que hasta el cascarrabias de mi sobrino le ha tomado cariño; lo he atrapado sonriendo cada vez que Tyler intentaba llamar su atención.
En el fondo estoy deseando que este momento nunca termine, me gusta la manera en la que estamos pasándolo tan bien todos juntos y cómo Tyler es parte de este momento.
Lamentablemente nada dura para siempre.
― ¡Picau!― el grito de Tyler hace que todos volteen a mirarlo, él suelta mi cabello y me alarmo cuando siento como empieza a irse hacia atrás, rápidamente suelto una de sus piernas para
apoyar mi mano en su espalda y poder mantenerlo sobre mis hombros― ¡Picau! ¡Picau!― repite una y otra vez.
Cuando empieza a removerse decido bajarlo de mis hombros y simplemente sostenerlo en mis brazos. Puedo ver como sus ojos brillan de la emoción mientras señala con su dedo un peluche de Pikachu.
― Con que de eso hablabas anoche― murmuro.
― Al parecer le gusta la bolita amarilla― dice Adam antes de dirigirse a la puerta de la juguetería―. Ya sabemos que comprarle. Andando.
― Espera― intento alcanzarlo mientras me aseguro de que Tyler no se caiga, creo que no sabe a dónde mirar―. Ya debe tener un peluche como ese, comprémosle otra cosa.
― Tienes razón. Yo buscaré algo de este lado― antes de que pueda decir algo, ya se está alejando.
― ¡Marcus, no toques eso!― y ahí va mi sobrino perseguido por sus padres una vez más.
― Parece que solo quedamos tú y yo, pequeño― empiezo a caminar lentamente―. Yo también quiero darte algo.
Adam ya me contagió las ganas de darle algo para que me recuerde. Mi hermana ya se encargó de sacarnos fotos a todos junto con Tyler, así que nosotros ya tenemos eso cubierto.
― ¿Qué te gustaría?― cuando me mira puedo notar que tiene la nariz roja debido al frio, es un mal día para que vayamos al parque―. No voy a comprarte uno de esos feos abrigos amarillos, pero un gorro podría verse adorable― observo de reojo un gorro amarillo con las orejas de Pikachu.
Luego de quince minutos todos estamos saliendo de la tienda con regalos para Tyler y juguetes nuevos para Marcus y Adam, porque sí, mi amigo comparte juguetes con mi sobrino, son como compañeros de juegos y travesuras.
Miro a Tyler, quien juega con las orejitas de su gorro. La verdad es que acerté diciendo que se vería adorable. Devon y mi hermana le compraron un juego de esas pelotitas mitad rojas y mitad blancas, mientras que Adam le regalo una almohada enorme igual a las pelotitas.
― Ya casi es la hora― comenta mi cuñado―. Es mejor que vayamos al parque de una vez.
― Voy a extrañar a este pequeñín― Adam suelta un suspiro y le pellizca una mejilla a Tyler haciendo que frunza el ceño―. Es la primera vez que algo no le gusta, ya pensaba que este niño no podía enojarse.
― Puede que no sea la última vez que lo veamos― dice mi hermana―. Podríamos visitarlo, a Marcus le cayó bien y estoy segura de que querrá volver a jugar con él.
― Definitivamente es un ángel si le agrada a nuestro hijo. No suele gustarle que le roben la atención.
― Seguro sus padres no tendrán problema― ella se muestra demasiado confiada―, lo cuidamos muy bien después de todo.
― Vámonos, se hará tarde― comienzo a caminar hacia la salida del centro comercial mientras pienso en lo que dijo Adam. Yo también extrañaré a nuestro nuevo amigo.
(***)
― Este es el lugar que acordamos― Adam deja de caminar justo frente a la Fuente de Bethesda, ya era hora porque los brazos se me estaban cansando―. Llegamos justo a tiempo.
― Aparecerán en cualquier momento― dejo a Tyler en el suelo a pesar de que se queja un poco―. Estira tus piernas, amigo. No es bueno que vivas siendo cargado por los demás.
― Pis― hace una mueca.
― ¿Qué?
― Pis, pis― lleva las manos a su entrepierna y empieza a dar pequeños saltos de lado a lado.
Tiene que ser una broma.
― Llévalo a un baño, rápido. Hay un cafetería cruzando la calle― indica mi hermana―. Si te apresuras puede que llegues antes de que se haga en los pantalones.
― Muy graciosa― ignorando la protesta de los músculos en mis brazos vuelvo a levantar a Tyler, quien aprieta los labios con fuerza―. Sostente, pequeño. Vamos a correr un poco.
Me apresuro porque realmente sería un problema si llega a mojar sus pantalones. Con el frio que hace podría darle un dolor de estómago y no tenemos un cambio de ropa en este momento.
Definitivamente Adam no pudo elegir un peor lugar para encontrarnos con los padres de Tyler. Hace demasiado frio como para estar afuera, y prueba de ello es lo vacío que se encuentra el parque.
― Aguanta un poco, Tyler. Luego de esto podrás ver a tu madre.
― ¿Mami?― su emoción es evidente, se me hace imposible no sonreír.
― Si, tu mami vendrá a buscarte.¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤
Capítulo dedicado a:
tubella27
EstefaniaTovar1
AnesBravo
WandaZarcoPoma
SPFJMM
andreeeadcEn un rato más les traigo el otro capítulo.
ESTÁS LEYENDO
Mi destino eres tú
RomanceSkylar está a punto de casarse con el hombre de sus sueños, o al menos eso es lo que ella creía, porque justo la noche antes de su boda, descubre que su prometido y la que se suponía era su mejor amiga la habían estado engañando durante mucho tiempo...