Maratón 1/3.
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Skylar:
― ¿Estás bien?― no respondo y solo me quedo mirando a la nada mientras me acurruco más en la cama― ¿Sky?― insiste.
― No― digo y suelto un largo suspiro―. No me esperaba esa reacción.
― Tampoco yo― la miro y tiene el ceño fruncido―. Aun no puedo creer lo que dijo.
― ¿La parte en la que me trataba de ofrecida? ¿O que prácticamente me haya quitado el derecho de referirme a ella como mi madre?― mi tono es cortante.
― No me…
― O que tal cuando dijo que me echaría a patadas si ponía un pie en la casa sin haberme desecho de esta “basura”.
― ¿Crees que hablaba en serio?
― No lo sé, Jess― me siento en la cama mirando hacia ella―. Mamá y yo teníamos nuestras diferencias pero jamás me había hablado de ese modo. La persona que me dijo todas esas cosas hace un momento no es la madre que yo conocí― empieza a picarme la cabeza, siempre me pasa cuando me altero, pareciera que tengo piojos o algo por el estilo cuando empiezo a rascarme como desquiciada―. Creo que en parte es mi culpa por haberlo dicho de ese modo.
― Dicho de cualquier modo iba a gritarte― eso es verdad pero…
― Debí habérselos dicho en persona, estas cosas no se hablan por teléfono.
― Bueno, eso es verdad, pero no cambia el hecho de que no debió decirte cosas tan feas.
― ¿Qué crees que opine mi padre?― es la pregunta que más me atormenta.
― Él no se veía molesto, más bien diría que estaba preocupado― no sé si de verdad cree eso o si solo está tratando de consolarme.
― Ojalá él sí quiera hablar conmigo.
― Ya verás que te llamará en cualquier momento― se lanza a la cama y se mete bajo las cobijas―. Ya es tarde y a ti te vendría bien descansar un poco, vamos a dormir.
― De acuerdo― me acomodo en mi lado y me quedo mirando el techo―. Buenas noches.
― Buenas noches― me da la espalda y permanece unos segundos en silencio antes de suspirar con fuerza―. Trata de no pensar demasiado en el asunto.
Me limito a responderle un “ajá” y no hay más palabras después de eso; ella se duerme pero a mí me cuesta conciliar el sueño, mi mente es un lío.
Ni siquiera había terminado de hablar cuando mi madre se puso a gritar como loca, me regañó de mil formas posibles y me dijo que no tendría ni donde caerme muerta si no me deshacía de “el problema” mientras aun tenga tiempo.
Yo me limite a escucharla maldecirme mientras mi padre intentaba hacerla callar porque tenía muchas preguntas para hacerme, yo simplemente me volví muda en ese momento, me encontraba horrorizada por cada palabra que salía por la boca de la mujer que me dio la vida.
La llamada terminó siendo exactamente lo que me temía: un total desastre. Lo último que dijo mi madre fue que no volvería a dirigirme la palabra hasta que me deshaga del bebé y arregle mi relación con Edwin, es obvio que ninguna de las dos cosas sucederá. Mi esperanza está en que papá aun quiera hablarme y trate de persuadirla para escuchar mis explicaciones. Porque es obvio que tengo mucho para decir.
Otro tema que me tiene preocupada es lo que voy a decirles cuando me pidan explicaciones acerca del padre. Obviamente el gran Paul McCartney no va a conformarse con un “no sé quién es”, él exigirá respuestas que no tengo y moverá cielo mar y tierra para encontrarlo. Eso si no toma el asunto de mala manera como cierta persona, claro.
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Mi destino eres tú
RomanceSkylar está a punto de casarse con el hombre de sus sueños, o al menos eso es lo que ella creía, porque justo la noche antes de su boda, descubre que su prometido y la que se suponía era su mejor amiga la habían estado engañando durante mucho tiempo...