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En algún lugar del basto multiverso una joven rubia de ojos verdes, se encontraba discutiendo con una joven castaña clara y de ojos verdeazulados.

–No lo hagas–. La joven castaña tomó a la rubia por el brazo haciendo una gran presión; pero esta ni se inmutó.

–Lo haré, así que puedes hacerlo conmigo o largarte, no necesito tu permiso–. Ignorando a la castaña comenzó a caminar a una grieta luminosa que se abría en su pared.

–¿Qué harás cuando llegues allá?–. La pregunta congeló a la joven, no tenía un plan de acción.

–No lo sé –suspiró y vio directamente a la más joven–, quiero ir a cuando todo estaba bien, sólo quiero estar bien una última vez–. La castaña abrazó fuertemente a la ojiverde, quien no pudo evitar llorar.

–¿Qué tan atrás iras?–. Ni ella misma lo sabía a ciencia cierta; pero no podía dar esa respuesta.

–Un año atrás, sólo eso–. La castaña no parecía muy convencida; pero ya no podía hacer nada más.

–Dales un beso de mi parte, ¿sí? Y no dañes mi futuro, si lo haces, viajaré a donde estés y te romperé la cara–. Sin decir nada más salió de aquella habitación dejándola sola. La joven rubia sintió un escalofrió al terminar de analizar la amenaza que le acababan de hacer.

–Sólo quiero conocer cómo eran antes de todo esto, antes de... eso–. Las lágrimas caían por sus mejillas como si de una fuente esto se tratara.

Al cruzar lo primero que sintió fue como si la estuviesen golpeando un grupo de personas, personas con superfuerza. El brillo la obligó a cerrar los ojos y el estruendoso silencio a cubrir sus oídos, cosa que sabía que no debía hacer, pero igual hacía. Luego de lo que le pareció una eternidad, cayó en medio del mar, por poco y se ahoga.

Sabía dónde estaba; pero no en qué año, así que hizo lo que hubiese hecho cualquiera en su situación, voló hasta el lugar que siempre era una constante en su vida, positiva y negativamente.


Una joven rubia con los ojos verdes, acaba de aterrizar en el balcón de la oficina de Lena Luthor en L-Corp, donde la joven pelinegra se encontraba besando, nada más y nada menos que, a Kara Danvers, también conocida como Supergirl. La joven no pudo evitar sonreír al ver aquella imagen tan linda, que era protagonizada por las mujeres más poderosas de National City.

"Definitivamente estoy en el tiempo correcto. La sonrisa se marcó más en sus labios tras ese pensamiento, que la hizo muy feliz"

–Hay alguien en el balcón–. Tras escuchar esas palabras salir de la boca de la rubia mayor, la joven que se encontraba en el balcón saltó de este, en un intento de huir, olvidando en el proceso que quien había hablado era Supergirl.

La joven no había podido estabilizarse en el aire cuando sintió unos fuertes brazos sosteniéndola. Kara al verla no dijo nada, sólo voló de regreso a la oficina de su pareja.

Lena se sorprendió cuando Kara entró con una joven rubia de ojos verdes muy parecida a ella en sus brazos; pero lo que verdaderamente llamó la tención de la Luthor fue que no encontró en la joven ningún rasgo de su pareja aunque se le hacía muy familiar de igual manera, cosa eso hizo que los vellos de su cuello se erizaran.

–¿Quién eres?–. La voz de Lena salió baja pero firme, haciendo que la joven se encogiera un poco ya que la mirada de Lena era fría y calculadora, aunque tres ese velo habían muchas emociones revueltas.

–No puedo decirlo a amenos que estemos en el DEO, y en ese mismo lugar estén Eliza Danvers y Lillian Luthor–. Muy rápido para ser visto por el ojo de Lena, la joven golpeó el estomago de Kara sacándole el aire haciendo así que la soltara. Nuevamente saltó por el balcón; pero nuevamente a los pocos segundos estaba frente a Lena, ahora con Kara sosteniéndola por la parte posterior del cuello y con las manos aprisionadas.

Sin motivo ni razónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora