Capitulo 16

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Michael yacía en la cama con las sabanas dejando al descubierto su abdomen desnudo, me acerque y aparte las sabanas entrando para ponerme a un lado de él, lo abrace e intente dormir, de pronto sentí como sus brazos me rodearon y una sonrisa apareció dejando un beso en mi cuello.

–Sabia que vendrías –murmuro posicionándose sobre mi y empezándome a besar.

Sonreí contra sus labios y entreabrí mis labios para dejar que profundizara el beso, su lengua rozaba mi labio inferior al mismo tiempo que le daba una pequeña mordida, pase mis manos por su espalda descubierta, los músculos se tensaban al sentir mis leves caricias, la mano de Mike se movió a mis piernas haciendo que lo rodeara por la cintura, obediente lo rodeé y me acerque mas.

Sus besos se movieron hacia mi cuello, apuesto a que me dejaría un chupetón, pero no me importaba, me sentía plena y feliz estando con él, su mano acaricio levemente mi muslo apretándolo un poco, jadee ante sus caricias, su mano se movió cada vez mas hacia arriba, tal vez esperaba alguna desaprobación de mi parte pero lo ultimo que haría seria detenerlo, sentía la adrenalina correr por mis venas y el deseo crecer en mi interior, me acaricio cerca del abdomen alzando un poco mi blusa al mismo tiempo que sus caricias iban en ascenso hacia mis pechos, titubeante siguió avanzando, solté un leve gemido cuando sentí su tacto sin ninguna pieza separándonos, al ver que no hubo ninguna desaprobación mía me acaricio levemente un pezón y me arquee para sentir sus caricias cada vez mas.

–No te detengas –dije jadeante, me levante un poco y la camisa termino en el suelo, estaba expuesta ante Michael.

–Eres hermosa Kaylee –exclamo bajando su boca hasta uno de mis pechos.

Sonreí por el halago y gemí al sentir su boca sobre mis pechos dejando besos dispersos, no quería que esta sensación se acabara, Mike empezó a mover sus caderas contra mí provocando fricción entre nosotros, sentía como el bulto en sus pantalones de dormir empezaba a tensarse, de pronto se detuvo.

–Kaylee espera –dijo y se separo de mí.

–¿Qué? ¿Hice algo mal? –pregunte cabizbaja mientras con una almohada tapaba mi desnudez.

–No, pero… es tu primera vez no? –me pregunto, puse los ojos en blanco y bufe.

–Si ¿Por qué todos se preocupan por mi virginidad? –dije un tanto molesta.

–No es eso, simplemente no quiero que tu primera vez sea así, con mi hermana y tu mejor amiga a unas puertas de distancia, te mereces lo mejor, chocolates, flores, una cena romántica, no esto –acaricio mi mejilla mientras levantaba mi rostro.

–Supongo que tienes razón –replique.

–La próxima semana tengo el fin de semana libre, hay una convención en San Diego y envié a tu padre en mi representación, estarás sola el fin de semana, podemos…–

–¿planeaste todo esto? –pregunte un poco molesta.

–No… bueno si, pero no esta parte, quería pasar un fin de semana contigo, relajarme últimamente el trabajo me tiene de mal humor, entiendo si no quieres ir.

–Si quiero –conteste al instante, tal vez sonando muy desesperada– digo, me gustaría pasar tiempo contigo hace días que no te veía y no contestaste mis llamadas.

–Lamento eso, estuve en verdad ocupado con un problema en la empresa.

–¿En serio metiste a la cárcel a Harrison? –pregunte y luego me di cuenta que cometí un error.

–¿Como sabes eso?

–Ah, los chismes corren en la sala de copiado –conteste rápidamente.

–Prefiero no hablar de eso.

My little obsessionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora