Capitulo 1

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–Entonces, picas este botón –señalo una parte de la fotocopiadora– y ¡taran! Las copias sale de este lado –añadió algo sarcástico– ¿entendiste? –pregunto mirándome fijamente.

–Ah claro –dije tratando de sonar segura.

–Bien te dejare que te familiarices con ella –mascullo riendo mientras salía del pequeño cuarto de fotocopiado.


Tal vez sacar copias no era el mejor trabajo de verano que pudiera a ver conseguido, pero mi padre no quería que pasara todo mi verano en casa leyendo, o en el centro comercial con Karlee, mi mejor amiga, ella también tenia el mismo trabajo que yo, mi papá y el suyo eran viejos amigos, la conocía desde siempre, además ambos eran socios de una gran empresa, "Mizanin Company, Inc." , no conocía al Sr. Mizanin y eso que al parecer estaba trabajando en sus empresa, pero mi papá era accionista al igual que el papá de Karlee.


–¡Necesito un millón de copias Kaylee Hart! –Grito Karlee entrando al pequeño cuarto mientras imitaba la voz de mi papá.

–Oh no –suspire y al mismo tiempo puse mi mano en mi frente– nunca acabare.

Karlee camino hasta mi lado mientras ambas reíamos, no se que haría sin esa chica.

–Bien, tendrás que enseñarme a usar este monstruo –señale la fotocopiadora.

–Si... –hizo una pausa– no lo creo –rio y tomo mi mano.

–¿A dónde me llevas? –pregunte tomando mi bolsa al salir.

–Necesito un libro –me sonrió.

Karlee sabía que con esas palabras mágicas me llevaría a cualquier lado, algunos eran adictos a las drogas, a la comida, pero para nosotras eran los libros.

–Solo porque necesito un vestido para la fiesta de esta noche.


Karlee asintió y salimos de la empresa, hoy era la fiesta de los 25 años de la empresa del Sr. Mizanin.

Ya en el centro comercial Karlee encontró un vestido morado perfecto para ella en la primera tienda a la que entramos, ningún vestido me parecía lindo así que recorrimos casi una hora todas las tiendas del centro comercial.


–Kaylee estoy cansada –dijo Karlee mientras se sentaba en una banca– además creo que un tipo nos sigue –añadió susurrando.

–Cual ti...–quise voltear pero Karlee grito.

–¡No voltees! –Musito alterada– disimuladamente –añadió.

"Disimuladamente Kaylee, disimuladamente" me dije a mi misma al saber que nunca he sido buena disimulando, saque un espejo e imite mirarme en el, vi el reflejo de una señora con una carriola.

–¿La señora y el bebé nos siguen? –Pregunte escéptica–

–Si Kaylee, el bebé nos sigue desde hace 3 tiendas –respondió reprendiéndome.


Puse los ojos en blanco y volví a mirar, ahora se reflejaba un hombre alto, musculoso, yo diría muy musculoso para mi gusto, ¿eso que se asomaba de su brazo era un tatuaje?, oh por dios, si, si lo era, y no era uno, eran demasiados, todo el brazo estaba lleno de esos dibujos sin sentido, era mas grande que nosotras, ambas teníamos 17 y el tal vez tenia entre 27 y 30, ¿y si era un pedófilo en busca de sangre fresca como la de nosotras?, "Kaylee debes de dejar de leer los libros de John Katzenbach" me dijo mi subconsciente.


–Es lindo –farfullo Karlee sonriendo– bien, vamos por mi libro –dijo empezando a caminar.

Aturdida por su comentario empecé a seguirla, me había dejado atrás, vi que entro a la librería y mire de soslayo a un aparador, lo había encontrado, encontré el vestido perfecto. Era un vestido de satín color azul marino, que en el maniquí dejaba ver un pequeño escote en la parte de enfrente mientras que la tela caía con gran voluptuosidad sobre las piernas de este, el sonido de mi celular interrumpió el embelesamiento que tenia con el vestido, entre a la tienda mientras le contestaba el teléfono a Chris, mi novio.


–Hola cariño –dije mientras le señalaba el vestido a una empleada.

–Quería saber si saldríamos esta noche –me menciono.

–Oh no te dije, lo siento, tengo una fiesta en la compañía donde trabaja mi papá –masculle viendo el vestido que la empleada me había dado de mi talla– podemos vernos mañana.

–Supongo... –menciono algo enojado.

–Te lo recompensare lo prometo –añadí.

–Esta bien, nos vemos mañana pasó por ti –finalizo la llamada.


Me probé el vestido, era perfecto, pagué y fui a la librería a buscar a Karlee, la busque con la mirada y cuando la localice no lo podría creer ¡estaba con ese tipo! el que nos seguía, ella sonreía y tocaba el brazo de él, al parecer señalaba uno de sus tatuajes, cuando Karlee me vio le dijo algo a él, lo supongo porque volteo a verme, ella escribió en la mano del tipo y él se fue, cuando paso por mi lado sonrió a medias.


–¿Qué fue eso? –pregunte.

–Nada, tengo el libro vamos –me dijo yendo a la caja a pagar.

–¿Nada? Estaban coqueteando –expuse alterada.

Vi la sonrisa nerviosa de Karlee, la conocía y sabia que significaba, le gustaba.

–Bueno... –titubeo– me invito a salir –dijo dando pequeños saltitos.

–¿¡Qué!?...–





My little obsessionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora