Al leer la carta de Dobby, sentí una gran preocupación. La vida de mi madre corría peligro, yo le había prometido a mi padre que cuidaría de ella, y me encontraba a kilómetros de casa.
Quien sabe que tanto daño podría estar haciéndole Voldemort en estos momentos. Lo mejor será ir de inmediato — pensé.
Daphne... Tendremos que continuar practicando mañana — realmente ahora tengo algo importante que hacer.
Seguro Draco, vendré mañana entonces. — dijo mientras se preparaba para salir de la habitación.
En ese momento, mi vista se nublo y comencé a visualizar grandes manchas negras — lo que provocó que me cayera al suelo de rodillas y apoyándome en un solo brazo.
Por Merlín Draco, ¿Qué tienes? ¿Te sientes bien? — decía esto mientras me ayudaba a incorporarme para recostarme en mi cama. — Creo que será mejor que llame a madame Pomfrey.
— No, no, no... solo dame unos minutos para recuperar el aliento.
Draco, realmente te ves mal, estás tan pálido como un fantasma. ¿Desayunaste hoy?
Nn No ... ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que probé bocado, creo que fue hace dos días.
Espera aquí, iré al comedor y te traeré algo para que cenes. — se levantó y salió de la habitación.
Simplemente mi vida ya no podía ir peor, me pregunto cuándo deje de sentir esa chispa de luz que llenaba mi vida. Ya no me salen lágrimas de lo agotado que estoy, solo me quedo mirando al techo y siento un vacío todas las noches. Es un sentimiento tan silencioso que te consume cada noche y del que no puedes escapar.
Daphne entró con un vaso de jugo de calabaza y un budín de Yorkshore. — y me los ofreció. – Draco ¿seguro que estás bien?
Si, en unos minutos lo estaré.
Perdón que pregunte Draco pero, ¿Estás... mmm? mejor dicho, ¿Necesitas ayuda?
¿De que hablas? No necesito ayuda con nada, solo estoy cansado. Lo mejor será que te vayas a tu habitación y me dejes descansar.
Oh vamos Draco ¿Es qué no te das cuenta de lo mal que estás? te la has pasado tan sumergido en tus pensamientos que no te das cuenta de que te estás destruyendo ... y con ello de paso, a las personas que te rodean.
Me gustaría poder ayudarte, pero no puedo, tengo en mi habitación una poción para sanar cualquier herida física, pero no tengo algo para aliviar la depresión.
¿Depresión? Yo no tengo depresión. No sé de dónde sacas eso. — dije.
Cómo sea, no esperaba que lo admitieras. Solo escucha esto, tienes la opción de hundirte en tu soledad o de enfrentarte al problema. ¿Hasta cuándo crees que podrás resistir? Pronto te cansarás de despertarte sintiéndote igual que cuando te fuiste a dormir, y cuando llegues a eso, lo entenderás. — se fue y cerró la puerta.
Tenía razón.
Pero no sé cómo salir de esto, no sé a quien acudir por un consejo, realmente no tengo a nadie con quien hablar sobre lo que me atormenta. Las razones que tenía para seguir vivir, eran pocas.
Una de ellas era por mi madre.
Y eso era más he suficiente, me levanté dispuesto a ir a mi casa, salí del castillo, me dirigía a la estación de tren, cuando algo comenzó a quemar mi pecho. El dolor provenía debajo de mi ropa.
El collar que me había dado Lovegood, había pasado de ser un azul cielo a un rojo intenso.
Esto no estaba bien. Me puse alerta y casi enseguida de entre las ramas apareció Antonin Dolohov.
¿Qué estás haciendo aquí? — dije mientras sostenía mi varita.
Calma, no tienes porque ponerte así, el señor tenebroso solo me mandó a darte un recado.
¿Qué recado? — pregunté un poco confundido y temeroso.
Cómo va el plan de matar al viejo de Dumbledore, ¿Ya tienes uno no es así? — dijo mientras jugeteaba con un pedazo de rama y se acercaba más a mi.
Nn...No aún no. Pero pronto.
Ah ya veo, en ese caso.. Diffindo!
Me tomó por sopresa, el hechizo ocasionó cortes profundos en mi abdomen y pecho. Era una nueva sensación de dolor, sentía como la sangre brotaba y escurría de mi.
Pero al parecer esto no fue suficiente para Dolohov. Porque cuando me encontraba tirado en el piso termino su visita lanzando un Crucio.
Me retorcía en el suelo, sintiedo cómo mis huesos se quebraban, mientras la sangre seguía brotando.
Dolohov, se marchó. Dejandome ahí.
Cómo pude, me levanté y tomé mi varita. Podía sentir como iba perdiendo el conocimiento por la falta de sangre. ¿A dónde voy? ¿Que hechizo es el correcto? No puedo ir con madame Pomfrey, solo levantaría sospechas.
¿Que se supone debo hacer?Entonces recordé las palabras de Daphne. "tengo en mi habitación una poción para sanar cualquier herida física"
Eso es, tengo que ir con Daphne, pero no llegaría caminando, no tengo las fuerzas. Me desmayaría a mitad de camino, mi única opción era intentar la aparición.
Bien Draco aquí vamos, solo tienes una oportunidad concéntrate. — me repetía a mi mismo.
Sin saber cómo, logré aparecerme en su habitación.
Y entonces ... la ví por primera vez. Ella, la mujer de mi vida y la futura madre de mi hijo. Estaba sentada en su cama leyendo. La impresión de ver a alguien que se aparece de la nada y escurriendo sangre, no pareció impresionarla mucho.
Saltó de su cama para ayudarme sin pensarlo.
Lo último que recuerdo es verla acercarse a mi antes de caer desmayado sobre su hombro.
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Para ti
FanfictionNO ES EL DRACO POSESIVO, QUE QUIERE SEXO CADA DOS SEGUNDOS Y SE BESA CON CUANTA CHICA SE LE PONE ENFRENTE. ES UN DRACOO SOFT, Y QUE TRATA DE EXPONER SUS SENTIMIENTOS. ES UN DRACO SENSIBLE Y SOLITARIO. NOTA: Está historia verdaderamente va a relatar...