Hace unas semanas que terminó el invierno y pude sentir una ligera preocupación, al recordar cómo me sentía durante el verano pasado, el sol en la expansión de los cielos quebrantaba mi cuerpo y la luz de su resplandor iluminaba mis sentimientos, la mezcla de su luz con los colores de las rosas y de todo árbol verde, incita a mis ojos a vigilar cada una de ellas por un tiempo prolongado.
Era el comienzo de la primavera, el cantar de las aves durante el cálido marzo, anunciaba la temporada dónde mis fuerzas desaparecían, al parecer con el paso de los años el calor en la tierra crecía como una mala hierba, invadiendo el espacio de la siembra.
El invierno y el verano son hermanos, ninguno logró comprender al otro pero ambos tenían su lado obscuro.
Frente a la pared me golpeó y escuché lo que a su parecer yo debía hacer pero no logré controlar las palabras que salían de mi boca, he sido el que combate pero tomaron mi corona, porque el que se enfrenta cara a cara tiene diferentes versiones en la guerra, porque muchos conocieron las historias que en esta tierra acontecieron, cuando el combatiente se enfrentó a su oponente perdió la guerra antes de que esta empiece, las flechas de mi enemigo marcaron el límite de todas las tierras que me pertenecían, iluminó el sol del verano mientras todas estas cosas acontecían, el miedo del novato apagó la chispa que lo encendía, la sequía recién empezó cuando en la guerra me encontraba, por un momento sentí que no saldría de esto con vida pero me las arreglé para sobrevivir, este es el legado que me pertenece.
Perder la identidad, fue como perder una parte importante de lo que yo consideré como "mi personalidad", lo que aprendí durante todo este tiempo es que mientras te sientas seguro, no habrá desafío que pueda destruirte, pero la armadura que te protege se desgastará con el tiempo, fui a la guerra sin armadura así que perdí la batalla, escribir durante un periodo de tiempo me enseñó que nunca dejaré de ser humano, porque aprender a navegar por el océano no fue suficiente para llegar a mi destino, porque destruí el material que lo formó y separé la tripulación que lo unió, llevándolo a un recorrido en el que no existe un final.
Navegar en la tempestad me llevó a naufragar por el océano hasta ser olvidado por el capitán, fue la tarde de un viernes que intente escapar de la isla que me adoptó, pero las olas me trajeron de vuelta, grité al extenso horizonte que me ayudase pero no recibí respuesta, me encontré ahí hasta el día de hoy.
El agua me empujó hasta que aprendí a nadar, pero mis fuerzas no fueron suficientes para cruzar el inmenso océano.
Las estaciones cambian, los árboles crecen, los capullos florecen y los pájaros cantan, este mundo evoluciona pero a través de mis ojos no encuentro el camino que me lleve de vuelta a la luz que me ilumina, no recuerdo cuando fue la última vez que hablé con Afrodita pero las personas de esta tierra nunca lograron encontrarla, recuerdo cuando escuché que había oro en lo profundo del mar, así que me sumergí a buscarlo, no encontré ninguna piedra que me mostrara el brillo que quería pero encontré un cristal que me envió a una tierra parecida a la mía.
Pensé que estaba dormido pero todo a mi alrededor era auténtico, traté de olvidarlo y continué con mi vida así como la conocía, pero todo fue diferente desde entonces, cuando busqué a los amigos que conocía las personas decían que había inventado esta historia pero aún recuerdo haberla vivido, no había nada mejor que caminar por la calle acompañado de las personas que significaron todo para mi en esta vida, siempre había notado que nuestras actitudes eran iguales y nuestros pensamientos siempre se complementaron como un gran equipo pero nunca imaginé que yo los había inventado, el sábado por la mañana decidí salir a recorrer esta ciudad pero no existe palabra que pueda describir cómo me sentí mientras lo hacía, todo seguía como debía, pero algo dentro de mi no se sentía seguro y ya no permanecía igual.
Pregunté sus nombres durante todo el camino pero nadie respondía con haberlos conocido, mi voz simplemente no existía en esta tierra así que me dirigí al campo a buscar la identidad que me pertenecía, pero al llegar no encontré a las personas que me acompañaron durante toda mi vida me sentía como un extranjero en mi propio hogar, el tiempo avanzó hasta el día de hoy y aún suelo recordar aquellos momentos que vivimos juntos, la vida me parecía más difícil desde ese entonces pero sigo caminándola hasta el día de hoy.
Este escrito es mi legado y será mi recuerdo durante toda mi vida, de aquellos tiempos en los que fui acompañado por grandes guerreros, será el testimonio que revelará a las naciones que mis compañeros existieron y que estuvieron conmigo durante mucho tiempo, vivirán en mi mente hasta los días de mi muerte, encontraré el camino de regreso a la tierra en la que vivía y permaneceré con mis compañeros para siempre, mientras tanto seré un extranjero en estas tierras en las que habito, navegaré por sus océanos, volaré por sus cielos, conviviré con sus aldeanos, creceré con sus habitantes pero nunca olvidaré a los que me acompañaron desde el principio, que me guardaron en la tormenta, que me cubrieron en la helada, que me ayudaron en la sequía y para esta tierra que fue duplicada agradezco por mantenerme con vida, porque difícil es guardar al descendiente del extranjero, del mal que persigue a nuestra especie, porque el sol ilumina a nuestra tierra hasta el día de hoy y todo animal que lo habita continúa viviendo como lo hacía ayer, porque no significa nada la pérdida de un ser humano para la naturaleza y así mismo para el resto de la humanidad, porque una tripulación rinde homenaje a su tripulante perdido, pero una gran humanidad no se preocupa por sus hermanos perdidos.
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Harith y los pensamientos incompletos
EspiritualEl comportamiento humano y la manera en la que funciona nuestro cerebro era una prioridad para Harith, no paraba de pensar en aquellas cosas que no podía entender y qué salían de los pensamientos en su mente, comprometido a cambiar su vida por compl...